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2 REYES 13:3-25

2 REYES 13:3-25 La Palabra (versión española) (BLP)

El Señor se encolerizó contra Israel y lo entregó en poder de Jazael, el rey de Siria, y de su hijo Benadad, durante todo aquel tiempo. Pero Joacaz suplicó al Señor y el Señor lo escuchó, pues había visto cómo oprimía el rey de Siria a los israelitas. El Señor dio a Israel un salvador que lo libró del dominio sirio, y los israelitas pudieron vivir en sus casas como antes. Sin embargo, no se apartaron de los pecados que la dinastía de Jeroboán había hecho cometer a Israel, sino que persistieron en ellos y mantuvieron una estela sagrada en Samaría. Por eso, el Señor no le dejó a Joacaz más que cincuenta jinetes, diez carros y diez mil soldados de infantería, pues el rey de Siria los había destruido por completo. El resto de la historia de Joacaz, todo cuanto hizo y su valor, está escrito en el libro de los Anales de los Reyes de Israel. Cuando Joacaz murió, fue enterrado en Samaría y su hijo Joás le sucedió como rey. Joás, hijo de Joacaz, comenzó a reinar sobre Israel el año treinta y siete del reinado de Joás en Judá. Reinó en Samaría durante seis años. Ofendió al Señor y no se apartó de los pecados que Jeroboán, el hijo de Nabat, hizo cometer a Israel, persistiendo en ellos. El resto de la historia de Joás, todo lo que hizo y su valor en la guerra con Amasías, el rey de Judá, está escrito en el libro de los Anales de los Reyes de Israel. Cuando Joás murió, Jeroboán le sucedió en el trono. Joás fue enterrado en Samaría con los reyes de Israel. Eliseo estaba gravemente enfermo y Joás, el rey de Israel, bajó a visitarlo. Al verlo se puso a llorar, diciendo: —¡Padre mío, padre mío! ¡Carro y caballería de Israel! Eliseo le dijo: —Toma un arco y unas flechas. Joás lo hizo así y Eliseo le ordenó: —Empuña el arco. Joás empuñó el arco, y Eliseo puso sus manos sobre las manos del rey; luego le dijo: —Abre la ventana que da a oriente. El rey la abrió, y Eliseo le ordenó: —¡Dispara! Él disparó y Eliseo exclamó: —¡Flecha victoriosa del Señor! ¡Flecha victoriosa frente a Siria! Derrotarás a Siria en Afec, hasta acabar con ella. Luego añadió: —Toma las flechas. El rey de Israel las tomó, y Eliseo le dijo: —Golpea el suelo. Lo golpeó tres veces y se detuvo. Entonces el profeta se enfadó con él y le dijo: —Si hubieras golpeado cinco o seis veces, habrías derrotado a Siria hasta acabar con ella; pero así solo la derrotarás tres veces. Eliseo murió y lo enterraron. A primeros de año bandas moabitas hicieron incursiones por el país. Unos hombres, que estaban enterrando a un muerto, al divisar a estas bandas, arrojaron el muerto en la tumba de Eliseo y se fueron. Y cuando entró en contacto con los huesos de Eliseo, el muerto revivió y se puso en pie. Jazael, rey de Siria, había oprimido a Israel durante todo el reinado de Joacaz. Pero el Señor se compadeció de ellos y los atendió en consideración a su alianza con Abrahán, Isaac y Jacob. Por eso no quiso exterminarlos ni expulsarlos de su presencia hasta el presente. Cuando murió Jazael, el rey de Siria, su hijo Benadad le sucedió como rey. Entonces Joás, el hijo de Joacaz, arrebató a Benadad, el hijo de Jazael, las ciudades que este había arrebatado a su padre Joacaz en la guerra. Joás lo derrotó tres veces, recuperando así las ciudades de Israel.

