2 TIMOTEO 2:1-19
2 TIMOTEO 2:1-19 Reina Valera 2020 (RV2020)
Tú, hijo mío, hazte fuerte por la gracia de Jesucristo. Y lo que me has oído decir ante muchos testigos, esto encárgaselo a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Y tú soporta conmigo los sufrimientos como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, ya que tiene que agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador para recibir de los frutos debe trabajar primero. Comprende lo que digo, que el Señor te dará entendimiento en todo. Acuérdate de Jesucristo, descendiente de David, que resucitó de los muertos, conforme a mi evangelio, por el que sufro penalidades, incluso prisiones como si fuese un malhechor; pero la palabra de Dios no está presa. Por tanto, todo lo sufro por amor de los escogidos, para que ellos también consigan la salvación que es en Cristo Jesús y participen de la gloria eterna. Esto que digo es muy cierto: Si morimos con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él; si le negamos, él también nos negará; si somos infieles, él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo. Aconséjales esto, y requiéreles encarecidamente delante del Señor que eviten las discusiones, que para nada aprovechan, sino que solo sirven para confundir a los oyentes. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que expone bien la palabra de verdad. Pero evita la palabrería profana y vacía, que conduce a una impiedad cada vez mayor. La enseñanza de algunos se propaga como un tumor. Así aconteció con Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad diciendo que la resurrección ya se ha realizado, con lo que trastornaron la fe de algunos. Pero el fundamento de Dios está firme, marcado con este sello: Conoce el Señor a los que son suyos y: «Apártese del mal todo aquel que invoca el nombre de Cristo».
2 TIMOTEO 2:1-19 La Palabra (versión española) (BLP)
Así pues, tú, hijo mío, mantente fuerte, apoyado en la gracia de Cristo Jesús. Y lo que me oíste proclamar en presencia de tantos testigos, confíalo a personas fieles, capaces a su vez de enseñarlo a otras personas. Como fiel soldado de Cristo, no te eches atrás a la hora de las penalidades. Ningún soldado en activo se enreda en asuntos civiles a fin de estar a entera disposición de quien lo alistó. Lo mismo sucede con los atletas: solo si se ajustan a las reglas de juego pueden ser declarados vencedores; o con el labrador, que solo si se afana en su trabajo tendrá derecho antes que nadie a recoger los frutos. Supongo que entenderás lo que quiero decirte; en cualquier caso, el Señor hará que lo comprendas plenamente. Ten siempre presente a Jesucristo, que nació de la estirpe de David y resucitó de la muerte conforme al evangelio que yo anuncio y por el que sufro hasta encontrarme encarcelado como si fuera un malhechor. Pero nadie puede encadenar la palabra de Dios. Por eso, lo aguanto todo por amor a los elegidos a fin de que también ellos alcancen la salvación que nos ha conquistado Jesucristo junto con la gloria eterna. Es esta una palabra digna de crédito: Si morimos con Cristo, viviremos con él; si nos mantenemos firmes, reinaremos con él; si lo negamos, también él nos negará; si le somos infieles, él permanece fiel, pues no puede faltar a su palabra. No eches en saco roto estas cosas y en nombre de Dios ordena que nadie se enzarce en disputas que no sirven para nada, sino únicamente para ruina de quienes participan en ellas. Esfuérzate por merecer la aprobación de Dios, como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, como alguien que sigue fielmente la palabra de la verdad. Evita la palabrería estéril y profana que solo conduce a una vida de maldad y que es como carcoma que todo lo devora. Tal es el caso de Himeneo y Fileto, que se han desviado de la verdad y andan haciendo estragos en la fe de algunos al decir que la resurrección de los muertos ya ha tenido lugar. Pero el Señor ha puesto un fundamento inconmovible con esta inscripción: El Señor conoce a los suyos ; y con esta otra: «Apártese del mal todo el que invoca el nombre del Señor».
2 TIMOTEO 2:1-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Tú, hijo mío, saca fuerzas de la gracia que has recibido de Cristo Jesús. Y lo que me has oído decir delante de muchos testigos, encárgaselo a hombres de confianza que sean capaces de enseñárselo a otros. Toma tu parte en los sufrimientos, como un buen soldado de Cristo Jesús. Ningún soldado en servicio activo se enreda en los asuntos de la vida civil, porque tiene que agradar a su superior. De la misma manera, el deportista no puede recibir el premio si no compite conforme a las reglas del juego. El que trabaja en el campo tiene derecho a ser el primero en recibir parte de la cosecha. Piensa en esto que te digo y el Señor te lo hará comprender todo. Acuérdate de Jesucristo, que resucitó y que era descendiente del rey David: este es el evangelio que predico. Y por este evangelio soporto sufrimientos; incluso el estar encadenado como un criminal. ¡Pero la palabra de Dios no está encadenada! Por eso lo soporto todo en bien de los que Dios ha escogido, para que también ellos alcancen la salvación gloriosa y eterna en Cristo Jesús. Esto es muy cierto: Si morimos con él, también viviremos con él; si sufrimos, tendremos parte en su reino; si le negamos, también él nos negará; si no somos fieles, él sigue siendo fiel, porque no puede negarse a sí mismo. Recuérdales esto y encárgales delante de Dios que dejen de discutir por cuestiones de palabras. Esas discusiones no sirven para nada y lo que hacen es perjudicar a quienes las escuchan. Haz todo lo posible por presentarte delante de Dios como un trabajador aprobado que no tiene de qué avergonzarse, que enseña debidamente el mensaje de la verdad. Evita palabrerías mundanas y vacías; los que así hablan se hunden cada vez más en la maldad y sus enseñanzas corroen como la gangrena. Esto sucede con Himeneo y Fileto, que se han desviado de la verdad diciendo que nuestra resurrección ya ha tenido lugar, y que andan trastornando de esa manera la fe de algunos. Pero Dios ha puesto una base firme, en la cual está escrito: “El Señor conoce a los que le pertenecen”, y también: “Que se aparte de la maldad todo el que invoca el nombre del Señor”.
2 TIMOTEO 2:1-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús. Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros. Comparte nuestros sufrimientos, como buen soldado de Cristo Jesús. Ningún soldado que quiera agradar a su superior se enreda en cuestiones civiles. Así mismo, el atleta no recibe la corona de vencedor si no compite según el reglamento. El labrador que trabaja duro tiene derecho a recibir primero parte de la cosecha. Reflexiona en lo que te digo, y el Señor te dará una mayor comprensión de todo esto. No dejes de recordar a Jesucristo, descendiente de David, levantado de entre los muertos. Este es mi evangelio, por el que sufro al extremo de llevar cadenas como un criminal. Pero la palabra de Dios no está encadenada. Así que todo lo soporto por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la gloriosa y eterna salvación que tenemos en Cristo Jesús. Este mensaje es digno de crédito: Si morimos con él, también viviremos con él; si resistimos, también reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará; si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo. No dejes de recordarles esto. Adviérteles delante de Dios que eviten las discusiones inútiles, pues no sirven nada más que para destruir a los oyentes. Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad. Evita las palabrerías profanas, porque los que se dan a ellas se alejan cada vez más de la vida piadosa, y sus enseñanzas se extienden como gangrena. Entre ellos están Himeneo y Fileto, que se han desviado de la verdad. Andan diciendo que la resurrección ya tuvo lugar, y así trastornan la fe de algunos. A pesar de todo, el fundamento de Dios es sólido y se mantiene firme, pues está sellado con esta inscripción: «El Señor conoce a los suyos», y esta otra: «Que se aparte de la maldad todo el que invoca el nombre del Señor».