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2 CRÓNICAS 15:9-18

2 CRÓNICAS 15:9-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Después reunió a todo Judá y Benjamín, más los forasteros que había con ellos procedentes de Efraín, Manasés y Simeón, pues muchos de Israel se habían pasado al lado de Asá al ver que el Señor su Dios estaba con él. Se juntaron en Jerusalén en el mes tercero del año quince del reinado de Asá, y aquel día ofrecieron en sacrificio al Señor setecientas reses y siete mil ovejas de las que habían quitado a sus enemigos. Luego se comprometieron solemnemente a buscar de todo corazón al Señor, el Dios de sus antepasados. Y prometieron que cualquiera que no quisiera buscar al Señor, Dios de Israel, fuera mayor o menor, hombre o mujer, sería condenado a muerte. Hicieron el juramento al Señor en alta voz y con gritos de alegría, y al son de trompetas y cuernos. Todo Judá se alegró por el juramento que habían hecho, pues juraron de todo corazón, y con toda su voluntad habían buscado al Señor, el cual se había dejado encontrar por ellos y les había concedido paz con todos sus vecinos. Además, el rey Asá quitó la categoría de reina madre a Maacá, su abuela, porque había mandado hacer una imagen de Asera. Asá destruyó aquella imagen; la hizo pedazos y la quemó en el arroyo Quedrón. Y aunque no se quitaron de Israel los santuarios en lugares altos, Asá permaneció siempre fiel, y puso en el templo de Dios todo el oro y la plata que tanto él como su padre habían dedicado al Señor.

2 CRÓNICAS 15:9-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Después convocó a los habitantes de Judá y de Benjamín, como también a los de Efraín, Manasés y Simeón que vivían entre ellos, pues muchos israelitas se habían unido a Asá, al ver que el SEÑOR su Dios estaba con él. Se reunieron en Jerusalén en el mes tercero del año quince del reinado de Asá. Ese día ofrecieron al SEÑOR setecientos bueyes y siete mil ovejas del botín que habían tomado. Luego hicieron un pacto, mediante el cual se comprometieron a buscar de todo corazón y con toda el alma al SEÑOR, Dios de sus antepasados. Al que no buscara al SEÑOR, Dios de Israel, se le castigaría con la muerte, fuera grande o pequeño, hombre o mujer. Así lo juraron ante el SEÑOR, en voz alta y en medio de gritos y toques de trompetas y de cuernos. Todos los de Judá se alegraron de haber hecho este juramento, porque lo habían hecho de todo corazón y habían buscado al SEÑOR con voluntad sincera, y él se había dejado hallar de ellos y les había concedido vivir en paz con las naciones vecinas. Además, el rey Asá destituyó a su abuela Macá de su puesto como reina madre, porque ella había hecho una escandalosa imagen de la diosa Aserá. Asá derribó la imagen, la redujo a polvo y la quemó en el arroyo de Cedrón. Aunque no quitó de Israel los santuarios paganos, Asá se mantuvo siempre fiel al SEÑOR, y llevó al templo de Dios el oro, la plata y los utensilios que él y su padre habían consagrado.