HECHOS 14:21-25
HECHOS 14:21-25 Reina Valera 2020 (RV2020)
Después de anunciar el evangelio en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, fortaleciendo los ánimos de los discípulos y exhortándolos a que permanecieran en la fe y enseñándoles que para entrar en el reino de Dios nos es necesario pasar por muchas tribulaciones. También nombraron ancianos en cada iglesia y habiendo orado y ayunado los encomendaron al Señor en quien habían creído. Pasando por Pisidia llegaron a Panfilia y habiendo predicado la palabra en Perge descendieron a Atalia.
HECHOS 14:21-25 La Palabra (versión española) (BLP)
Después de haber anunciado la buena nueva en aquella ciudad y de haber hecho muchos discípulos, volvieron a Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia, animando de paso a los creyentes y exhortándolos a permanecer firmes en la fe: «Para entrar en el reino de Dios —les advertían— nos es necesario pasar por muchos sufrimientos». Nombraron también dirigentes en cada iglesia y, haciendo oración y ayuno, los encomendaron al Señor, en quien habían depositado su fe. Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia. Anunciaron el mensaje en Perge y bajaron a Atalía.
HECHOS 14:21-25 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Después de anunciar la buena noticia en Derbe, donde ganaron muchos creyentes, volvieron a Listra, Iconio y Antioquía. En estos lugares animaron a los creyentes, a quienes, recomendándoles que siguieran firmes en la fe, les decían que para entrar en el reino de Dios hay que sufrir muchas aflicciones. También nombraron ancianos en cada iglesia, y después de orar y ayunar los encomendaron al Señor en quien habían creído. Pasando por la región de Pisidia, llegaron a la de Panfilia. Anunciaron el mensaje en Perge y luego llegaron a Atalia.
HECHOS 14:21-25 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían. En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en quien habían creído. Atravesando Pisidia, llegaron a Panfilia y, cuando terminaron de predicar la palabra en Perge, bajaron a Atalía.