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2 SAMUEL 4:1-12

2 SAMUEL 4:1-12 Reina Valera 2020 (RV2020)

Luego que el hijo de Saúl supo que Abner había muerto en Hebrón, se le debilitaron las manos, y todo Israel se sintió atemorizado. Con el hijo de Saúl estaban dos hombres, capitanes de bandas de salteadores; el nombre de uno era Baana, y el del otro, Recab, hijos de Rimón, el beerotita, de los hijos de Benjamín (porque Beerot era también contado con Benjamín, pues los beerotitas habían huido a Gitaim, y viven allí como forasteros hasta hoy). Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán; su nodriza lo tomó y huyó, pero mientras huía apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset. Los hijos de Rimón beerotita, Recab y Baana, se pusieron en camino, y a la hora de más calor, entraron en casa de Is-boset, que estaba durmiendo la siesta en su alcoba. La portera de la casa se había quedado dormida mientras limpiaba el trigo; y fue así como Recab y Baana, su hermano, se metieron en la casa. Cuando entraron en la casa, Is-boset dormía sobre su lecho en la alcoba; lo hirieron y lo mataron; luego le cortaron la cabeza, la tomaron y caminaron toda la noche por el camino del Arabá. Llevaron la cabeza de Is-boset a David en Hebrón, y le dijeron al rey: —Aquí tienes la cabeza de Is-boset hijo de Saúl, tu enemigo, que procuraba matarte. El Señor ha vengado hoy a mi señor, el rey, de Saúl y de su linaje. David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, y les dijo: —¡Vive el Señor!, que ha redimido mi alma de toda angustia. Al que me dio la noticia de que Saúl había muerto y creyó por ello que traía buenas noticias, yo lo prendí y lo maté en Siclag, como pago por esa noticia. ¿Cuánto más a los malos hombres que mataron a un hombre justo en su casa y sobre su cama? Ahora, pues, ¿no he de demandar yo su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra? Entonces David dio una orden a sus servidores, que los mataron, les cortaron las manos y los pies y los colgaron junto al estanque de Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boset, y la enterraron en el sepulcro de Abner, en Hebrón.

2 SAMUEL 4:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)

Cuando Isbóset, el hijo de Saúl, se enteró de la muerte de Abner en Hebrón, quedó abatido y cundió la alarma en todo Israel. Isbóset tenía dos jefes de banda: uno se llamaba Baaná y el otro Recab, hijos de Rimón de Beerot, de la tribu de Benjamín, pues también Beerot forma parte de Benjamín. Los de Beerot huyeron a Guitáin y allí siguen como emigrantes hasta el día de hoy. Por otra parte, Jonatán, el hijo de Saúl, tenía un hijo parapléjico. Tenía cinco años cuando llegó de Jezrael la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán. La nodriza lo tomó en brazos para huir, pero con las prisas de la huida el niño cayó y quedó cojo. Se llamaba Mefibóset. Recab y Baaná, los hijos de Rimón de Beerot, partieron y a la hora más calurosa del día llegaron a la casa de Isbóset, que estaba durmiendo la siesta. La portera se había quedado dormida, mientras limpiaba el trigo, por lo que Recab y su hermano Baaná pasaron sin ser vistos. Entraron en la casa, mientras Isbóset dormía en el lecho de su habitación, lo hirieron mortalmente y lo decapitaron. Luego tomaron la cabeza y caminaron por la Arabá durante toda la noche. Llevaron la cabeza de Isbóset a David, a Hebrón, y dijeron al rey: —Aquí tienes la cabeza de Isbóset, el hijo de Saúl, tu enemigo que intentó matarte. El Señor ha concedido al rey, mi señor, vengarse hoy de Saúl y de su descendencia. Pero David respondió a Recab y a su hermano Baaná, hijos de Rimón de Beerot: —¡Vive el Señor que ha salvado mi vida de todo peligro! Si al que me anunció la muerte de Saúl, creyendo que me daba una buena noticia, yo lo detuve y lo hice matar en Siclag, pagándole así su buena noticia, ahora que unos desalmados habéis matado a un hombre inocente en su propia casa y en su misma cama, ¡os haré pagar su muerte y os borraré del mapa! A una orden de David, sus soldados los mataron, les cortaron las manos y los pies y los colgaron junto a la alberca de Hebrón. Luego recogieron la cabeza de Isbóset y la enterraron en la sepultura de Abner, en Hebrón.

