HECHOS 7:9-16
HECHOS 7:9-16 Reina Valera 2020 (RV2020)
Los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José como esclavo y fue llevado a Egipto. Pero Dios estaba con él: le libró de todas las circunstancias adversas, le dio sabiduría y permitió que se ganase el favor del faraón, rey de Egipto, quien le nombró gobernador del reino y de la casa real. En ese tiempo se desató una hambruna en toda la tierra de Egipto y de Canaán que causó trágicas consecuencias, hasta el punto de que nuestros padres no tenían nada que comer. Al tener noticia Jacob de que en Egipto había reservas de trigo, envió allá una primera vez a nuestros padres para comprarlo. Y cuando fueron una segunda vez, José se dio a conocer a sus hermanos y el faraón supo el linaje de José. Entonces José envió a buscar a su padre Jacob y a toda su familia, que se componía de setenta y cinco personas. Y así fue como Jacob se trasladó a Egipto, donde él y nuestros padres después de él, murieron. Sus restos fueron trasladados a Siquem y colocados en el sepulcro que Abrahán había comprado, a cambio de plata, a los hijos de Hamor.
HECHOS 7:9-16 La Palabra (versión española) (BLP)
Posteriormente, los hijos de Jacob tuvieron envidia de José y lo vendieron como esclavo con destino a Egipto. Pero José gozaba de la protección de Dios y salió con bien de todas las circunstancias adversas. Más aún, Dios le concedió sabiduría e hizo que se granjeara la simpatía del faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador de Egipto y jefe de toda la casa real. Más tarde, el hambre acosó a Egipto y a todo el país cananeo, y la situación llegó a ser tan grave, que nuestros antepasados carecieron del sustento necesario. Al tener noticia Jacob de que en Egipto había reservas de trigo, envió allá una primera vez a nuestros antepasados. Cuando fueron por segunda vez, José se dio a conocer a sus hermanos, y el faraón conoció la ascendencia de José. Entonces, José envió a buscar a Jacob, su padre, y a toda su familia, que se componía de setenta y cinco personas. Así fue como Jacob se trasladó a Egipto, donde él y nuestros antepasados murieron. Con el tiempo, llevaron sus restos a Siquén y les dieron sepultura en la tumba que Abrahán había comprado allí a los hijos de Emmor pagando el precio correspondiente.
HECHOS 7:9-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Estos hijos de Jacob, nuestros antepasados, tuvieron envidia de su hermano José, y lo vendieron para ser llevado a Egipto. Pero Dios, que estaba con José, lo libró de todas sus aflicciones. Le dio sabiduría y le hizo ganarse el favor del faraón, rey de Egipto, que le nombró gobernador de Egipto y del palacio real. “Hubo por entonces mucha hambre y gran aflicción en todo Egipto y en Canaán, y nuestros antepasados no tenían qué comer. Pero Jacob, habiendo sabido que en Egipto había trigo, envió allá a sus hijos, es decir, a nuestros antepasados. Este fue su primer viaje. Luego fueron por segunda vez, y José se dio a conocer a sus hermanos; entonces supo el faraón de qué raza era José. Más tarde dispuso José que su padre Jacob, con toda su familia, (setenta y cinco personas en total), fueran llevados a Egipto. De ese modo, Jacob se trasladó allá, donde murió y donde murieron también nuestros antepasados. Los restos de Jacob fueron llevados a Siquem, y fueron enterrados en el sepulcro que Abraham había comprado por cierta cantidad de dinero a los hijos de Hamor, en Siquem.
HECHOS 7:9-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Por envidia, los patriarcas vendieron a José como esclavo, quien fue llevado a Egipto; pero Dios estaba con él y lo libró de todas sus desgracias. Le dio sabiduría para ganarse el favor del faraón, rey de Egipto, que lo nombró gobernador del país y del palacio real. »Hubo entonces un hambre que azotó a todo Egipto y a Canaán, causando mucho sufrimiento, y nuestros antepasados no encontraban alimentos. Al enterarse Jacob de que había comida en Egipto, mandó allá a nuestros antepasados en una primera visita. En la segunda, José se dio a conocer a sus hermanos, y el faraón conoció el origen de José. Después de esto, José mandó llamar a su padre Jacob y a toda su familia, setenta y cinco personas en total. Bajó entonces Jacob a Egipto, y allí murieron él y nuestros antepasados. Sus restos fueron llevados a Siquén y puestos en el sepulcro que a buen precio Abraham había comprado a los hijos de Jamor en Siquén.