HECHOS 13:32-41
HECHOS 13:32-41 La Palabra (versión española) (BLP)
En cuanto a nosotros, estamos aquí para anunciaros la buena nueva referente a la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados, y que ahora ha cumplido en favor de nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: Tú eres mi hijo; hoy te he engendrado. Que Dios lo resucitó de la muerte, de modo que jamás pueda ya experimentar la corrupción, está así afirmado en la Escritura: Os cumpliré las firmes promesas que hice a David. Y en otro lugar lo confirma: No permitirás que tu fiel servidor sufra la corrupción. Por lo que respecta a David, después de haber estado al servicio del plan de Dios durante su vida, falleció, se reunió con sus antepasados y experimentó la corrupción. Pero aquel a quien Dios resucitó, no experimentó la corrupción. Y debéis saber, hermanos, que gracias a él se os anuncia hoy el perdón de los pecados. Por la ley de Moisés no teníais posibilidad alguna de ser absueltos de culpa y restablecidos en la amistad con Dios; pero ahora, todo el que cree en él es justificado. Por tal razón, cuidad de que no se cumpla en vosotros aquella predicción profética: ¡Contemplad esto, engreídos, y que el estupor os haga desaparecer! Voy a realizar una obra tal en vuestro tiempo, que no la creeréis cuando os la cuenten .
HECHOS 13:32-41 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Así que nosotros os damos esta buena noticia: la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados nos la ha cumplido a nosotros, que somos los descendientes. Esto lo ha hecho resucitando a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: ‘Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.’ Dios ya había anunciado que lo resucitaría para que su cuerpo no se descompusiera. Lo dicen las Escrituras: ‘Cumpliré las santas y verdaderas promesas que hice a David.’ Y por eso dice también en otro lugar: ‘No permitirás que se descomponga el cuerpo de tu santo siervo.’ Ahora bien, lo cierto es que David sirvió a la gente de su tiempo según Dios se lo había ordenado, y después murió y se reunió con sus padres y su cuerpo se descompuso. En cambio, el cuerpo de aquel que Dios resucitó no se descompuso. Así pues, hermanos, debéis saber que el perdón de los pecados se os anuncia por medio de Jesús. Por él, todos los que creen quedan perdonados de cuanto bajo la ley de Moisés no tenía perdón. Cuidad, pues, que no caiga sobre vosotros lo que escribieron los profetas: ‘Mirad, vosotros que despreciáis, asombraos y desapareced, porque en vuestros días haré cosas tales que no las creeríais si alguien os las contara.’ ”
HECHOS 13:32-41 Reina Valera 2020 (RV2020)
Nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres. Dios la ha cumplido en nosotros, sus hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú. Yo te he engendrado hoy . Y en cuanto a que lo levantó de entre los muertos para que su cuerpo no llegara a corromperse, lo dijo así: Os daré las misericordias fieles de David. Dice también en otro salmo: No permitirás que tu Santo vea corrupción. Y ciertamente, David, después de haber estado al servicio del plan de Dios durante su vida, falleció, se reunió con sus antepasados y experimentó la corrupción de su cuerpo. Pero aquel a quien Dios levantó no experimentó la corrupción de su cuerpo. Sabed, pues, esto, hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados. La ley de Moisés os impedía ser justificados, mas en él es justificado todo aquel que cree. Mirad, pues, que no se cumpla en vosotros lo que está dicho en los profetas: Mirad, menospreciadores, asombraos y pereced, porque yo hago una obra en vuestros días, obra que no creeréis, si alguien os la cuenta.
HECHOS 13:32-41 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Nosotros os anunciamos a vosotros las buenas nuevas respecto a la promesa hecha a nuestros antepasados. Dios nos la ha cumplido plenamente a nosotros, los descendientes de ellos, al resucitar a Jesús. Como está escrito en el segundo salmo: »“Tú eres mi hijo; hoy mismo te he engendrado”. Dios lo resucitó para que no volviera jamás a la corrupción. Así se cumplieron estas palabras: »“Yo os daré las bendiciones santas y seguras prometidas a David”. Por eso dice en otro pasaje: »“No permitirás que el fin de tu santo sea la corrupción”. »Ciertamente David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió, fue sepultado con sus antepasados, y su cuerpo sufrió la corrupción. Pero aquel a quien Dios resucitó no sufrió la corrupción de su cuerpo. »Por tanto, hermanos, sabed que por medio de Jesús se os anuncia el perdón de los pecados. Vosotros no pudisteis ser justificados de esos pecados por la ley de Moisés, pero todo el que cree es justificado por medio de Jesús. Tened cuidado, no sea que os suceda lo que han dicho los profetas: »“¡Mirad, engreídos! ¡Asombraos y desapareced! Porque voy a hacer en estos días una obra que nunca creeríais, aunque alguien os la explicara”».