2 SAMUEL 4:1-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Cuando Is-bóset, hijo de Saúl, supo que Abner había muerto en Hebrón, perdió el ánimo por completo, y todos en Israel se llenaron de miedo. Is-bóset tenía a su servicio dos hombres que eran jefes de una banda de ladrones. Uno se llamaba Baaná y el otro Recab. Eran hijos de Rimón de Beerot y, por lo tanto, descendientes de Benjamín, pues el pueblo de Beerot estaba considerado como parte de la tribu de Benjamín, aun cuando los de Beerot huyeron a Guitaim, donde han vivido como forasteros hasta el presente. Ahora bien, Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo, llamado Mefi-bóset, que era inválido de los dos pies. Tenía Mefi-bóset cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de que Saúl y Jonatán habían muerto; entonces su nodriza tomó a Mefi-bóset y huyó con él, pero, con las prisas de la huida, el niño se le cayó y quedó cojo. Recab y Baaná, los hijos de Rimón de Beerot, se dirigieron a casa de Is-bóset, y llegaron a la hora de más calor del día, cuando él estaba durmiendo la siesta. La portera de la casa había estado limpiando trigo, pero finalmente se había quedado dormida, de modo que Recab y su hermano Baaná pudieron entrar sin ser vistos. Cuando entraron en la casa, Is-bóset estaba acostado sobre la cama de su dormitorio; entonces lo asesinaron y le cortaron la cabeza, y llevándola consigo caminaron toda la noche por el camino del Arabá para entregársela a David, que estaba en Hebrón. Dijeron al rey: –Aquí tiene Su Majestad la cabeza de Is-bóset, el hijo de Saúl, que era enemigo de Su Majestad y que procuraba quitarle la vida. Pero hoy el Señor ha concedido a Su Majestad vengarse de Saúl y sus descendientes. David les respondió: –Os juro por el Señor que me ha librado de toda angustia, que cuando uno, creyendo que me daba buenas noticias, vino a contarme que Saúl había muerto, la noticia le valió que yo lo apresara y lo matara en Siclag. ¡Con mayor razón haré eso mismo con vosotros, malvados, que habéis asesinado a un hombre inocente mientras se hallaba acostado en su propia casa! Así que ¡voy a haceros pagar su muerte! ¡Voy a borraros de este mundo! En seguida David dio órdenes a sus oficiales, y estos los mataron; les cortaron las manos y los pies, y los colgaron junto al depósito de agua de Hebrón. Después tomaron la cabeza de Is-bóset y la enterraron en Hebrón, en el sepulcro de Abner.

2 SAMUEL 4:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Cuando Isboset hijo de Saúl se enteró de que Abner había muerto en Hebrón, se acobardó, y con él todos los israelitas. Isboset contaba con dos sujetos que comandaban bandas armadas. Uno de ellos se llamaba Baná, y el otro Recab, y ambos eran hijos de Rimón el berotita y pertenecían a la tribu de Benjamín. Berot se consideraba parte de Benjamín, pues los habitantes de Berot se habían refugiado en Guitayin, donde hasta la fecha residen. Por otra parte, Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo de cinco años, llamado Mefiboset, que estaba tullido. Resulta que cuando de Jezrel llegó la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán, su nodriza lo cargó para huir, pero, con la prisa, se le cayó y por eso quedó cojo. Ahora bien, Recab y Baná, los hijos de Rimón el berotita, partieron para la casa de Isboset y llegaron a la hora más calurosa del día, cuando él dormía la siesta. Con el pretexto de sacar un poco de trigo, Recab y su hermano Baná entraron al interior de la casa, y allí mismo lo apuñalaron en el vientre. Después de eso, escaparon. Se habían metido en la casa mientras Isboset estaba en la alcoba, acostado en su cama. Lo mataron a puñaladas, y luego le cortaron la cabeza y se la llevaron. Caminaron toda la noche por el Arabá y, al llegar a Hebrón, le entregaron a David la cabeza de Isboset, diciendo: ―Aquí te traemos la cabeza de Isboset, hijo de tu enemigo Saúl, que intentó matarte. El SEÑOR ha vengado hoy a mi señor el rey por lo que Saúl y su descendencia le hicieron. Pero David les respondió a Recab y a Baná, los hijos de Rimón el berotita: ―Tan cierto como que vive el SEÑOR, quien me ha librado de todas mis angustias, os juro que quien me anunció la muerte de Saúl se imaginaba que me traía buenas noticias, ¡pero la recompensa que le di por tan “buenas noticias” fue apresarlo y matarlo en Siclag! ¡Y con mayor razón castigaré a los malvados que han dado muerte a un inocente mientras este dormía en su propia cama! ¿Acaso no voy a vengar su muerte exterminándoos a vosotros de la tierra? Entonces David les ordenó a sus soldados que los mataran, y que además les cortaran las manos y los pies, y colgaran sus cuerpos junto al estanque de Hebrón. En cambio, la cabeza de Isboset la enterraron en Hebrón, en el sepulcro de Abner.