2 CORINTIOS 10:9-12
2 CORINTIOS 10:9-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Que no parezca que os quiero asustar por carta, pues algunos dicen que las cartas son duras y fuertes, pero que mi presencia física es débil y la palabra despreciable. Quien dice eso, que sepa que tal como somos de palabra y por carta estando ausentes, así somos con los hechos estando presentes. No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pues no entienden que se miden con su propia medida y se comparan consigo mismos.
2 CORINTIOS 10:9-12 La Palabra (versión española) (BLP)
De esta manera no parecerá que trato de amedrentaros con mis cartas. «Porque sus cartas —dicen algunos— son duras y fuertes, pero en persona es un pobre hombre y, como orador, un desastre». Pues sepa la persona que tal dice, que soy muy capaz de llevar a la práctica, estando presente, lo que digo en mis cartas estando ausente. ¡Cómo voy a osar igualarme o compararme con esos que se hacen su propia propaganda! Al medirse con la medida que ellos mismos fabrican y compararse con ellos mismos, demuestran que son necios.
2 CORINTIOS 10:9-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
No quiero que parezca que trato de asustaros con mis cartas. Hay quien dice que mis cartas son duras y fuertes, pero que en persona no impresiono a nadie ni impongo respeto al hablar. Pero el que esto dice debe saber también que, tal como somos con palabras y por carta estando lejos de vosotros, así seremos también con hechos cuando estemos entre vosotros. Ciertamente, no nos atrevemos a igualarnos o a compararnos con esos que se alaban a sí mismos. Pero ellos cometen una tontería al medirse con su propia medida y al compararse unos con otros.
2 CORINTIOS 10:9-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
No quiero dar la impresión de que trato de asustaros con mis cartas, pues algunos dicen: «Sus cartas son duras y fuertes, pero él en persona no impresiona a nadie, y como orador es un fracaso». Tales personas deben darse cuenta de que lo que somos por escrito estando ausentes lo seremos con hechos estando presentes. No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos que tanto se recomiendan a sí mismos. Al medirse con su propia medida y compararse unos con otros, no saben lo que hacen.