2 CRÓNICAS 7:12-20
2 CRÓNICAS 7:12-20 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces, apareció el Señor a Salomón de noche y le dijo: —Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar como Casa de sacrificio. Si yo cierro los cielos para que no haya lluvia, y si mando a la langosta que consuma la tierra, o si envío la peste a mi pueblo; si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. Mis ojos estarán abiertos, y mis oídos atentos, a la oración que se haga en este lugar; pues ahora he elegido y santificado esta Casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre. Y si tú andas delante de mí como anduvo tu padre David, haces todas las cosas que yo te he mandado, y guardas mis estatutos y mis decretos, yo confirmaré el trono de tu reino, como pacté con David, tu padre, cuando le dije: «No te faltará uno de los tuyos para que gobierne en Israel». Pero si vosotros os volvéis, y dejáis mis estatutos y mandamientos que he puesto delante de vosotros, y vais y servís a dioses ajenos, y los adoráis, yo os arrancaré de mi tierra que os he dado; arrojaré de mi presencia esta Casa que he santificado a mi nombre, y la haré objeto de burla y escarnio entre todos los pueblos.
2 CRÓNICAS 7:12-20 La Palabra (versión española) (BLP)
se le apareció el Señor de noche y le dijo: —He escuchado tus súplicas y he elegido este lugar como Templo para ofrecer sacrificios. Cuando yo cierre el cielo para que no llueva, cuando mande a los saltamontes devorar la tierra o envíe una epidemia a mi pueblo, si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla, ora, me busca y se arrepiente de su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y devolveré la salud a su tierra. Mantendré mis ojos abiertos y mis oídos atentos a las oraciones de este lugar. He elegido y consagrado este Templo que has construido como residencia perpetua de mi nombre: aquí estarán siempre mis ojos y mi corazón. Si tú procedes conmigo, como tu padre David, cumpliendo lo que te he mandado y guardando mis preceptos y decretos, reafirmaré tu reinado, tal como le prometí a tu padre David: «No te faltarán descendientes que gobiernen a Israel». Pero si vosotros me abandonáis, olvidáis los mandamientos y preceptos que os he dado y os vais a servir y a adorar a otros dioses, os arrancaré de mi tierra que os he dado, abandonaré este Templo que he consagrado a mi nombre y lo convertiré en refrán y burla de todos los pueblos.
2 CRÓNICAS 7:12-20 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Entonces se le apareció de noche el Señor y le dijo: “He escuchado tu oración, y he escogido este sitio como templo para los sacrificios. Así que, si mando una sequía y hago que no llueva, u ordeno a las langostas que destruyan los campos, o envío una peste sobre mi pueblo; y si mi pueblo, el pueblo que lleva mi nombre, se humilla, ora, me busca y deja su mala conducta, yo le escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y devolveré la prosperidad a su país. De ahora en adelante escucharé con atención las oraciones que se hagan en este lugar, porque he escogido y consagrado este templo como residencia perpetua de mi nombre. Siempre lo cuidaré y lo tendré presente. Si tú, pues, te comportas en mi presencia como lo hizo David, tu padre, poniendo en práctica todo lo que te he ordenado y obedeciendo mis leyes y decretos, yo confirmaré tu reinado según lo pactado con David, tu padre, cuando le dije que nunca faltaría un descendiente suyo que gobernara a Israel. Pero si os apartáis de mí, y no cumplís las leyes y los mandamientos que os he dado, sino que servís y adoráis a otros dioses, os arrancaré de la tierra que os he dado, arrojaré de mi presencia el templo que he consagrado y haré que seáis motivo de burla constante entre todas las naciones.
2 CRÓNICAS 7:12-20 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
el SEÑOR se le apareció una noche y le dijo: «He escuchado tu oración, y he escogido este templo para que en él se me ofrezcan sacrificios. Cuando yo cierre los cielos para que no llueva, o le ordene a la langosta que devore la tierra, o envíe pestes sobre mi pueblo, si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. Mantendré abiertos mis ojos, y atentos mis oídos a las oraciones que se eleven en este lugar. Desde ahora y para siempre escojo y consagro este templo para habitar en él. Mis ojos y mi corazón siempre estarán allí. »En cuanto a ti, si me sigues como lo hizo tu padre David, y me obedeces en todo lo que yo te ordene y cumples mis decretos y leyes, yo afirmaré tu trono real, como pacté con tu padre David cuando le dije: “Nunca te faltará un descendiente en el trono de Israel”. »Pero, si vosotros me abandonáis, y desobedecéis los decretos y mandamientos que os he dado, y os apartáis de mí para servir y adorar a otros dioses, os desarraigaré de la tierra que os he dado y repudiaré este templo que he consagrado en mi honor. Entonces os convertiré en el hazmerreír de todos los pueblos.