HECHOS 7:44-50
HECHOS 7:44-50 La Palabra (versión española) (BLP)
Nuestros antepasados tenían en el desierto la Tienda del testimonio, que fue construida conforme al modelo que había visto Moisés cuando Dios le habló. Fueron también nuestros antepasados quienes la recibieron y quienes, acaudillados por Josué, la introdujeron en el país que ocuparon cuando Dios expulsó a los paganos delante de ellos. Y así continuaron las cosas hasta la época de David. Por su parte, David, que gozaba del favor de Dios, solicitó proporcionar un santuario a la estirpe de Jacob. Sin embargo, fue Salomón quien lo construyó; aunque debe quedar claro que el Altísimo no habita en edificios construidos por manos humanas, como dice el profeta: Mi trono es el cielo, dice el Señor, y la tierra, el estrado de mis pies. ¿Por qué queréis edificarme un santuario o un lugar que me sirva de morada? ¿No soy yo el creador de todas estas cosas?
HECHOS 7:44-50 Reina Valera 2020 (RV2020)
Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, según había ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciera conforme al modelo que había visto. Ese tabernáculo fue recibido a su vez por nuestros padres y lo introdujeron con Josué cuando tomaron posesión de la tierra de los gentiles, a los que Dios arrojó fuera ante la presencia de nuestros padres. Así hasta los días de David. David, fue del agrado del Señor, y quiso edificarle un tabernáculo al Dios de Jacob. No obstante, fue Salomón quien le edificó casa. Mas el Altísimo no habita en templos construidos por manos humanas. Dice el profeta: El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? —dice el Señor—; ¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas?
HECHOS 7:44-50 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Nuestros antepasados tenían en el desierto la tienda del pacto, hecha conforme a lo que Dios había ordenado a Moisés cuando le dijo que la hiciera según el modelo que había visto. Nuestros antepasados recibieron aquella tienda en herencia, y los que vinieron con Josué la trajeron consigo cuando conquistaron la tierra de aquellos otros pueblos a los que Dios expulsó de delante de ellos. Así fue hasta los días de David. El rey David, que encontró favor delante de Dios, quiso construir un lugar donde viviera la descendencia de Jacob; pero fue Salomón quien construyó el templo de Dios. Aunque el Dios altísimo no vive en templos hechos por la mano del hombre, pues, como dijo el profeta: ‘El cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies. ¿Qué clase de casa me construiréis?, dice el Señor; ¿cuál será mi lugar de descanso, si yo mismo hice todas estas cosas?’
HECHOS 7:44-50 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Nuestros antepasados tenían en el desierto el tabernáculo del testimonio, hecho conforme Dios le había ordenado a Moisés, según el modelo que este había visto. Después de haber recibido el tabernáculo, lo trajeron consigo bajo el mando de Josué, cuando conquistaron la tierra de las naciones que Dios expulsó de la presencia de ellos. Allí permaneció hasta el tiempo de David, quien disfrutó del favor de Dios y pidió que le permitiera proveer una morada para el Dios de Jacob. Pero fue Salomón quien construyó la casa. »Sin embargo, el Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas. Como dice el profeta: »“El cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies. ¿Qué clase de casa me construiréis? —dice el Señor—. ¿O qué lugar de descanso? ¿No es mi mano la que ha hecho todas estas cosas?”