HECHOS 7:29-33
HECHOS 7:29-33 Reina Valera 2020 (RV2020)
Al oír estas palabras, Moisés huyó y vivió como extranjero en tierra de Madián; y allí tuvo dos hijos. Cuarenta años después, estando en el desierto del monte Sinaí se le apareció un ángel entre las llamas de una zarza que ardía. Moisés se maravilló de la visión y, al aproximarse para observar más de cerca, oyó al Señor, que decía: Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Moisés, tembloroso, no se atrevía a mirar. El Señor le dijo: Quítate el calzado de tus pies. El lugar en que estás es tierra santa.
HECHOS 7:29-33 La Palabra (versión española) (BLP)
Estas palabras hicieron que Moisés huyera y viviera exiliado en Madián, donde llegó a ser padre de dos hijos. Pasaron cuarenta años y, estando Moisés en el desierto del monte Sinaí, se le apareció un ángel en medio de las llamas de una zarza que estaba ardiendo. Moisés se sorprendió al contemplar tal aparición y, al acercarse para observar más de cerca, oyó al Señor, que decía: Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abrahán, Isaac y Jacob. Temblando de miedo, Moisés ni siquiera se atrevía a mirar. El Señor entonces le dijo: Descálzate, porque el lugar donde estás es tierra santa.
HECHOS 7:29-33 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Al oir esto, Moisés huyó y se fue a la tierra de Madián. Allí vivió como extranjero y tuvo dos hijos. “Cuarenta años después, en el desierto, cerca del monte Sinaí, un ángel se le apareció entre las llamas de una zarza ardiendo. Moisés, asombrado ante aquella visión, se acercó para ver mejor; entonces oyó la voz del Señor, que decía: ‘Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.’ Moisés, temblando de miedo, no se atrevía a mirar. Entonces el Señor le dijo: ‘Descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado.
HECHOS 7:29-33 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Al oír esto, Moisés huyó a Madián; allí vivió como extranjero y tuvo dos hijos. »Pasados cuarenta años, se le apareció un ángel en el desierto cercano al monte Sinaí, en las llamas de una zarza que ardía. Moisés se asombró de lo que veía. Al acercarse para observar, oyó la voz del Señor: “Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”. Moisés se puso a temblar de miedo, y no se atrevía a mirar. »Le dijo el Señor: “Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa.