HECHOS 18:1-4
HECHOS 18:1-4 La Palabra (versión española) (BLP)
A raíz de esto, Pablo partió de Atenas y se dirigió a Corinto. Encontró allí a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, y a su esposa Priscila. Habían llegado de Italia cuando el emperador Claudio ordenó salir de Roma a todos los judíos. Pablo entró en contacto con ellos y, como era de su mismo oficio, se alojó en su casa, y trabajaron asociados. Su oficio era fabricar tiendas de campaña. Todos los sábados, intervenía Pablo en la sinagoga e intentaba convencer tanto a judíos como a no judíos.
HECHOS 18:1-4 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Después de esto, Pablo se marchó de Atenas y se fue a Corinto. Allí se encontró con un judío llamado Aquila, natural del Ponto, y con su esposa Priscila. Hacía poco habían llegado de Italia, porque Claudio había mandado que todos los judíos fueran expulsados de Roma. Pablo fue a verlos y, como hacía tiendas de campaña al igual que ellos, se quedó para trabajar juntos. Todos los sábados discutía en la sinagoga, tratando de persuadir a judíos y a griegos.
HECHOS 18:1-4 Reina Valera 2020 (RV2020)
Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. Allí halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto. Hacía poco que había venido de Italia, junto con Priscila, su mujer, porque Claudio había ordenado que todos los judíos salieran de Roma. Pablo fue a verlos, y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, trabajando juntos haciendo tiendas de campaña. Todos los sábados debatía en la sinagoga y lograba persuadir a judíos y a griegos.
HECHOS 18:1-4 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Después de esto, Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un judío llamado Áquila, natural de la región del Ponto. Poco antes, Áquila y su esposa Priscila habían llegado de Italia, de donde tuvieron que salir porque el emperador Claudio había ordenado que todos los judíos salieran de Roma. Pablo fue a visitarlos, y como tenía el mismo oficio que ellos, que era hacer tiendas de campaña, se quedó a su lado para trabajar juntos. Todos los sábados iba Pablo a la sinagoga, y trataba de convencer lo mismo a los judíos que a los no judíos.