1 TESALONICENSES 5:5-11
1 TESALONICENSES 5:5-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no debemos dormirnos como los demás; al contrario, permanezcamos alerta y sobrios, pues los que duermen, de noche duermen, y los que están borrachos, de noche están borrachos. Pero nosotros, que somos del día, estemos sobrios, pues nos hemos revestido con la coraza de la fe y del amor, y con el casco de la esperanza de la salvación. Dios no nos ha destinado para el castigo, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Él murió por nosotros para que ya sea que estemos despiertos o dormidos, vivamos siempre con él. Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a otros, tal como ya lo estáis haciendo.
1 TESALONICENSES 5:5-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Todos vosotros, en efecto, pertenecéis a la luz y al día, no a las tinieblas o a la noche. Por lo tanto, no estemos dormidos, como están otros; vigilemos y vivamos sobriamente. Los que duermen, de noche duermen; los que se emborrachan, de noche se emborrachan. Nosotros, en cambio, que pertenecemos al día, vivamos sobriamente, armados con la coraza de la fe y del amor y con el casco protector de la esperanza de la salvación. Porque no nos ha destinado Dios al castigo, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros a fin de que, tanto en vida como en muerte, vivamos siempre con él. Por tanto, alentaos mutuamente y ayudaos unos a otros como ya lo hacéis.
1 TESALONICENSES 5:5-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Todos vosotros sois de la luz y del día: no somos de la noche ni de la oscuridad. Por eso, no debemos dormir como los otros, sino mantenernos despiertos y en nuestro sano juicio. Los que duermen, duermen de noche, y los que se emborrachan, se emborrachan de noche; pero nosotros, que somos del día, debemos estar siempre en nuestro sano juicio. Debemos protegernos, como con una coraza, con la fe y el amor; y cubrirnos, como con un casco, con la esperanza de la salvación. Porque Dios no nos destinó a recibir el castigo, sino a alcanzar la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Jesucristo murió por nosotros, para que, tanto si vivimos como si morimos, vivamos juntamente con él. Por eso, animaos y fortaleceos unos a otros, como ya lo estáis haciendo.
1 TESALONICENSES 5:5-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Todos vosotros sois hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad. No debemos, pues, dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio. Los que duermen, de noche duermen, y los que se emborrachan, de noche se emborrachan. Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación; pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo, sino a recibir la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Él murió por nosotros para que, en la vida o en la muerte, vivamos con él. Por eso, animaos y edificaos unos a otros, tal como lo venís haciendo.