2 REYES 5:21-27
2 REYES 5:21-27 La Palabra (versión española) (BLP)
Guejazí salió tras Naamán y cuando este lo vio corriendo en pos de él, se apeó de su carro para recibirlo y le preguntó: —¿Va todo bien? Guejazí respondió: —Sí, todo va bien; pero mi amo me ha enviado a decirte que acaban de llegarle de la montaña de Efraín dos muchachos de la comunidad de profetas y que hagas el favor de darme para ellos un talento de plata y dos vestidos. Naamán le dijo: —Te ruego que aceptes dos talentos. Le insistió y metió en dos sacos dos talentos de plata y dos vestidos. Luego encargó a dos criados para que se los llevasen a Guejazí. Cuando llegó a la colina, Guejazí recogió todo y lo escondió en su casa. A continuación despidió a los criados y estos se marcharon. Se presentó entonces ante su amo y Eliseo le preguntó: —¿De dónde vienes, Guejazí? Él respondió: —No he ido a ningún sitio. Eliseo le replicó: —Yo te seguía en espíritu cuando un hombre se bajaba del carro para ir a tu encuentro. ¿Acaso era el momento de aceptar plata y vestidos para comprar olivos y viñas, ovejas y vacas, siervos y siervas? ¡Ahora la lepra de Naamán se os pegará para siempre a ti y tus descendientes! Y cuando Guejazí salió de allí llevaba la piel blanca como la nieve.
2 REYES 5:21-27 Reina Valera 2020 (RV2020)
Siguió Giezi a Naamán, y cuando Naamán vio que venía a toda prisa detrás de él, se bajó del carro para recibirlo, y le preguntó: —¿Va todo bien? —Todo bien —respondió él—. Pero mi señor me envía a decirte: «Acaban de venir a verme de los montes de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas; te ruego que les des tres mil monedas de plata y dos vestidos nuevos». Naamán le dijo: —Toma, por favor, seis mil. Y Naamán insistió en que Giezí aceptara dos bolsas, cada una con tres mil monedas de plata, junto con dos vestidos nuevos, y lo dio todo a dos de sus criados para que lo llevaran a cuestas delante de Giezi. Cuando llegó a un lugar secreto, lo tomó de manos de ellos y lo guardó en la casa. Luego mandó a los hombres que se fueran. Entonces entró y se presentó ante su señor. Eliseo le dijo: —¿De dónde vienes, Giezi? —Tu siervo no ha ido a ninguna parte —respondió él. Pero Eliseo insistió: —Cuando aquel hombre descendió de su carro para recibirte, ¿no estaba también allí mi corazón? ¿Acaso es tiempo de tomar plata y tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas? Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. Y salió de su presencia leproso, blanco como la nieve.
2 REYES 5:21-27 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Y se fue Guehazí tras Naamán, que al verle ir detrás de él se bajó de su carro para recibirle, y le preguntó: –¿Pasa algo malo? –No, nada –contestó Guehazí–. Pero mi amo me ha enviado a decirte que acaban de llegar dos profetas jóvenes, que vienen de los montes de Efraín, y te ruega que les des tres mil monedas de plata y dos mudas de ropa. Naamán respondió: –Por favor, toma seis mil monedas de plata. E insistiendo Naamán en que las aceptara, las metió en dos sacos junto con las dos mudas de ropa, y se lo entregó todo a dos de sus criados para que lo llevaran delante de Guehazí. Cuando llegaron a la colina, Guehazí tomó la plata que llevaban los criados, la guardó en la casa y los despidió. Luego fue y se presentó ante su amo, y Eliseo le preguntó: –¿De dónde vienes, Guehazí? –Yo no he ido a ninguna parte –contestó Guehazí. Pero Eliseo insistió: –Cuando cierto hombre se bajó de su carro para recibirte, yo estaba allí contigo, en el pensamiento. Pero este no es el momento de recibir dinero y mudas de ropa, ni de comprar huertos, viñas, ovejas, bueyes, criados y criadas. Por lo tanto, la lepra de Naamán se os pegará a ti y a tu descendencia para siempre. Y cuando Guehazí se separó de Eliseo, estaba leproso, blanco como la nieve.
2 REYES 5:21-27 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Así que Guiezi se fue para alcanzar a Naamán. Cuando este lo vio correr tras él, se bajó de su carro para recibirlo y lo saludó. Respondiendo al saludo, Guiezi dijo: ―Mi amo me ha enviado con este mensaje: “Dos jóvenes de la comunidad de profetas acaban de llegar de la sierra de Efraín. Te pido que me des para ellos tres mil monedas de plata y dos mudas de ropa”. ―Por favor, llévate seis mil —respondió Naamán, e insistió en que las aceptara. Echó entonces las monedas en dos sacos, junto con las dos mudas de ropa, y todo esto se lo entregó a dos criados para que lo llevaran delante de Guiezi. Al llegar a la colina, Guiezi tomó los sacos y los guardó en la casa; después despidió a los hombres, y estos se fueron. Entonces Guiezi se presentó ante su amo. ―¿De dónde vienes, Guiezi? —le preguntó Eliseo. ―Tu siervo no ha ido a ninguna parte —respondió Guiezi. Eliseo replicó: ―¿No estaba yo presente en espíritu cuando aquel hombre se bajó de su carro para recibirte? ¿Acaso es este el momento de recibir dinero y ropa, huertos y viñedos, ovejas y bueyes, criados y criadas? Ahora la lepra de Naamán se te pegará a ti, y a tus descendientes, para siempre. No bien había salido Guiezi de la presencia de Eliseo cuando ya estaba blanco como la nieve por causa de la lepra.