2 REYES 13:3-25 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Por lo tanto se encendió la ira del Señor contra Israel, y por mucho tiempo lo entregó en manos de Hazael, rey de Siria, y de Ben-hadad, su hijo. Entonces Joacaz oró al Señor, y el Señor escuchó su oración, porque había visto de qué manera el rey de Siria oprimía a los israelitas. Y dio el Señor a Israel un libertador, y así los israelitas se libraron del poder de Siria y volvieron a vivir tranquilos en sus casas, como antes. Sin embargo, no se apartaron de los pecados cometidos por los descendientes de Jeroboam, el cual hizo pecar a Israel, sino que siguieron pecando, y la representación de Asera permaneció en Samaria. A Joacaz no le había quedado más ejército que cincuenta soldados de caballería, diez carros de combate y diez mil soldados de infantería, porque el rey de Siria los había destruido y reducido a polvo. El resto de la historia de Joacaz, de todo lo que hizo y de sus hazañas, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. Cuando murió, lo enterraron en Samaria. Después reinó en su lugar su hijo Joás. En el año treinta y siete del reinado de Joás, rey de Judá, Joás, hijo de Joacaz, comenzó a reinar en Israel, y reinó en Samaria dieciséis años. Pero sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, pues no se apartó de todos los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, sino que siguió cometiéndolos. El resto de la historia de Joás y de todo lo que hizo, y de sus hazañas, y de cómo luchó contra Amasías, rey de Judá, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. Cuando Joás murió, lo enterraron en Samaria con los reyes de Israel. Después subió al trono Jeroboam. Eliseo estaba enfermo de muerte, y Joás, rey de Israel, fue a verle, y lloró y le abrazó, diciendo: –¡Padre mío, padre mío, que has sido para Israel como un poderoso ejército! Eliseo le dijo: –Toma un arco y algunas flechas. El rey tomó un arco y unas flechas. Entonces Eliseo le dijo: –Prepárate a disparar una flecha. Mientras el rey hacía esto, Eliseo puso sus manos sobre las del rey y le dijo: –Abre la ventana que da al oriente. El rey la abrió, y Eliseo le ordenó: –Ahora, ¡dispara! Y el rey disparó la flecha. Entonces Eliseo exclamó: –¡Flecha salvadora del Señor! ¡Flecha salvadora contra Siria! ¡Tú vas a derrotar a los sirios en Afec, y acabarás con ellos! Después le dijo al rey: –Toma las flechas. Al tomarlas el rey, Eliseo le ordenó: –Ahora golpea el suelo. El rey golpeó el suelo tres veces, y se detuvo. Entonces el profeta se enojó con él y le dijo: –Si hubieras golpeado el suelo cinco o seis veces, habrías podido derrotar a los sirios hasta acabar con ellos; pero ahora los derrotarás sólo tres veces. Eliseo murió, y lo enterraron. Por entonces, año tras año, bandas de ladrones moabitas invadían el país. Y en cierta ocasión en que unos israelitas estaban enterrando a un hombre, al ver llegar a una de aquellas bandas arrojaron al muerto dentro de la tumba de Eliseo y se fueron. Pero tan pronto el muerto rozó los restos de Eliseo, resucitó y se puso en pie. Hazael, rey de Siria, oprimió a Israel mientras Joacaz vivió. Pero el Señor tuvo misericordia y compasión de ellos, y por causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob puso su atención en ellos y no quiso destruirlos ni arrojarlos de su presencia. Y hasta ahora no lo ha hecho. Cuando Hazael, rey de Siria, murió, reinó en su lugar su hijo Ben-hadad. Entonces Joás, hijo de Joacaz, rescató del poder de Ben-hadad las ciudades que este había quitado en la guerra a Joacaz, su padre. Y derrotó Joás a Ben-hadad tres veces, y recuperó las ciudades de Israel.

