HECHOS 19:11-20
HECHOS 19:11-20 La Palabra (versión española) (BLP)
Dios realizaba extraordinarios milagros por medio de Pablo, hasta el punto de que el simple contacto con los pañuelos y otras prendas usadas por Pablo bastaba para curar a los enfermos o expulsar a los espíritus malignos. Había allí entonces unos exorcistas itinerantes judíos que también se servían del nombre de Jesús, el Señor, en sus exorcismos sobre los poseídos de espíritus malignos. La fórmula que utilizaban era esta: «¡Os conjuro por Jesús, a quien Pablo anuncia!». Los que así actuaban eran siete hijos de un judío llamado Esceva, jefe de los sacerdotes. Pero el espíritu maligno les respondió: —Conozco a Jesús y sé quién es Pablo. Pero ¿quiénes sois vosotros? De pronto, el poseso se abalanzó sobre ellos y, dominándolos a todos, los maltrató con tal violencia que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y maltrechos. Esto se supo en todos los barrios de Éfeso, tanto por parte de judíos como de no judíos, con lo que el temor se apoderó de todos, aumentando sobremanera el prestigio de Jesús, el Señor. Muchos de los nuevos creyentes no dudaron en reconocer públicamente sus anteriores prácticas supersticiosas. Y un buen número de personas que se habían dedicado a la magia recogieron sus libros y los quemaron a la vista de todos. Un cálculo aproximado del valor de aquellos libros arrojó la cifra de cincuenta mil monedas de plata. Tal era la fuerza arrolladora con que se extendía e imponía el mensaje del Señor.
HECHOS 19:11-20 Reina Valera 2020 (RV2020)
Y Dios hacía milagros extraordinarios por mano de Pablo hasta el punto de que el simple contacto con los paños o delantales usados por Pablo bastaba para curar a los enfermos o expulsar a los espíritus malignos. Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malignos diciendo: «¡Os conjuro por el Jesús que predica Pablo!». Quienes hacían esto eran siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes. Pero el espíritu maligno les respondió: —Conozco a Jesús y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois? El hombre en quien estaba el espíritu maligno se arrojó sobre ellos; los zarandeo con tal violencia que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y heridos. Esto lo supieron todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos, y el temor se apoderó de todos ellos al tiempo que el nombre del Señor Jesús era glorificado. Muchos de los que habían creído confesaban y daban cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos. Calcularon el precio de esos libros y ascendía a cincuenta mil piezas de plata. Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.
HECHOS 19:11-20 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Y Dios hacía tan grandes milagros por medio de Pablo, que hasta los pañuelos o las ropas que habían sido tocadas por su cuerpo eran llevadas a los enfermos, y estos se curaban de sus enfermedades y los espíritus malignos salían de ellos. Pero algunos judíos que andaban por las calles expulsando espíritus malignos trataron de usar para ello el nombre del Señor Jesús. Decían a los espíritus: “¡En el nombre de Jesús, a quien Pablo anuncia, os ordeno que salgáis!” Esto hacían los siete hijos de un judío llamado Esceva, que era un jefe de los sacerdotes. Pero en cierta ocasión les contestó el espíritu maligno: –Conozco a Jesús y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois? Al propio tiempo, el hombre que tenía el espíritu maligno se lanzó sobre ellos, y con gran fuerza los dominó a todos, maltratándolos con tanta violencia que huyeron de la casa desnudos y heridos. Todos los que vivían en Éfeso, judíos y no judíos, se enteraron de lo ocurrido y se llenaron de temor. De esta manera crecía la fama del nombre de Jesús. También muchos de los que creyeron llegaban confesando públicamente todo lo malo que antes habían hecho, y muchos que habían practicado la brujería trajeron sus libros y los quemaron en presencia de todos. Calculado el valor de aquellos libros, resultó ser como de unas cincuenta mil monedas de plata. El mensaje del Señor iba así extendiéndose y demostrando su poder.
HECHOS 19:11-20 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Dios hacía milagros extraordinarios por medio de Pablo, hasta tal punto que a los enfermos les llevaban pañuelos y delantales que habían tocado el cuerpo de Pablo, y quedaban sanos de sus enfermedades, y los espíritus malignos salían de ellos. Algunos judíos que andaban expulsando espíritus malignos intentaron invocar sobre los endemoniados el nombre del Señor Jesús. Decían: «¡En el nombre de Jesús, a quien Pablo predica, os ordeno que salgáis!» Esto lo hacían siete hijos de un tal Esceva, que era uno de los jefes de los sacerdotes judíos. Un día el espíritu maligno les replicó: «Conozco a Jesús, y sé quién es Pablo, pero vosotros ¿quiénes sois?» Y, abalanzándose sobre ellos, el hombre que tenía el espíritu maligno los dominó a todos. Los maltrató con tanta violencia que huyeron de la casa desnudos y heridos. Cuando se enteraron los judíos y los griegos que vivían en Éfeso, el temor se apoderó de todos ellos, y el nombre del Señor Jesús era glorificado. Muchos de los que habían creído llegaban ahora y confesaban públicamente sus prácticas malvadas. Un buen número de los que practicaban la hechicería juntaron sus libros en un montón y los quemaron delante de todos. Cuando calcularon el precio de aquellos libros, resultó un total de cincuenta mil monedas de plata. Así la palabra del Señor crecía y se difundía con poder arrollador.