HECHOS 5:40-42
HECHOS 5:40-42 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Así que llamaron a los apóstoles, los azotaron y les prohibieron seguir hablando en el nombre de Jesús. Después los soltaron. Los apóstoles salieron de la presencia de las autoridades muy contentos, porque Dios los había considerado dignos de sufrir injurias por causa del nombre de Jesús. Todos los días enseñaban y anunciaban la buena noticia de Jesús el Mesías, lo mismo en el templo que por las casas.
HECHOS 5:40-42 Reina Valera 2020 (RV2020)
Gamaliel los persuadió. Así que llamaron a los apóstoles y después de azotarlos y de ordenarles que no hablaran en el nombre de Jesús, los pusieron en libertad. Ellos salieron del Concilio llenos de alegría por haber sido considerados dignos de sufrir por la causa de Jesús. Y todos los días, no dejaban de enseñar y de anunciar en el templo y por las casas el evangelio de Jesús el Cristo.
HECHOS 5:40-42 La Palabra (versión española) (BLP)
así que llamaron a los apóstoles, los azotaron y les prohibieron terminantemente hablar sobre Jesús. Después los soltaron. Los apóstoles salieron del Consejo llenos de alegría por haber sido considerados dignos de sufrir por Jesús. Y, tanto en el Templo como por las casas, continuaron día tras día enseñando y proclamando la buena noticia de que Jesús era el Mesías.
HECHOS 5:40-42 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Así que llamaron a los apóstoles, los azotaron y les prohibieron seguir hablando en el nombre de Jesús. Después los soltaron. Los apóstoles salieron de la presencia de las autoridades muy contentos, porque Dios los había considerado dignos de sufrir injurias por causa del nombre de Jesús. Todos los días enseñaban y anunciaban la buena noticia de Jesús el Mesías, lo mismo en el templo que por las casas.
HECHOS 5:40-42 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Entonces llamaron a los apóstoles y, después de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron. Así pues, los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre. Y día tras día, en el templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías.