HECHOS 17:16-18
HECHOS 17:16-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se exasperaba viendo que la ciudad estaba entregada a la idolatría. Así que disputaba en la sinagoga con los judíos y con los piadosos. Lo mismo hacía diariamente con los que transitaban ocasionalmente por la plaza. Algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos discutían con él. Unos se preguntaban: —¿Qué querrá decir este charlatán? Y otros, porque les hablaba del evangelio de Jesús, y de la resurrección, decían: —Parece que es predicador de dioses extranjeros.
HECHOS 17:16-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Mientras esperaba en Atenas a Silas y a Timoteo, Pablo se sentía exasperado al ver la ciudad sumida en la idolatría. Conversaba en la sinagoga con los judíos y con los que, sin serlo, rendían culto al Dios verdadero; y lo mismo hacía diariamente en la plaza mayor con los transeúntes. También entraron en contacto con él algunos filósofos epicúreos y estoicos. Unos preguntaban: —¿Qué podrá decir este charlatán? Otros, basándose en que anunciaba la buena nueva de Jesús y de la resurrección, comentaban: —Parece ser un propagandista de dioses extranjeros.
HECHOS 17:16-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Mientras Pablo esperaba a Silas y Timoteo en Atenas, se sentía muy disgustado al ver que la ciudad estaba llena de ídolos. Discutía en la sinagoga con los judíos y con otros que adoraban a Dios, y discutía igualmente cada día en la plaza con los que allí se reunían. También algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos comenzaron a discutir con él. Unos decían: –¿De qué habla ese charlatán? Y otros: –Parece que es propagandista de dioses extranjeros. Decían esto porque Pablo les anunciaba la buena noticia acerca de Jesús y de la resurrección.
HECHOS 17:16-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, le dolió en el alma ver que la ciudad estaba llena de ídolos. Así que discutía en la sinagoga con los judíos y con los griegos que adoraban a Dios, y a diario hablaba en la plaza con los que se encontraban por allí. Algunos filósofos epicúreos y estoicos entablaron conversación con él. Unos decían: «¿Qué querrá decir este charlatán?» Otros comentaban: «Parece que es predicador de dioses extranjeros». Decían esto porque Pablo les anunciaba las buenas nuevas de Jesús y de la resurrección.