1 SAMUEL 20:9-22
1 SAMUEL 20:9-22 La Palabra (versión española) (BLP)
Jonatán le dijo: —¡De ninguna manera! Si compruebo que mi padre ha decidido tu desgracia, te lo haré saber. David le preguntó: —¿Quién me comunicará si tu padre te responde violentamente? Jonatán le dijo: —Salgamos al campo. Y salieron juntos al campo. Entonces Jonatán dijo a David: —Te prometo, por el Señor, Dios de Israel, que mañana o pasado mañana a estas horas sondearé a mi padre y si está bien dispuesto hacia ti, mandaré a informarte. Pero que el Señor me castigue si mi padre ha decidido tu desgracia y no te lo hago saber, para que te pongas a salvo. ¡Que el Señor esté contigo como estuvo con mi padre! Si yo vivo todavía, trátame con el mismo favor divino. Y si muero, no retires nunca tu favor a mi familia, cuando el Señor suprima de la faz de la tierra a todos tus enemigos. Jonatán selló un pacto con la familia de David, diciendo: —¡Que el Señor pida cuentas a los enemigos de David! Y Jonatán juró de nuevo a David por el amor que le tenía, pues lo quería como a sí mismo, diciéndole: —Mañana es luna nueva y se te echará de menos, pues tu asiento estará vacío. Pasado mañana tu ausencia se notará aún más. Entonces te vas al lugar donde te escondiste la otra vez y te quedas junto al montón de piedras. Yo lanzaré tres flechas en esa dirección, como si tirase al blanco; luego mandaré al criado a buscarlas. Si le digo: «Mira, las flechas están más acá, recógelas», entonces puedes venir, pues estás a salvo y no hay peligro, ¡vive Dios! Pero si le digo al mozo: «Mira, las flechas están más allá», entonces márchate, pues el Señor quiere que te vayas.
1 SAMUEL 20:9-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero Jonatán respondió: –¡No pienses tal cosa! Si me entero de que mi padre está resuelto a hacerte algún daño, te lo comunicaré. Entonces David le preguntó: –¿Quién me avisará en caso de que tu padre te responda de mal modo? Jonatán respondió: –Ven conmigo. Salgamos al campo. Los dos salieron al campo, y allí Jonatán dijo a David: –Te juro por el Señor y Dios de Israel que entre mañana y pasado mañana, a esta misma hora, trataré de conocer las intenciones de mi padre. Si su actitud hacia ti es buena, te mandaré aviso; y si mi padre intenta hacerte mal, que el Señor me castigue con dureza si no te aviso y te ayudo a escapar tranquilamente. ¡Y que el Señor te ayude como ayudó a mi padre! Ahora bien, si para entonces vivo todavía, trátame con la misma bondad con que el Señor te ha tratado. Y si muero, no dejes de ser bondadoso con mi familia. ¡Que el Señor pida cuentas a tus enemigos y los destruya por completo! De esta manera, Jonatán hizo un pacto con David, y por el afecto que Jonatán le tenía, volvió a hacerle el juramento, pues le quería tanto como a sí mismo. Luego le dijo: –Mañana es la fiesta de luna nueva, y como tu asiento va a estar desocupado, te echarán de menos. Pero al tercer día se notará aún más tu ausencia. Por tanto, vete al sitio donde te escondiste la vez pasada, y colócate junto a aquel montón de piedras. Yo lanzaré tres flechas hacia aquel lado, como si estuviera tirando al blanco, y diré a mi criado: ‘Ve a buscar las flechas.’ Si le digo: ‘Las flechas están más acá de ti; anda, cógelas’, podrás salir tranquilo, porque nada te va a pasar. Te lo juro por el Señor. Pero si le digo: ‘Las flechas están más allá’, vete, porque el Señor quiere que te vayas.
1 SAMUEL 20:9-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Jonatán le dijo: —Nunca te suceda tal cosa; antes bien, si me entero de que mi padre ha determinado hacerte mal, yo te lo haré saber. Dijo entonces David a Jonatán: —¿Quién me avisará si tu padre te responde de mal modo? Jonatán dijo a David: —Ven, salgamos al campo. Y salieron ambos al campo. Entonces dijo Jonatán a David: —¡El Señor, Dios de Israel, sea testigo! Cuando le haya preguntado a mi padre mañana a esta hora, o pasado mañana, si todo marcha bien para con David, entonces te lo haré saber. Pero si mi padre intenta hacerte mal, traiga el Señor sobre Jonatán el peor de los castigos, si no te lo hago saber para que te vayas en paz. Que el Señor esté contigo como estuvo con mi padre. Si para entonces estoy vivo, usa conmigo la misericordia del Señor, para que no muera, y nunca apartes tu misericordia de mi casa. Cuando el Señor haya eliminado uno por uno a los enemigos de David de la faz de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David. Así hizo Jonatán un pacto con la casa de David en estos términos: —Demándelo el Señor de manos de los enemigos de David. Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque lo amaba, lo amaba como a sí mismo. Luego le dijo Jonatán: —Mañana es luna nueva, y cuando vean vacío tu asiento, te echarán de menos. Estarás, pues, tres días, y luego descenderás y vendrás al lugar donde estabas escondido el día que ocurrió esto mismo, y esperarás junto a la piedra de Ezel. Yo tiraré tres flechas hacia aquel lado, como si me ejercitara en el tiro al blanco. Luego enviaré al criado, y le diré: «Ve, busca las flechas». Si digo al criado: «Ahí están las flechas, más acá de ti, tómalas», tú vendrás, porque todo va bien para ti y nada malo sucede, ¡vive el Señor! Pero si yo digo al muchacho: «Allí están las flechas, más allá de ti», vete, porque el Señor quiere que te vayas.
