2 CRÓNICAS 35:1-19
2 CRÓNICAS 35:1-19 Reina Valera 2020 (RV2020)
Josías celebró la Pascua al Señor en Jerusalén, y sacrificaron la Pascua a los catorce días del mes primero. Puso también a los sacerdotes en sus oficios y los confirmó en el ministerio de la casa del Señor. Dijo además a los levitas que enseñaban a todo Israel y que estaban dedicados al Señor: —Poned el arca santa en la casa que edificó Salomón hijo de David, rey de Israel, para que no la carguéis más sobre los hombros. Servid ahora al Señor, vuestro Dios, y a su pueblo Israel. Preparaos según las familias de vuestros padres, por vuestros turnos, como lo ordenaron David, rey de Israel, y Salomón, su hijo. Estad en el santuario según la distribución de las familias de vuestros hermanos, los hijos del pueblo, y según la distribución de la familia de los levitas. Sacrificad luego la Pascua, santificaos y preparadla para que vuestros hermanos puedan cumplir la palabra del Señor dada por medio de Moisés. Luego el rey Josías dio a los del pueblo ovejas, corderos y cabritos de los rebaños, en número de treinta mil, y tres mil bueyes, todo para la Pascua, para todos los que se hallaban presentes. Todo esto provenía de la hacienda del rey. También sus príncipes dieron con generosidad al pueblo y a los sacerdotes y levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, oficiales de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes, para celebrar la Pascua, dos mil seiscientas ovejas y trescientos bueyes. Asimismo, Conanías, Semaías y Natanael, sus hermanos, y Hasabías, Jeiel y Josabad, jefes de los levitas, dieron a los levitas, para los sacrificios de la Pascua, cinco mil ovejas y quinientos bueyes. Preparado así el servicio, los sacerdotes se colocaron en sus puestos, y de igual modo los levitas en sus turnos, conforme al mandamiento del rey. Entonces sacrificaron la Pascua; y rociaban los sacerdotes la sangre recibida de manos de los levitas, y los levitas desollaban las víctimas. Tomaron luego del holocausto, para dar conforme a los repartimientos de las familias del pueblo, a fin de que ofrecieran al Señor según está escrito en el libro de Moisés; y asimismo tomaron de los bueyes. Asaron la Pascua al fuego conforme a la ordenanza; pero lo que había sido santificado lo cocieron en ollas, en calderos y sartenes, y lo repartieron rápidamente a todo el pueblo. Después prepararon para ellos mismos y para los sacerdotes; porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en el sacrificio de los holocaustos y de las grasas; por tanto, los levitas prepararon para ellos mismos y para los sacerdotes, hijos de Aarón. Asimismo, los cantores, hijos de Asaf, estaban en su puesto, conforme al mandamiento de David, de Asaf y de Hemán, y de Jedutún, el vidente del rey; lo mismo los porteros, cada uno en su puerta; y no fue necesario que se apartaran de su ministerio, porque sus hermanos los levitas preparaban para ellos. Así se organizó aquel día todo el servicio del Señor, para celebrar la Pascua y para sacrificar los holocaustos sobre el altar del Señor, conforme al mandamiento del rey Josías. Los hijos de Israel que estaban allí celebraron en ese tiempo la Pascua y la fiesta solemne de los Panes sin levadura durante siete días. No se había celebrado una Pascua como esta en Israel desde los días del profeta Samuel; ni ningún rey de Israel celebró una Pascua tal como la que celebró el rey Josías, los sacerdotes y los levitas, todo Judá e Israel, que allí se hallaban presentes, junto con los habitantes de Jerusalén. Esta Pascua fue celebrada en el año dieciocho del rey Josías.
