2 TIMOTEO 1:11-16
2 TIMOTEO 1:11-16 Reina Valera 2020 (RV2020)
De este evangelio yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. Por su causa padezco esto. Pero no me avergüenzo, porque yo sé en quién he creído y estoy seguro de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día. Ten como norma las sanas palabras que de mí oíste en la fe y en el amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros. Ya sabes que me abandonaron todos los que están en Asia, entre ellos Figelo y Hermógenes. Tenga el Señor misericordia de la casa de Onesíforo, porque muchas veces me confortó y no se avergonzó de que yo estuviera en la cárcel.
2 TIMOTEO 1:11-16 La Palabra (versión española) (BLP)
De ese mensaje Dios me ha constituido pregonero, apóstol y maestro. Por su causa soporto todas estas penalidades. Pero no me avergüenzo; sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que tiene poder para proteger hasta el día del juicio la enseñanza que me ha confiado. Toma como norma la auténtica enseñanza que me oíste acerca de la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús. Y, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros, guarda la hermosa enseñanza que te ha sido confiada. Ya sabes que todos los de la provincia de Asia, incluidos Figelo y Hermógenes, me han abandonado. ¡Ojalá el Señor tenga misericordia de Onesíforo y su familia, pues él fue muchas veces mi paño de lágrimas y no sintió vergüenza al verme encarcelado!
2 TIMOTEO 1:11-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Dios me ha encargado que anuncie este mensaje, y me ha enviado como apóstol y maestro. Precisamente por eso sufro todas estas cosas. Pero no me avergüenzo de ello, porque sé en quién he puesto mi confianza; y estoy seguro de que él tiene poder para guardar hasta aquel día lo que me ha encomendado. Sigue el modelo de la sana enseñanza que de mí has recibido, y vive en la fe y el amor que tenemos por estar unidos a Cristo Jesús. Con la ayuda del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida de la buena doctrina que Dios te ha confiado. Como sabes, todos los de la provincia de Asia me han abandonado; entre ellos, Figelo y Hermógenes. Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo; él me trajo alivio muchas veces y no se avergonzó de que yo estuviera preso.
2 TIMOTEO 1:11-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
De este evangelio he sido yo designado heraldo, apóstol y maestro. Por ese motivo padezco estos sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado. Con fe y amor en Cristo Jesús, sigue el ejemplo de la sana doctrina que aprendiste de mí. Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida la preciosa enseñanza que se te ha confiado. Ya sabes que todos los de la provincia de Asia me han abandonado, incluso Figelo y Hermógenes. Que el Señor le conceda misericordia a la familia de Onesíforo, porque muchas veces me dio ánimo y no se avergonzó de mis cadenas.