2 SAMUEL 11:1-3
2 SAMUEL 11:1-3 La Palabra (versión española) (BLP)
Al año siguiente, en la época en que los reyes salen de campaña, David envió a Joab con sus oficiales y todo Israel para aniquilar a los amonitas y poner cerco a Rabá. David, en cambio, se quedó en Jerusalén. Una tarde, después de levantarse de la siesta y mientras paseaba por la terraza de palacio, David vio desde allí a una mujer que se estaba bañando. Era una mujer muy hermosa. David mandó a preguntar por ella y le dijeron: —Se trata de Betsabé, la hija de Elián y esposa de Urías, el hitita.
2 SAMUEL 11:1-3 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aconteció al año siguiente, en el tiempo en que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, junto con sus siervos y con todo Israel, y ellos derrotaron a los amonitas y sitiaron a Rabá. Pero David se quedó en Jerusalén. Una tarde, después de levantarse de la siesta y mientras paseaba por la terraza de palacio, David vio desde allí a una mujer muy hermosa que se estaba bañando. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: —Aquella es Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías, el heteo.
2 SAMUEL 11:1-4 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En cierta ocasión, durante la primavera, que es cuando los reyes acostumbran a salir a campaña, David envió a Joab y a sus oficiales con todo el ejército israelita, y destruyeron a los amonitas y sitiaron la ciudad de Rabá. David, sin embargo, se quedó en Jerusalén. Un día, al atardecer, se levantó David de la cama, y se paseaba por la azotea del palacio real cuando vio a una mujer muy hermosa que se estaba bañando, acabando de purificarse de su periodo de menstruación. David mandó que se averiguase quién era ella, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías el hitita. David ordenó entonces a unos mensajeros que se la trajeran, y se acostó con ella, después de lo cual ella volvió a su casa.
2 SAMUEL 11:1-3 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En la primavera, que era la época en que los reyes salían de campaña, David mandó a Joab con la guardia real y todo el ejército de Israel para que aniquilara a los amonitas y sitiara la ciudad de Rabá. Pero David se quedó en Jerusalén. Una tarde, al levantarse David de la cama, comenzó a pasearse por la azotea del palacio, y desde allí vio a una mujer que se estaba bañando. La mujer era sumamente hermosa, por lo que David mandó que averiguaran quién era, y le informaron: «Se trata de Betsabé, que es hija de Elián y esposa de Urías el hitita».