2 PEDRO 1:16-18
2 PEDRO 1:16-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no lo hicimos siguiendo fábulas artificiosas, sino como testigos oculares de su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en el cual me complazco». Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.
2 PEDRO 1:16-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando os anunciamos la venida gloriosa y plena de poder de nuestro Señor Jesucristo, no lo hicimos como si se tratara de leyendas fantásticas, sino como testigos oculares de su grandiosidad. Él recibió, en efecto, honor y gloria cuando la sublime voz de Dios Padre resonó sobre él diciendo: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco». Y nosotros escuchamos esta voz venida del cielo mientras estábamos con el Señor en el monte santo.
2 PEDRO 1:16-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
La enseñanza que os dimos acerca del poder y el regreso de nuestro Señor Jesucristo no consistía en fábulas ingeniosas, puesto que con nuestros propios ojos vimos al Señor en su grandeza. Lo vimos cuando Dios Padre le dio honor y gloria, cuando la voz de Dios le habló de aquella gloriosa manera: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido.” Nosotros mismos oímos aquella voz que venía del cielo, pues estábamos con el Señor en el monte sagrado.
2 PEDRO 1:16-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando os dimos a conocer la venida de nuestro Señor Jesucristo en todo su poder, no estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos, sino dando testimonio de su grandeza, que vimos con nuestros propios ojos. Él recibió honor y gloria de parte de Dios el Padre, cuando desde la majestuosa gloria se le dirigió aquella voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él». Nosotros mismos oímos esa voz que vino del cielo cuando estábamos con él en el monte santo.