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1 TESALONICENSES 3:1-12

1 TESALONICENSES 3:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)

Por eso, no pudiendo aguantar ya más, decidimos quedarnos solos en Atenas y enviaros a Timoteo, hermano nuestro y colaborador en el anuncio del mensaje salvador de Cristo, con la misión de fortaleceros y animaros en la fe, para que ninguno sucumba ante esas pruebas a las que, como sabéis, estamos destinados. Ya os lo anunciamos estando entre vosotros: «Es preciso que sobrevengan dificultades». Y es lo que ha sucedido, como bien sabéis. Así que, no pudiendo aguantar ya más, envié [a Timoteo] para que me informara acerca de vuestra fe, no sea que os hubiera seducido el Seductor y todo nuestro esfuerzo terminara siendo baldío. Pero he aquí que Timoteo acaba de regresar de visitaros trayendo muy buenas noticias sobre vuestra fe y vuestro amor. Nos asegura que conserváis un buen recuerdo nuestro y que estáis tan deseosos de vernos como lo estamos nosotros de veros a vosotros. Por eso, hermanos, en medio de tantos sufrimientos y tribulaciones como hemos tenido que soportar por vosotros, hemos sentido el consuelo de vuestra fe. De modo que ahora, al saber que os mantenéis fieles al Señor, hemos vuelto a vivir. ¿Cómo podremos agradecer a Dios toda esta inmensa alegría que nos hacéis sentir en presencia de nuestro Dios? Insistentemente, de día y de noche, pedimos a Dios que nos conceda veros personalmente para corregir las deficiencias de vuestra fe. Que Dios, nuestro Padre, y Jesús, nuestro Señor, nos encaminen felizmente hasta vosotros. Que el Señor os llene a rebosar de un amor mutuo y para con todos tan grande como el que nosotros sentimos por vosotros.

1 TESALONICENSES 3:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Por tanto, cuando ya no pudimos soportarlo más, pensamos que era mejor quedarnos solos en Atenas. Así que os enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, con el fin de afianzaros y animaros en la fe para que nadie fuera perturbado por estos sufrimientos. Vosotros mismos sabéis que se nos destinó para esto, pues cuando estábamos con vosotros os advertimos que íbamos a padecer sufrimientos. Y así sucedió. Por eso, cuando ya no pude soportarlo más, mandé a Timoteo a indagar acerca de vuestra fe, no fuera que el tentador os hubiera inducido a hacer lo malo y que nuestro trabajo hubiera sido en vano. Ahora Timoteo acaba de volver de Tesalónica con buenas noticias de vuestra fe y amor. Nos dice que conserváis gratos recuerdos de nosotros y que tenéis muchas ganas de vernos, tanto como nosotros a vosotros. Por eso, hermanos, en medio de todas nuestras angustias y sufrimientos vosotros nos habéis dado ánimo por vuestra fe. ¡Ahora sí que vivimos al saber que estáis firmes en el Señor! ¿Cómo podemos agradecer lo suficiente a nuestro Dios por vosotros y por toda la alegría que nos habéis proporcionado delante de él? Día y noche le suplicamos que nos permita veros de nuevo para suplir lo que le falta a vuestra fe. Que el Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesús, nos preparen el camino para ir a veros. Que el Señor os haga crecer para que os améis más y más unos a otros, y a todos, tal como nosotros os amamos a vosotros.

1 TESALONICENSES 3:1-12 Reina Valera 2020 (RV2020)

Por eso, no pudiendo aguantar ya más, acordamos quedarnos solos en Atenas, y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para afianzaros y animaros en vuestra fe, y que nadie se deje perturbar por estas pruebas, porque vosotros mismos sabéis que a esto estamos destinados. Cuando estábamos con vosotros os advertíamos que íbamos a pasar por pruebas; y así sucedió, como bien sabéis. Por eso también yo, no pudiendo aguantar más, envié a Timoteo para que me informara acerca de vuestra fe; pues temía que os hubiera engañado el tentador y que nuestro trabajo hubiera resultado en vano. Pero cuando Timoteo regresó, nos trajo buenas noticias sobre vuestra fe y amor; nos contó que siempre tenéis un buen recuerdo de nosotros, y que deseáis vernos, como también nosotros a vosotros. Por eso, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados al saber de vuestra fe. De modo que ahora nos sentimos revivir, pues sabemos que estáis firmes en el Señor. ¿Cómo podríamos agradecer a Dios por vosotros, por toda la alegría que, a causa de vosotros, disfrutamos delante de nuestro Dios? Noche y día oramos con gran insistencia, para que nos podamos ver y completar lo que falta a vuestra fe. Que el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros. Y que el Señor multiplique y haga abundar el amor entre vosotros y hacia los demás, así como también nosotros os amamos a vosotros

1 TESALONICENSES 3:1-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Entonces, no pudiendo resistir más, decidí quedarme yo solo en Atenas, y envié a nuestro hermano Timoteo, que es un colaborador de Dios en el anuncio de las buenas noticias acerca de Cristo. Lo envié para que fuese a visitaros y os afirmara y animase en vuestra fe, y para que ninguno se desanimara por tales dificultades. Porque ya sabéis que tenemos que sufrir estas cosas. Además, cuando aún estábamos entre vosotros, os advertimos que íbamos a tener aflicciones; y así sucedió, como sabéis. Por eso, no pudiendo resistir más, os envié a Timoteo para saber cómo andabais respecto de vuestra fe, pues tenía miedo de que el diablo os hubiera empujado al mal y que nuestro trabajo hubiera resultado inútil. Ahora Timoteo ha vuelto de Tesalónica trayéndonos buenas noticias de vuestra fe y amor. Dice que siempre nos recordáis con cariño y que tenéis tantos deseos de vernos como nosotros de veros a vosotros. Por eso, hermanos, en medio de todas nuestras dificultades y aflicciones hemos recibido mucho consuelo al saber que seguís firmes en vuestra fe. El saber que estáis firmes en el Señor nos reaviva. ¿Cómo podremos dar gracias bastantes a nuestro Dios por vosotros y por el mucho gozo que a causa vuestra tenemos delante de él? Día y noche suplicamos a Dios que nos permita veros personalmente y completar lo que todavía falta de vuestra fe. Deseamos que Dios mismo, que es nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús, nos ayuden para que podamos ir a visitaros. Y que el Señor os haga crecer y teneros aún más amor unos a otros y a todos, como también nosotros os amamos.