1 SAMUEL 20:9-22 La Palabra (versión española) (BLP)
Jonatán le dijo: —¡De ninguna manera! Si compruebo que mi padre ha decidido tu desgracia, te lo haré saber. David le preguntó: —¿Quién me comunicará si tu padre te responde violentamente? Jonatán le dijo: —Salgamos al campo. Y salieron juntos al campo. Entonces Jonatán dijo a David: —Te prometo, por el Señor, Dios de Israel, que mañana o pasado mañana a estas horas sondearé a mi padre y si está bien dispuesto hacia ti, mandaré a informarte. Pero que el Señor me castigue si mi padre ha decidido tu desgracia y no te lo hago saber, para que te pongas a salvo. ¡Que el Señor esté contigo como estuvo con mi padre! Si yo vivo todavía, trátame con el mismo favor divino. Y si muero, no retires nunca tu favor a mi familia, cuando el Señor suprima de la faz de la tierra a todos tus enemigos. Jonatán selló un pacto con la familia de David, diciendo: —¡Que el Señor pida cuentas a los enemigos de David! Y Jonatán juró de nuevo a David por el amor que le tenía, pues lo quería como a sí mismo, diciéndole: —Mañana es luna nueva y se te echará de menos, pues tu asiento estará vacío. Pasado mañana tu ausencia se notará aún más. Entonces te vas al lugar donde te escondiste la otra vez y te quedas junto al montón de piedras. Yo lanzaré tres flechas en esa dirección, como si tirase al blanco; luego mandaré al criado a buscarlas. Si le digo: «Mira, las flechas están más acá, recógelas», entonces puedes venir, pues estás a salvo y no hay peligro, ¡vive Dios! Pero si le digo al mozo: «Mira, las flechas están más allá», entonces márchate, pues el Señor quiere que te vayas.
1 SAMUEL 20:9-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero Jonatán respondió: –¡No pienses tal cosa! Si me entero de que mi padre está resuelto a hacerte algún daño, te lo comunicaré. Entonces David le preguntó: –¿Quién me avisará en caso de que tu padre te responda de mal modo? Jonatán respondió: –Ven conmigo. Salgamos al campo. Los dos salieron al campo, y allí Jonatán dijo a David: –Te juro por el Señor y Dios de Israel que entre mañana y pasado mañana, a esta misma hora, trataré de conocer las intenciones de mi padre. Si su actitud hacia ti es buena, te mandaré aviso; y si mi padre intenta hacerte mal, que el Señor me castigue con dureza si no te aviso y te ayudo a escapar tranquilamente. ¡Y que el Señor te ayude como ayudó a mi padre! Ahora bien, si para entonces vivo todavía, trátame con la misma bondad con que el Señor te ha tratado. Y si muero, no dejes de ser bondadoso con mi familia. ¡Que el Señor pida cuentas a tus enemigos y los destruya por completo! De esta manera, Jonatán hizo un pacto con David, y por el afecto que Jonatán le tenía, volvió a hacerle el juramento, pues le quería tanto como a sí mismo. Luego le dijo: –Mañana es la fiesta de luna nueva, y como tu asiento va a estar desocupado, te echarán de menos. Pero al tercer día se notará aún más tu ausencia. Por tanto, vete al sitio donde te escondiste la vez pasada, y colócate junto a aquel montón de piedras. Yo lanzaré tres flechas hacia aquel lado, como si estuviera tirando al blanco, y diré a mi criado: ‘Ve a buscar las flechas.’ Si le digo: ‘Las flechas están más acá de ti; anda, cógelas’, podrás salir tranquilo, porque nada te va a pasar. Te lo juro por el Señor. Pero si le digo: ‘Las flechas están más allá’, vete, porque el Señor quiere que te vayas.
1 SAMUEL 20:9-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
―¡No digas tal cosa! —exclamó Jonatán—. Si llegara a enterarme de que mi padre ha decidido hacerte algún daño, ¿no crees que te lo diría? David le preguntó: ―Si tu padre te responde de mal modo, ¿quién me lo hará saber? Por toda respuesta, Jonatán invitó a David a salir al campo. Una vez allí, le dijo: ―David, te juro por el SEÑOR, Dios de Israel, que a más tardar pasado mañana a esta hora averiguaré lo que piensa mi padre. Si no corres peligro, de alguna manera te lo haré saber. Pero, si mi padre intenta hacerte daño, y yo no te aviso para que puedas escapar, ¡que el SEÑOR me castigue sin piedad, y que esté contigo como estuvo con mi padre! Y, si todavía estoy vivo cuando el SEÑOR te muestre su bondad, te pido que también tú seas bondadoso conmigo y no dejes que me maten. ¡Nunca dejes de ser bondadoso con mi familia, aun cuando el SEÑOR borre de la faz de la tierra a todos tus enemigos! ¡Que el SEÑOR pida cuentas de esto a tus enemigos! De ese modo Jonatán hizo un pacto con la familia de David, pues quería a David como a sí mismo. Por ese cariño que le tenía, le pidió a David confirmar el pacto bajo juramento. Además le dijo: ―Mañana es la fiesta de luna nueva. Cuando vean tu asiento desocupado, te van a echar de menos. Pasado mañana, sin falta, ve adonde te escondiste la otra vez, y quédate junto a la piedra de Ézel. Yo fingiré estar tirando al blanco y lanzaré tres flechas en esa dirección. Entonces le diré a uno de mis criados que vaya a buscarlas. Si le digo: “Mira, las flechas están más acá, recógelas”; eso querrá decir que no hay peligro y podrás salir sin ninguna preocupación. ¡Tan cierto como que el SEÑOR vive! Pero, si le digo: “Mira, las flechas están más allá”, eso querrá decir que el SEÑOR quiere que te vayas, así que ¡escápate!