1 TESALONICENSES 4:1-8
1 TESALONICENSES 4:1-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús que, tal y como os enseñamos, os comportéis como conviene para agradar a Dios, y en esto crezcáis. Ya sabéis las instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús. La voluntad de Dios es que viváis santamente, que os apartéis de la inmoralidad sexual; que cada uno de vosotros sepa tener su propio cuerpo en santidad y honor, y no en pasiones desordenadas, como los gentiles que no conocen a Dios. Que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano, porque el Señor toma venganza de todo esto, como ya os hemos dicho y repetido. Pues Dios, no nos ha llamado a vivir en la inmundicia, sino a vivir en santidad. Así que, el que desecha esto, no desecha a ningún hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.
1 TESALONICENSES 4:1-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Por lo demás, hermanos, os pedimos y exhortamos a que, lo mismo que aprendisteis de nosotros a comportaros como conviene, agradando a Dios, así sigáis comportándoos para que progreséis lo más posible. Conocéis cuáles fueron las instrucciones que os dimos de parte de Jesús, el Señor. Dios, en efecto, quiere que viváis como consagrados a él, que os abstengáis de acciones deshonestas y que cada uno de vosotros sepa vivir con su mujer santa y decorosamente, sin que os arrastre la pasión, como arrastra a los paganos que no conocen a Dios. Y que nadie en este asunto atropelle o conculque los derechos de su hermano porque, como ya os dijimos e insistimos en su día, el Señor hará justicia de todas estas cosas. Pues no os ha llamado Dios a vivir en la impureza, sino como consagrados a él. Por eso, quien rechaza esto, no rechaza una norma humana, sino a Dios, que es quien os da su santo Espíritu.
1 TESALONICENSES 4:1-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Ahora, hermanos, os rogamos y encargamos esto en el nombre del Señor Jesús: que sigáis portándoos, como ya lo estáis haciendo, de la manera que nosotros os enseñamos a hacerlo para agradar a Dios. Ya conocéis las instrucciones que os dimos por la autoridad del Señor Jesús. Dios quiere que viváis en santidad, que nadie cometa inmoralidades sexuales y que cada uno sepa portarse con su propia esposa de una manera santa y respetuosa, no con pasión y malos deseos como las gentes que no conocen a Dios. Que nadie abuse ni engañe en este asunto a su hermano, porque el Señor castiga duramente todas esas cosas, como ya os hemos advertido. Dios no nos ha llamado a vivir en impureza, sino en santidad. Así pues, el que desprecia estas enseñanzas no desprecia a ningún hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.
1 TESALONICENSES 4:1-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por lo demás, hermanos, os pedimos encarecidamente en el nombre del Señor Jesús que sigáis progresando en el modo de vivir que agrada a Dios, tal como lo aprendisteis de nosotros. De hecho, ya lo estáis practicando. Vosotros sabéis cuáles son las instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús. La voluntad de Dios es que seáis santificados; que os apartéis de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejaros llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios; y que nadie perjudique a su hermano ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todo esto, como ya os hemos dicho y advertido. Dios no nos llamó a la impureza, sino a la santidad; por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre, sino a Dios, quien os da su Espíritu Santo.