2 CRÓNICAS 32:9-15
2 CRÓNICAS 32:9-15 Reina Valera 2020 (RV2020)
Después de esto, Senaquerib, rey de los asirios, mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió a sus siervos a Jerusalén para decir a Ezequías, rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén: —Así ha dicho Senaquerib, rey de los asirios: ¿En quién confiáis vosotros al resistir el sitio en Jerusalén? ¿No os engaña Ezequías para entregaros a la muerte por hambre y sed, cuando dice: «El Señor, nuestro Dios, nos librará de manos del rey de Asiria»? ¿No es Ezequías el mismo que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: «Solo delante de este altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso»? ¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de esas tierras librar su país de mis manos? ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiera salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mis manos? Ahora, pues, no os engañe Ezequías ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos y de las manos de mis padres, ¡tampoco vuestro Dios os podrá librar de mis manos!
2 CRÓNICAS 32:9-15 La Palabra (versión española) (BLP)
Más adelante, Senaquerib, el rey de Asiria, que estaba en Laquis con todas sus tropas, envió una embajada a Jerusalén para decir al rey Ezequías y a todos los judíos reunidos en Jerusalén: —Esto dice Senaquerib, el rey de Asiria: ¿En qué confiáis para resistir sitiados en Jerusalén? Ezequías os engaña, para luego haceros morir de hambre y sed, prometiéndoos que el Señor vuestro Dios os librará del poder del rey de Asiria. ¿No es ese el Dios al que Ezequías le ha quitado los santuarios y altares locales, ordenando a Judá y a Jerusalén que solo debéis adorarlo y quemarle incienso en un único altar? ¿Es que no sabéis cómo hemos tratado mis antepasados y yo a todos los pueblos de la tierra? ¿Acaso los dioses de estas naciones han podido librar a sus territorios de mi poder? Y si ninguno de los dioses de las naciones a las que mis antepasados exterminaron pudo salvarlos de mi poder, ¿cómo va a poder libraros vuestro Dios? Así que no os dejéis engatusar o engañar por Ezequías. Y no le creáis; pues si ningún dios ha podido librar de mi poder o del poder de mis antepasados a ninguna nación o reino, tampoco vuestro Dios podrá salvaros ahora.
2 CRÓNICAS 32:9-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Después el rey Senaquerib de Asiria, que se encontraba atacando a Laquis con todas sus tropas, mandó a Jerusalén unos oficiales suyos, para comunicar a Ezequías, rey de Judá, y a todos los habitantes de Jerusalén que estaban en Jerusalén, el siguiente mensaje: “Senaquerib, rey de Asiria, manda a deciros: ‘¿Por qué os sentís tan seguros, que os quedáis en Jerusalén a pesar de estar cercados? Si Ezequías os dice que el Señor vuestro Dios os librará de mis manos, os está engañando y os está exponiendo a morir de hambre y de sed. ¿Acaso no suprimió Ezequías los lugares de culto y los altares de ese Dios, y ordenó que la gente de Judá y Jerusalén le diera culto y le ofreciera incienso solamente en un altar? ¿No sabéis lo que yo y mis antepasados hemos hecho con todos los pueblos de los demás países? ¿Acaso pudieron los dioses de esas naciones librarlos de mi poder? ¿Cuál de todos los dioses de esas naciones que destruyeron mis antepasados pudo salvar a su país de mi poder? ¿Por qué pensáis que vuestro Dios podrá salvaros? Ahora pues, no os dejéis engañar ni embaucar por Ezequías; no le creáis, pues si ningún dios de ninguna de aquellas naciones fue capaz de librar a su pueblo de mi poder y del poder de mis antepasados, ¡mucho menos podrá vuestro Dios libraros de mi poder!’ ”
2 CRÓNICAS 32:9-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Senaquerib, que en ese momento se hallaba en Laquis con todo su ejército, envió a sus oficiales para que les dijeran a Ezequías, rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén: «Así dice Senaquerib, rey de Asiria: “¿En qué basáis vuestra confianza para permanecer dentro de Jerusalén, que ya es una ciudad sitiada? ¿No os dais cuenta de que Ezequías os va a hacer morir de hambre y de sed? Él os está engañando cuando os dice que el SEÑOR vuestro Dios os librará de mis manos. ¿No fue acaso Ezequías mismo quien eliminó los santuarios y los altares paganos, y luego ordenó a Judá y Jerusalén adorar en un solo altar, y solo en él quemar incienso? ¿Es que no os habéis dado cuenta de lo que yo y mis antepasados les hemos hecho a todas las naciones de la tierra? ¿Acaso los dioses de esas naciones pudieron librarlas de mi mano? Pues así como ninguno de los dioses de esas naciones que mis antepasados destruyeron por completo pudo librarlas de mi mano, tampoco vuestro dios podrá libraros de mí. ¡No os dejéis engañar ni seducir por Ezequías! ¡No le creáis! Si ningún dios de esas naciones y reinos pudo librarlos de mi poder y del poder de mis antepasados, ¡mucho menos vuestro dios podrá libraros a vosotros de mi mano!”»