2 REYES 13:3-25 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Por eso la ira del SEÑOR se encendió contra los israelitas y, por mucho tiempo, los puso bajo el poder de Jazael, rey de Siria, y de su hijo Ben Adad. Entonces Joacaz clamó al SEÑOR, y él lo escuchó, pues vio la gran opresión del rey de Siria sobre Israel. El SEÑOR les proveyó un libertador, de modo que los israelitas pudieron librarse del poder de los sirios y vivir tranquilos, como antes. Sin embargo, siguieron el mal ejemplo de la familia de Jeroboán y no se apartaron de los pecados con que estos hicieron pecar a Israel, y hasta dejaron en pie la imagen de la diosa Aserá, que estaba en Samaria. Del ejército no le habían quedado a Joacaz más que cincuenta jinetes, diez carros de combate y diez mil soldados de infantería, pues el rey de Siria había destruido el ejército, aniquilándolo por completo. Los demás acontecimientos del reinado de Joacaz, y todo lo que hizo y su poderío, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. Joacaz murió y fue sepultado con sus antepasados en Samaria. Y su hijo Joás le sucedió en el trono. En el año treinta y siete del reinado de Joás, rey de Judá, Joás hijo de Joacaz ascendió al trono de Israel, y reinó en Samaria dieciséis años. Joás hizo lo que ofende al SEÑOR, pues siguió el mal ejemplo de Jeroboán hijo de Nabat y no se apartó de ninguno de los pecados con que este hizo pecar a Israel. Los demás acontecimientos del reinado de Joás, y todo lo que hizo y su poderío, incluso la guerra que sostuvo contra Amasías, rey de Judá, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. Joás murió y fue sepultado con sus antepasados en Samaria con los reyes de Israel. Y Jeroboán le sucedió en el trono. Cuando Eliseo cayó enfermo de muerte, Joás, rey de Israel, fue a verlo. Echándose sobre él, lloró y exclamó: ―¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel! Eliseo le dijo: ―Consigue un arco y varias flechas. Joás así lo hizo. Luego Eliseo le dijo: ―Empuña el arco. Cuando el rey empuñó el arco, Eliseo puso las manos sobre las del rey y le dijo: ―Abre la ventana que da hacia el oriente. Joás la abrió, y Eliseo le ordenó: ―¡Dispara! Así lo hizo. Entonces Eliseo declaró: ―¡Flecha victoriosa del SEÑOR! ¡Flecha victoriosa contra Siria! ¡Tú vas a derrotar a los sirios en Afec hasta acabar con ellos! Así que toma las flechas —añadió. El rey las tomó, y Eliseo le ordenó: ―¡Golpea el suelo! Joás golpeó el suelo tres veces, y se detuvo. Ante eso, el hombre de Dios se enojó y le dijo: ―Debiste haber golpeado el suelo cinco o seis veces; entonces habrías derrotado a los sirios hasta acabar con ellos. Pero ahora los derrotarás solo tres veces. Después de esto, Eliseo murió y fue sepultado. Cada año, bandas de guerrilleros moabitas invadían el país. En cierta ocasión, unos israelitas iban a enterrar a un muerto, pero de pronto vieron una de esas bandas y echaron el cadáver en la tumba de Eliseo. Cuando el cadáver tocó los huesos de Eliseo, ¡el hombre recobró la vida y se puso de pie! Durante el reinado de Joacaz, Jazael, rey de Siria, oprimió a los israelitas. Sin embargo, el SEÑOR tuvo misericordia de ellos. Por causa del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob, se compadeció de los israelitas y los preservó, y hasta el día de hoy no ha querido destruirlos ni arrojarlos de su presencia. Cuando murió Jazael, rey de Siria, le sucedió en el trono su hijo Ben Adad. Entonces Joás hijo de Joacaz logró rescatar del poder de Ben Adad las ciudades que este le había arrebatado a Joacaz. En tres ocasiones Joás logró derrotarlo, de modo que pudo recuperar las ciudades de Israel.

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