HECHOS 13:32-37
HECHOS 13:32-37 Reina Valera 2020 (RV2020)
Nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres. Dios la ha cumplido en nosotros, sus hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú. Yo te he engendrado hoy . Y en cuanto a que lo levantó de entre los muertos para que su cuerpo no llegara a corromperse, lo dijo así: Os daré las misericordias fieles de David. Dice también en otro salmo: No permitirás que tu Santo vea corrupción. Y ciertamente, David, después de haber estado al servicio del plan de Dios durante su vida, falleció, se reunió con sus antepasados y experimentó la corrupción de su cuerpo. Pero aquel a quien Dios levantó no experimentó la corrupción de su cuerpo.
HECHOS 13:32-37 La Palabra (versión española) (BLP)
En cuanto a nosotros, estamos aquí para anunciaros la buena nueva referente a la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados, y que ahora ha cumplido en favor de nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: Tú eres mi hijo; hoy te he engendrado. Que Dios lo resucitó de la muerte, de modo que jamás pueda ya experimentar la corrupción, está así afirmado en la Escritura: Os cumpliré las firmes promesas que hice a David. Y en otro lugar lo confirma: No permitirás que tu fiel servidor sufra la corrupción. Por lo que respecta a David, después de haber estado al servicio del plan de Dios durante su vida, falleció, se reunió con sus antepasados y experimentó la corrupción. Pero aquel a quien Dios resucitó, no experimentó la corrupción.
HECHOS 13:32-37 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Así que nosotros os damos esta buena noticia: la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados nos la ha cumplido a nosotros, que somos los descendientes. Esto lo ha hecho resucitando a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: ‘Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.’ Dios ya había anunciado que lo resucitaría para que su cuerpo no se descompusiera. Lo dicen las Escrituras: ‘Cumpliré las santas y verdaderas promesas que hice a David.’ Y por eso dice también en otro lugar: ‘No permitirás que se descomponga el cuerpo de tu santo siervo.’ Ahora bien, lo cierto es que David sirvió a la gente de su tiempo según Dios se lo había ordenado, y después murió y se reunió con sus padres y su cuerpo se descompuso. En cambio, el cuerpo de aquel que Dios resucitó no se descompuso.
HECHOS 13:32-37 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Nosotros os anunciamos a vosotros las buenas nuevas respecto a la promesa hecha a nuestros antepasados. Dios nos la ha cumplido plenamente a nosotros, los descendientes de ellos, al resucitar a Jesús. Como está escrito en el segundo salmo: »“Tú eres mi hijo; hoy mismo te he engendrado”. Dios lo resucitó para que no volviera jamás a la corrupción. Así se cumplieron estas palabras: »“Yo os daré las bendiciones santas y seguras prometidas a David”. Por eso dice en otro pasaje: »“No permitirás que el fin de tu santo sea la corrupción”. »Ciertamente David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió, fue sepultado con sus antepasados, y su cuerpo sufrió la corrupción. Pero aquel a quien Dios resucitó no sufrió la corrupción de su cuerpo.