2 CRÓNICAS 35:1-19 La Palabra (versión española) (BLP)
Josías celebró la Pascua del Señor en Jerusalén y sacrificaron el cordero pascual el día catorce del primer mes. Restableció a los sacerdotes en sus funciones y los animó a cumplir su servicio en el Templo del Señor. Y dijo a los levitas instructores de Israel y consagrados al Señor: —Dejad el Arca santa en el Templo que construyó Salomón, el hijo de David, rey de Israel, pues ya no tenéis que llevarla a hombros, y servid ahora al Señor, vuestro Dios, y a su pueblo, Israel. Organizaos por familias y por turnos como prescribieron David, rey de Israel, y su hijo Salomón. Ocupad vuestros puestos en el santuario según la distribución de las familias de vuestros hermanos del pueblo y según la distribución de las familias levitas. Sacrificad el cordero pascual, santificaos y preparadlo a vuestros hermanos, cumpliendo lo que Dios mandó por medio de Moisés. Josías proporcionó a la gente, de su propio ganado, treinta mil corderos y cabritos, como víctimas pascuales para los allí presentes, y tres mil novillos. De igual manera, sus oficiales hicieron donaciones voluntarias al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. Jilquías, Zacarías y Jiel, intendentes del Templo dieron a los sacerdotes mil seiscientas víctimas pascuales y trescientos novillos. Por su parte, los jefes levitas Conanías, Semaías, su hermano Natanael, Jasabías, Jiel y Josabad proporcionaron a sus hermanos cinco mil víctimas pascuales y quinientos novillos. Una vez organizado el servicio, los sacerdotes ocuparon sus puestos y los levitas se distribuyeron por turnos, como el rey había ordenado. Entonces sacrificaron las víctimas pascuales, y mientras los sacerdotes recibían la sangre y rociaban con ella las víctimas, los levitas las desollaban, separaban las partes que debían ser quemadas y las entregaban a los grupos de familias del pueblo para ofrecerlas a Dios, tal y como está escrito en el libro de Moisés. Y lo mismo hicieron con los novillos. Luego asaron las víctimas pascuales, según lo prescrito, y cocieron las partes consagradas en ollas, calderos y cazuelas, para repartirlas inmediatamente entre la gente del pueblo. Después los levitas prepararon su parte y la de los sacerdotes, pues los sacerdotes descendientes de Aarón estuvieron ocupados hasta la noche en ofrecer los holocaustos y las grasas. Por eso los levitas las prepararon para sí y para los sacerdotes. También los cantores, descendientes de Asaf, estaban en sus puestos, según lo prescrito por David, Asaf, Hemán y Jedutún, vidente del rey; a su vez, los porteros estaban en sus puertas respectivas, sin necesidad de abandonar sus servicios, ya que sus hermanos levitas les prepararon su parte. Así fue como se organizó aquel día todo el servicio religioso para poder celebrar la Pascua y ofrecer los holocaustos en el altar del Señor, como había ordenado el rey Josías. Los israelitas que se hallaban presentes en aquella ocasión celebraron la Pascua y la fiesta de los Panes sin levadura durante siete días. No se había celebrado en Israel una Pascua como aquella desde la época del profeta Samuel; ningún rey de Israel había celebrado una Pascua como la que celebraron Josías, los sacerdotes, los levitas, toda la gente de Judá e Israel que estaba presente y los habitantes de Jerusalén. Aquella Pascua se celebró el año décimo octavo del reinado de Josías.
2 CRÓNICAS 35:1-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Josías celebró en Jerusalén la Pascua en honor del Señor: el día catorce del primer mes del año se sacrificó el cordero para la fiesta. Instaló a los sacerdotes en sus puestos de servicio y los animó a que atendieran el servicio del templo del Señor. Además, a los levitas, que eran los maestros de todo Israel y que estaban consagrados al Señor, les dio estas instrucciones: “Colocad el arca sagrada en el templo que construyó Salomón, hijo de David y rey de Israel. Ya no tendréis que llevarla a hombros. Ahora dedicaos a servir al Señor vuestro Dios y a Israel, pueblo del Señor. Organizaos por familias y turnos, según lo dejaron escrito David, rey de Israel, y su hijo Salomón. Quédese en el santuario un grupo de levitas por cada grupo de familias, como representantes de los grupos de familias de los otros israelitas, sus hermanos. Sacrificad el cordero de la Pascua, purificaos y preparad lo necesario para que vuestros hermanos puedan cumplir lo que el Señor ordenó por medio de Moisés.” Luego Josías, de su propio ganado, dio a toda la gente del pueblo que se encontraba allí animales para celebrar la Pascua: corderos y cabritos, en un total de treinta mil cabezas, y además tres mil novillos. También los funcionarios del rey hicieron donativos voluntarios al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. A su vez, Hilquías, Zacarías y Jehiel, encargados del templo de Dios, entregaron a los sacerdotes dos mil seiscientos animales para celebrar la Pascua, y trescientos novillos; y Conanías, y sus colegas Semaías y Natanael, así como Hasabías, Jehiel y Jozabad, jefes de los levitas, les entregaron cinco mil animales para la celebración de la Pascua, y quinientos novillos. Estando así ya dispuesta la celebración, los sacerdotes ocuparon sus puestos y los levitas se organizaron según sus turnos, como lo había ordenado el rey. Entonces sacrificaron los animales de la Pascua, y mientras los levitas desollaban a los animales, los sacerdotes rociaban el altar con la sangre que los levitas les pasaban. Después retiraron la grasa que había de ser quemada de acuerdo con los grupos de familias del pueblo, para que la ofrecieran al Señor como está ordenado en el libro de Moisés; y lo mismo hicieron con los novillos. A continuación asaron los animales para la celebración de la Pascua, como está prescrito; y las demás ofrendas sagradas las cocieron en ollas, calderos y sartenes, y a toda prisa las repartieron entre toda la gente del pueblo. Luego los levitas prepararon lo que les correspondía a ellos y a los sacerdotes, porque los sacerdotes, descendientes de Aarón, estuvieron atareados hasta la noche ofreciendo los holocaustos y la grasa. Por eso los levitas tuvieron que preparar la parte que les correspondía a ellos y a los sacerdotes, descendientes de Aarón. En cuanto a los cantores, descendientes de Asaf, también estaban en sus puestos, conforme a las disposiciones de David, Asaf, Hemán y Jedutún, vidente al servicio del rey. Los porteros estaban en sus respectivas puertas; ninguno de ellos tuvo que abandonar su puesto, porque sus colegas, los levitas, les prepararon la parte de los sacrificios que les correspondía. Así se organizó todo el servicio del Señor aquel día para celebrar la Pascua y ofrecer los holocaustos sobre el altar del Señor, según lo había mandado el rey Josías. Los israelitas que estaban presentes en aquella ocasión, celebraron la Pascua y los siete días en que se come el pan sin levadura. Nunca se había celebrado en Israel una Pascua como esta desde la época del profeta Samuel; ninguno entre los reyes de Israel celebró la Pascua como la celebró Josías, con los sacerdotes y levitas y la gente de Judá y de Israel que estaba presente, y con los habitantes de Jerusalén. Fue en el año dieciocho del reinado de Josías cuando se celebró aquella Pascua.
