2 CRÓNICAS 15:9-18
2 CRÓNICAS 15:9-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Después, reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos a los forasteros de Efraín, de Manasés y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, al ver que el Señor, su Dios, estaba con él. Se reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asa. Y en aquel mismo día sacrificaron para el Señor, del botín que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas. Entonces, prometieron solemnemente que buscarían al Señor, el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma; y que cualquiera que no buscara al Señor, el Dios de Israel, que muriera, ya fuera grande o pequeño, hombre o mujer. Juraron, pues, al Señor en alta voz y con gritos de júbilo, al son de trompetas y de bocinas. Todos los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su corazón lo juraban, y con toda su voluntad lo buscaban. Por eso, el Señor se dejó hallar de ellos y les dio paz por todas partes. Aun a Maaca, su propia madre, el mismo rey Asa la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, la desmenuzó y la quemó junto al torrente de Cedrón. Con todo esto, los lugares altos no desaparecieron de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días. Trajo este a la casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo que él mismo había consagrado, plata, oro y utensilios.
2 CRÓNICAS 15:9-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Luego convocó a todo Judá y Benjamín y a los de Efraín, Manasés y Simeón que vivían entre ellos (pues muchos israelitas se habían pasado a su lado al comprobar que el Señor su Dios estaba con él) y los reunió en Jerusalén el tercer mes del año décimo quinto del reinado de Asá. Aquel día ofrecieron al Señor setecientos toros y siete mil ovejas del botín que habían traído, y se comprometieron en alianza a seguir al Señor, Dios de sus antepasados, con todo el corazón y toda el alma, y a declarar reo de muerte a todo aquel que no siguiese al Señor Dios de Israel, fuese niño o adulto, hombre o mujer. Lo juraron ante el Señor en voz alta, con gritos de júbilo y al son de trompetas y cuernos. Todo Judá estaba feliz con el juramento, pues lo habían hecho de todo corazón y habían seguido al Señor con su mejor voluntad por lo que el Señor se había dejado encontrar por ellos, concediéndoles paz con sus vecinos circundantes. El rey Asá retiró el título real a su madre Maacá por haber dedicado una imagen abominable a Astarté; Asá destruyó la imagen, la hizo trizas y la quemó en el torrente Cedrón. Y aunque no desaparecieron en Israel los santuarios de los montes, Asá fue totalmente fiel al Señor durante toda su vida. Además, llevó al Templo de Dios las ofrendas de su padre y las suyas propias: oro, plata y otros objetos.
2 CRÓNICAS 15:9-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Después reunió a todo Judá y Benjamín, más los forasteros que había con ellos procedentes de Efraín, Manasés y Simeón, pues muchos de Israel se habían pasado al lado de Asá al ver que el Señor su Dios estaba con él. Se juntaron en Jerusalén en el mes tercero del año quince del reinado de Asá, y aquel día ofrecieron en sacrificio al Señor setecientas reses y siete mil ovejas de las que habían quitado a sus enemigos. Luego se comprometieron solemnemente a buscar de todo corazón al Señor, el Dios de sus antepasados. Y prometieron que cualquiera que no quisiera buscar al Señor, Dios de Israel, fuera mayor o menor, hombre o mujer, sería condenado a muerte. Hicieron el juramento al Señor en alta voz y con gritos de alegría, y al son de trompetas y cuernos. Todo Judá se alegró por el juramento que habían hecho, pues juraron de todo corazón, y con toda su voluntad habían buscado al Señor, el cual se había dejado encontrar por ellos y les había concedido paz con todos sus vecinos. Además, el rey Asá quitó la categoría de reina madre a Maacá, su abuela, porque había mandado hacer una imagen de Asera. Asá destruyó aquella imagen; la hizo pedazos y la quemó en el arroyo Quedrón. Y aunque no se quitaron de Israel los santuarios en lugares altos, Asá permaneció siempre fiel, y puso en el templo de Dios todo el oro y la plata que tanto él como su padre habían dedicado al Señor.
2 CRÓNICAS 15:9-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Después convocó a los habitantes de Judá y de Benjamín, como también a los de Efraín, Manasés y Simeón que vivían entre ellos, pues muchos israelitas se habían unido a Asá, al ver que el SEÑOR su Dios estaba con él. Se reunieron en Jerusalén en el mes tercero del año quince del reinado de Asá. Ese día ofrecieron al SEÑOR setecientos bueyes y siete mil ovejas del botín que habían tomado. Luego hicieron un pacto, mediante el cual se comprometieron a buscar de todo corazón y con toda el alma al SEÑOR, Dios de sus antepasados. Al que no buscara al SEÑOR, Dios de Israel, se le castigaría con la muerte, fuera grande o pequeño, hombre o mujer. Así lo juraron ante el SEÑOR, en voz alta y en medio de gritos y toques de trompetas y de cuernos. Todos los de Judá se alegraron de haber hecho este juramento, porque lo habían hecho de todo corazón y habían buscado al SEÑOR con voluntad sincera, y él se había dejado hallar de ellos y les había concedido vivir en paz con las naciones vecinas. Además, el rey Asá destituyó a su abuela Macá de su puesto como reina madre, porque ella había hecho una escandalosa imagen de la diosa Aserá. Asá derribó la imagen, la redujo a polvo y la quemó en el arroyo de Cedrón. Aunque no quitó de Israel los santuarios paganos, Asá se mantuvo siempre fiel al SEÑOR, y llevó al templo de Dios el oro, la plata y los utensilios que él y su padre habían consagrado.