2 CORINTIOS 11:2-4
2 CORINTIOS 11:2-4 Reina Valera 2020 (RV2020)
Porque el celo que tengo por vosotros proviene de Dios, pues os he comprometido en matrimonio con un marido, para presentaros como una virgen pura a Cristo. Pero tengo miedo de que, así como la serpiente engañó a Eva con su astucia, vuestros sentidos sean también de alguna manera corrompidos y se aparten de la sencillez que hay en Cristo. Porque si viene alguno que predica otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu diferente al que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis recibido, lo toleráis bien.
2 CORINTIOS 11:2-4 La Palabra (versión española) (BLP)
Os quiero tanto que me abrasan unos celos que provienen de Dios, pues os he desposado con un solo marido presentándoos a Cristo como si fuerais una virgen pura. Pero tengo miedo; lo mismo que la serpiente sedujo con su astucia a Eva, temo que pervierta vuestros pensamientos apartándoos de una sincera y limpia entrega a Cristo. De hecho, si alguno viene y os anuncia a otro Jesús distinto del que os hemos anunciado, o pretende que recibáis un Espíritu distinto del que recibisteis o un evangelio distinto del que abrazasteis, ¡lo aceptáis tan a gusto!
2 CORINTIOS 11:2-4 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Porque el celo que siento por vosotros es un celo que viene de Dios. Yo os he comprometido en casamiento con un solo esposo, Cristo, y quiero presentaros ante él puros como una virgen. Pero temo que, así como la serpiente engañó con su astucia a Eva, también vosotros os dejéis engañar y que vuestros pensamientos se aparten de la devoción pura y sincera a Cristo. Con gusto soportáis a cualquiera que os llega hablando de un Jesús diferente del que os hemos predicado, y aceptáis de buen grado un espíritu diferente del Espíritu que ya habéis recibido y un evangelio diferente del que ya habéis aceptado.
2 CORINTIOS 11:2-4 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El celo que siento por vosotros proviene de Dios, pues os tengo prometidos a un solo esposo, que es Cristo, para presentaros como una virgen pura. Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros pensamientos sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo. Si alguien llega a vosotros predicando a un Jesús diferente del que os hemos predicado nosotros, o si recibís un espíritu o un evangelio diferentes de los que ya recibisteis, a ese lo aguantáis con facilidad.