2 PEDRO 3:10-12
2 PEDRO 3:10-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche. En ese día los cielos desaparecerán en medio de un gran estruendo, los elementos del mundo arderán y serán reducidos a cenizas, y la tierra, junto con todo lo que hay en ella, será quemada. Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas, conviene que vuestra manera de vivir sea santa y piadosa, mientras esperáis con ansias la venida del día de Dios. Ese día, los cielos arderán y serán destruidos, y los elementos se derretirán por el calor del fuego.
2 PEDRO 3:10-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se derrumbarán con estrépito, los elementos del mundo quedarán pulverizados por el fuego y desaparecerá la tierra con cuanto hay en ella. Si, pues, todo esto ha de ser aniquilado, ¡qué vida tan entregada a Dios y tan fiel debe ser la vuestra, mientras esperáis y aceleráis la venida del día de Dios! Ese día, en que los cielos arderán y se desintegrarán y en que los elementos del mundo se derretirán consumidos por el fuego.
2 PEDRO 3:10-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada. Ya que todo será destruido de esa manera, ¿no deberíais vivir como Dios manda, siguiendo una conducta intachable y esperando ansiosamente la venida del día de Dios? Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán con el calor de las llamas.
2 PEDRO 3:10-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se desharán con un ruido espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, quedará sometida al juicio de Dios. Puesto que todo va a ser destruido de esa manera, ¡con cuánta santidad y devoción debéis vivir! Esperad la llegada del día de Dios, y haced lo posible por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán entre las llamas