2 CRÓNICAS 5:1-10
2 CRÓNICAS 5:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando concluyeron todas las obras que había encargado hacer para el Templo del Señor, Salomón llevó las ofrendas de oro y plata y otros utensilios consagrados por su padre David, y los depositó en el tesoro del Templo de Dios. Salomón convocó en Jerusalén, a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los cabezas de familia israelitas para trasladar el Arca de la alianza del Señor desde la ciudad de David o Sion, y todos los israelitas se reunieron con el rey en la fiesta del mes séptimo. Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los levitas cargaron el Arca y la trasladaron junto con la Tienda del encuentro y todos los objetos sagrados que había en ella y que fueron llevados por los sacerdotes levitas. El rey Salomón y toda la asamblea de Israel reunida junto a él ante el Arca sacrificaron ovejas y toros en cantidades incalculables. Los sacerdotes llevaron el Arca de la alianza del Señor a su lugar, al camarín del Templo o lugar santísimo, bajo las alas de los querubines. Los querubines tenían sus alas extendidas sobre el lugar que ocupaba el Arca y cubrían por encima el Arca y sus varales. Los varales eran tan largos que sus extremos se podían ver desde el lugar santo que estaba delante del camarín, aunque no se veían desde el exterior. Y allí siguen hasta el presente. El Arca solo contenía las dos tablas que Moisés entregó en el Horeb, cuando el Señor hizo alianza con los israelitas tras la salida del país de Egipto.
2 CRÓNICAS 5:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Así se acabó toda la obra que hizo Salomón para la casa del Señor. Luego metió Salomón las ofrendas que David, su padre, había consagrado: la plata, el oro y todos los demás utensilios, y lo puso todo en los tesoros de la casa de Dios. Entonces, Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los príncipes de las tribus, y a los jefes de las familias de los hijos de Israel, para que trasladaran el arca del pacto del Señor desde la Ciudad de David, que es Sion. Y se congregaron junto al rey todos los hombres de Israel para la fiesta solemne del mes séptimo. Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los levitas tomaron el arca, y la llevaron, junto con el tabernáculo de reunión y todos los utensilios del santuario que estaban en él. Los sacerdotes y los levitas los llevaron. El rey Salomón y toda la congregación de Israel que se había reunido con él delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes, que por ser tantos no se pudieron contar ni calcular. Los sacerdotes metieron el arca del pacto del Señor en su lugar, en el santuario de la Casa, en el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines, pues los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, con lo que cubrían así tanto el arca como sus barras por encima. E hicieron salir las barras, de modo que se vieran las cabezas de las barras del arca delante del lugar santísimo, pero no se veían desde fuera; y allí están hasta el día de hoy. En el arca no había nada más que las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb, las tablas del pacto que el Señor había hecho con los hijos de Israel cuando salieron de Egipto.
2 CRÓNICAS 5:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Cuando se acabaron todas las obras que Salomón mandó realizar en el templo del Señor, llevó Salomón los utensilios de oro y de plata que David, su padre, había dedicado al Señor, y los depositó en los tesoros del templo de Dios. Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a las personas principales de las familias israelitas, para trasladar el arca del pacto del Señor desde Sión, la Ciudad de David. Y en el día de la fiesta solemne, en el séptimo mes del año, se reunieron con el rey Salomón todos los israelitas. Llegaron todos los ancianos de Israel, y los levitas tomaron el arca y la trasladaron junto con la tienda del encuentro con Dios y con todos los utensilios sagrados que había en ella, los cuales llevaban los sacerdotes y levitas. El rey Salomón y toda la comunidad israelita que se había reunido con él, estaban delante del arca ofreciendo en sacrificio ovejas y toros en cantidad tal que no se podían contar. Después llevaron los sacerdotes el arca del pacto del Señor al interior del templo, hasta el Lugar Santísimo, bajo las alas de los seres alados, pues estos tenían las alas extendidas sobre el sitio donde estaba el arca, cubriendo por encima tanto el arca como sus travesaños. Pero los travesaños eran tan largos que sus extremos se veían desde el Lugar Santo, frente al Lugar Santísimo, aunque no podían verse por fuera; y así han quedado hasta el día de hoy. En el arca no había más que las dos tablas de piedra que Moisés había puesto allí en Horeb, las tablas del pacto hecho por el Señor con los israelitas cuando salieron de Egipto.
2 CRÓNICAS 5:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Una vez terminada toda la obra que había mandado hacer para el templo del SEÑOR, Salomón hizo traer el oro, la plata y todos los utensilios que su padre David había consagrado, y los depositó en el tesoro del templo de Dios. Entonces Salomón mandó que los ancianos de Israel, y todos los jefes de las tribus y los patriarcas de las familias israelitas, se congregaran en Jerusalén para trasladar el arca del pacto del SEÑOR desde Sión, la Ciudad de David. Así que durante la fiesta del mes séptimo todos los israelitas se congregaron ante el rey. Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los levitas alzaron el arca. Los sacerdotes y los levitas la trasladaron junto con la Tienda de reunión y con todos los utensilios sagrados que había en ella. El rey Salomón y toda la asamblea de Israel reunida delante del arca sacrificaron ovejas y bueyes en tal cantidad que fue imposible llevar la cuenta. Luego los sacerdotes llevaron el arca del pacto del SEÑOR a su lugar en el santuario interior del templo, que es el Lugar Santísimo, y la pusieron bajo las alas de los querubines. Con sus alas extendidas sobre ese lugar, los querubines cubrían el arca y sus travesaños. Los travesaños eran tan largos que sus extremos se podían ver desde el arca delante del Lugar Santísimo, aunque no desde afuera; y ahí han permanecido hasta hoy. En el arca solo estaban las dos tablas que Moisés había colocado en ella en Horeb, donde el SEÑOR hizo un pacto con los israelitas después de que ellos salieron de Egipto.