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2 CORINTIOS 9:1-11

2 CORINTIOS 9:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)

En cuanto a la ayuda para los creyentes, está de más que yo os escriba, pues conozco vuestra buena disposición, de la cual yo he hablado con orgullo entre los de Macedonia, pues les he dicho que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro ejemplo ha estimulado a la mayoría. Y he enviado a los hermanos para que, en este asunto, nuestro motivo de orgullo por vosotros no sea infundado, y para que, como lo he dicho, estéis preparados; no vaya a ser que si algunos macedonios van conmigo os encuentren desprevenidos y nosotros nos avergoncemos, por no decir vosotros, de este proyecto. Por tanto, consideré necesario pedir a los hermanos que fueran antes a vosotros y acabaran de recoger vuestra ofrenda, que ya habíais prometido, para que estuviera preparada como una ofrenda generosa y no como una ofrenda mísera. Esto os digo: El que siembra escasamente, también cosechará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también cosechará. Que cada uno dé como haya propuesto en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama a quien da con alegría. Y Dios es poderoso para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, tengáis siempre todo lo necesario, con abundancia para practicar toda clase de buenas obras. Así está escrito: Repartió, dio a los pobres, su justicia permanece para siempre . Y el que da semilla al que siembra, también le dará pan para comer; y multiplicará vuestra semilla y hará crecer los frutos de vuestra justicia. Para que al ser enriquecidos en todo, seáis del todo generosos, lo cual, por medio de nosotros, será motivo de acción de gracias a Dios.

2 CORINTIOS 9:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)

En relación con la ayuda a favor de los hermanos, me parece superfluo escribiros. Conozco vuestra buena disposición y presumo de ella delante de los macedonios; «los de Acaya —les he dicho— están preparados desde el año pasado»; de este modo, vuestro entusiasmo ha servido de estímulo para muchos. Si os envío a esos hermanos, es para que todo lo que he presumido de vosotros no quede reducido a la nada, al menos en este asunto concreto. Así pues, a ver si estáis de veras preparados, como he andado diciendo, no sea que vayan conmigo algunos de Macedonia y, al ver que no estáis preparados, quedemos en ridículo, primero yo, pero sobre todo vosotros, en lo que se refiere a este asunto. Por eso me pareció necesario pedir a esos hermanos que fueran por delante y preparasen con tiempo el generoso obsequio que habíais prometido. Preparadas así las cosas, parecerá verdaderamente un obsequio y no una muestra de tacañería. Tened esto en cuenta: «Quien siembra con miseria, miseria cosechará; quien siembra a manos llenas, a manos llenas cosechará». Dé cada uno según le dicte su conciencia, pero no a regañadientes o por compromiso, pues Dios ama a quien da con alegría. Dios, por su parte, tiene poder para colmaros de bendiciones de modo que, siempre y en cualquier circunstancia, tengáis lo necesario y hasta os sobre para que podáis hacer toda clase de buenas obras. Así lo dice la Escritura: Repartió con largueza a los necesitados, su generosidad permanece para siempre. El que proporciona semilla al sembrador y pan para que coma, os proporcionará también y hará que se multiplique vuestra simiente y que crezca el fruto de vuestra generosidad. Colmados así de riqueza, podréis repartir con una total liberalidad que, por mediación mía, redunde en acción de gracias a Dios.

2 CORINTIOS 9:1-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

En cuanto a la colecta para los hermanos en la fe, realmente no es necesario que os escriba, porque ya conozco vuestra buena voluntad. Siempre digo con orgullo a los de Macedonia que desde el año pasado, vosotros, los de Acaya, habéis estado dispuestos a colaborar, y la mayoría de los de Macedonia se han animado al conocer vuestra buena disposición. Sin embargo, os envío a estos hermanos para no quedar yo mal por sentirme tan orgulloso de vosotros cuando hablo de este asunto. Es decir, para que estéis verdaderamente preparados, no sea que algunos de Macedonia vayan conmigo y encuentren que no lo estáis. Eso sería una vergüenza para nosotros, que hemos puesto en vosotros tanta confianza; por no hablar de la vergüenza que sería para vosotros mismos. Precisamente por ello me ha parecido necesario pedir a estos hermanos que se adelanten y que os ayuden a completar la colecta que habíais prometido. Así, vuestra colecta estará dispuesta como una muestra de generosidad y no como una muestra de tacañería. Acordaos de esto: el que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. Que cada uno dé según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Dios puede concederos con abundancia toda clase de bendiciones, para que, además de tener lo necesario, os sobre para ayudar a toda clase de buenas obras. La Escritura dice: “Ha dado generosamente a los pobres y su justicia permanece para siempre.” Dios, que da la semilla que se siembra y el alimento que se come, os dará todo lo necesario para vuestra siembra, y la hará crecer y hará que vuestra generosidad produzca una gran cosecha. Así tendréis toda clase de riquezas y podréis dar generosamente. Y la colecta que enviéis será motivo de que, por medio de nosotros, los hermanos den gracias a Dios.

2 CORINTIOS 9:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

No hace falta que os escriba acerca de esta ayuda para los santos, porque conozco la buena disposición que tenéis. Esto lo he comentado con orgullo entre los macedonios, diciéndoles que desde el año pasado vosotros, los de Acaya, estabais preparados para dar. Vuestro entusiasmo ha servido de estímulo a la mayoría de ellos. Con todo, os envío a estos hermanos para que en este asunto no resulte vano nuestro orgullo por vosotros, sino que estéis preparados, como ya he dicho que lo estaríais, no sea que algunos macedonios vayan conmigo y os encuentren desprevenidos. En ese caso nosotros —por no decir nada de vosotros— nos avergonzaríamos por haber estado tan seguros. Así que me pareció necesario rogar a estos hermanos que se adelantaran a visitaros y completaran los preparativos para esa generosa colecta que habíais prometido. Entonces estará lista como una ofrenda generosa, y no como una tacañería. Recordad esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengáis todo lo necesario, y toda buena obra abunde en vosotros. Como está escrito: «Repartió sus bienes entre los pobres; su justicia permanece para siempre». El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que produzcáis una abundante cosecha de justicia. Seréis enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión podáis ser generosos, y para que por medio de nosotros vuestra generosidad resulte en acciones de gracias a Dios.