2 CRÓNICAS 35:1-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Josías celebró en Jerusalén la Pascua del SEÑOR. El día catorce del mes primero celebraron la Pascua. Josías asignó las funciones a los sacerdotes y los animó a dedicarse al servicio del templo del SEÑOR. A los levitas, que eran los encargados de enseñar a los israelitas y que estaban consagrados al SEÑOR, les dijo: «Poned el arca sagrada en el templo que construyó Salomón hijo de David, rey de Israel, para que ya no tengáis que llevarla sobre los hombros. Servid al SEÑOR vuestro Dios y a su pueblo Israel. Organizaos en turnos, según vuestras familias patriarcales, de acuerdo con las instrucciones que dejaron por escrito David, rey de Israel, y su hijo Salomón. Ocupad vuestros puestos en el santuario, conforme a las familias patriarcales de vuestros hermanos israelitas, de manera que a cada grupo de familias del pueblo corresponda un grupo de levitas. Celebrad la Pascua, consagraos y preparadlo todo para vuestros hermanos, y cumplid con lo que el SEÑOR ordenó por medio de Moisés». De sus propios bienes, Josías obsequió a todo el pueblo allí presente unos treinta mil corderos y cabritos y tres mil bueyes, para que celebraran la Pascua. También los jefes hicieron sus donativos para el pueblo y para los sacerdotes y levitas. Por su parte, Jilquías, Zacarías y Jehiel, oficiales del templo de Dios, entregaron a los sacerdotes dos mil seiscientos animales de ganado menor y trescientos bueyes, para celebrar la Pascua. Conanías y sus hermanos Semaías y Natanael, y Jasabías, Jeyel y Josabad, jefes de los levitas, entregaron a los levitas cinco mil animales de ganado menor y quinientos bueyes. Una vez preparada la ceremonia, los sacerdotes ocuparon sus puestos, y los levitas se organizaron según sus turnos, conforme a la orden del rey. Al sacrificar los animales para la Pascua, los sacerdotes rociaban la sangre y los levitas desollaban los animales. Luego entregaban a cada familia patriarcal del pueblo la porción que esta debía ofrecerle al SEÑOR, como está escrito en el libro de Moisés. Lo mismo hicieron con los bueyes. Después asaron los animales para la Pascua, conforme al mandamiento; además, cocieron las otras ofrendas en ollas, calderos y sartenes, y las repartieron rápidamente entre toda la gente. Luego prepararon la Pascua para ellos mismos y para los sacerdotes descendientes de Aarón. Los levitas tuvieron que prepararla para ellos mismos y para los sacerdotes porque estos estuvieron ocupados hasta la noche ofreciendo los holocaustos y la grasa. Los cantores descendientes de Asaf ocuparon sus puestos, de acuerdo con lo que habían dispuesto David, Asaf, Hemán y Jedutún, vidente del rey. También los porteros permanecieron en sus respectivas puertas, y no tuvieron que abandonar sus puestos de servicio, pues sus compañeros levitas les prepararon la Pascua. Así se organizó aquel día el servicio del SEÑOR para celebrar la Pascua y ofrecer los holocaustos en el altar del SEÑOR, tal como lo había ordenado el rey Josías. En aquella ocasión, los israelitas allí presentes celebraron durante siete días la fiesta de la Pascua y la de los Panes sin levadura. Desde la época del profeta Samuel no se había celebrado una Pascua semejante, y ninguno de los reyes había celebrado una Pascua así, como lo hizo Josías con los sacerdotes y levitas, con los habitantes de Judá y de Israel allí presentes, y con los de Jerusalén. Esta Pascua se celebró en el año dieciocho del reinado de Josías.