1 SAMUEL 28:1-7
1 SAMUEL 28:1-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aconteció en aquellos días, que los filisteos reunieron sus fuerzas para pelear contra Israel. Y Aquis dijo a David: —Ten por seguro que has de salir a campaña conmigo, tú y tus hombres. David respondió a Aquis: —Muy bien, ahora sabrás lo que hará tu siervo. Aquis dijo a David: —En ese caso, te haré mi guarda personal mientras viva. Ya Samuel había muerto. Todo Israel lo había lamentado y lo había sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había expulsado de la tierra a los encantadores y adivinos. Se reunieron, pues, los filisteos, y vinieron a acampar en Sunem. Mientras, Saúl reunió a todo Israel y acampó en Gilboa. Cuando Saúl vio el campamento de los filisteos, tuvo miedo y su corazón se turbó sobremanera. Consultó Saúl al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños ni por el Urim ni por los profetas. Entonces Saúl dijo a sus criados: —Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que vaya a consultar por medio de ella. Sus criados le respondieron: —Aquí, en Endor, hay una mujer que tiene espíritu de adivinación.
1 SAMUEL 28:1-7 La Palabra (versión española) (BLP)
Por aquellos días, los filisteos reunieron sus tropas para ir a luchar contra Israel. Y Aquís le dijo a David: —Has de saber que tú y tus hombres saldréis conmigo de campaña. David le respondió: —De acuerdo. Vas a saber lo que tu servidor es capaz de hacer. Y Aquís le replicó: —Entonces te haré de mi guardia personal para siempre. Samuel había muerto y todo Israel lo había llorado, enterrándolo en Ramá, su ciudad. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los hechiceros y adivinos. Los filisteos se concentraron y fueron a acampar a Sunán. Saúl también concentró a todo Israel y acampó en Guilboa. Pero cuando vio el campamento filisteo, sintió miedo y se llenó de espanto. Entonces consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por los sueños, ni por las suertes ni por los profetas. Finalmente dijo a sus servidores: —Buscadme una hechicera, para ir a consultarla. Sus servidores le contestaron: —En Endor vive una hechicera.
1 SAMUEL 28:1-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En aquellos días, los filisteos reunieron sus ejércitos para luchar contra Israel, y Aquís dijo a David: –Como tú bien sabes, tú y tus hombres tenéis que salir conmigo a campaña. David le respondió: –Muy bien. Ahora sabrá Su Majestad lo que este siervo suyo es capaz de hacer. –En tal caso –contestó Aquís a David–, te nombraré jefe permanente de mi guardia personal. Por entonces, Samuel ya había muerto. Todos en Israel habían llorado su muerte, y lo habían enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los adivinos y a los que invocaban a los muertos. Los filisteos se reunieron y fueron a establecer su campamento en Sunem, y Saúl juntó a todo Israel y tomó posiciones en Guilboa. Pero cuando vio el campamento filisteo, tuvo miedo y se sintió dominado por el terror. Entonces consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños, ni por el Urim, ni por los profetas. Por eso ordenó a sus oficiales: –Buscad alguna mujer que invoque a los muertos, para que yo vaya a hacerle una consulta. Sus oficiales le respondieron: –En Endor hay una mujer que invoca a los muertos.
1 SAMUEL 28:1-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por aquel tiempo, los filisteos reunieron sus tropas para ir a la guerra contra Israel. Por lo tanto, Aquis le dijo a David: ―Quiero que sepas que tú y tus hombres saldréis conmigo a la guerra. ―Está bien —respondió David—. Ya verás de lo que es capaz tu siervo. ―Si es así —añadió Aquis—, de ahora en adelante te nombro mi guardaespaldas. Ya Samuel había muerto. Todo Israel había hecho duelo por él, y lo habían enterrado en Ramá, que era su propio pueblo. Saúl, por su parte, había expulsado del país a los adivinos y a los hechiceros. Los filisteos concentraron sus fuerzas y fueron a Sunén, donde acamparon. Saúl reunió entonces a los israelitas, y armaron su campamento en Guilboa. Pero, cuando vio Saúl al ejército filisteo, le entró tal miedo que se descorazonó por completo. Por eso consultó al SEÑOR, pero él no le respondió ni en sueños, ni por el urim ni por los profetas. Por eso Saúl les ordenó a sus oficiales: ―Buscadme una adivina, para que yo vaya a consultarla. ―Pues hay una en Endor —le respondieron.