1 SAMUEL 14:24-30
1 SAMUEL 14:24-30 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuro aquel día, porque Saúl había hecho jurar al pueblo: «Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que me haya vengado de mis enemigos, sea maldito». Y nadie había probado bocado. Todo el pueblo llegó a un bosque, donde había miel en la superficie del campo. Entró, pues, el pueblo en el bosque, y vieron que allí corría la miel; pero no hubo quien la probara, porque el pueblo temía al juramento. Jonatán, que no había oído cuando su padre había hecho jurar al pueblo, alargó la punta de una vara que traía en su mano, la mojó en un panal de miel y se llevó la mano a la boca y le brillaron los ojos. Uno del pueblo le dijo: —Tu padre ha hecho jurar solemnemente al pueblo: «Maldito sea el hombre que tome hoy alimento». Y el pueblo desfallecía. Respondió Jonatán: —Mi padre ha turbado al país. Ved ahora cómo han sido aclarados mis ojos por haber probado un poco de esta miel. ¿Cuánto más si el pueblo hubiera comido libremente hoy del botín tomado a sus enemigos? ¿No hubiera sido mayor el estrago entre los filisteos?
1 SAMUEL 14:24-30 La Palabra (versión española) (BLP)
Los israelitas terminaron aquel día agotados, pues no habían probado bocado. Y es que Saúl los había juramentado, diciendo: —¡Maldito el que coma algo antes de la tarde, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos! La tropa llegó a un bosque donde había miel por el suelo. Cuando la gente entró en el bosque, vio destilar la miel, pero nadie llegó a probarla por respeto al juramento. Jonatán, en cambio, no se había enterado del juramento que su padre había impuesto al pueblo. Así que alargó la vara que llevaba en la mano, mojó la punta en un panal de miel, se la llevó a la boca y se le iluminó el semblante. Alguien de los presentes le comentó: —Tu padre ha juramentado al pueblo, maldiciendo al que coma algo hoy. Por eso la gente está agotada. Jonatán le respondió: —Mi padre ha perjudicado al país. Observa cómo se me ha iluminado el semblante al probar solo un poco de miel. A buen seguro que si la gente hubiera comido hoy del botín capturado al enemigo, la derrota de los filisteos habría sido mucho mayor.
1 SAMUEL 14:24-30 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Sin embargo, los israelitas estaban muy agotados aquel día, pues nadie había probado alimento, porque Saúl había puesto al pueblo bajo juramento, diciendo: “Maldito aquel que coma algo antes de la tarde, antes de que yo me haya vengado de mis enemigos.” Y el ejército llegó a un bosque donde había miel en el suelo. Cuando la gente entró en el bosque, la miel corría como agua; sin embargo, nadie la probó por miedo al juramento. Pero Jonatán, que no había escuchado el juramento bajo el cual su padre había puesto al ejército, extendió la vara que llevaba en la mano, mojó la punta en un panal de miel y comió de ella, con lo cual se reanimó en seguida. Entonces uno de los soldados israelitas le dijo: –Tu padre ha puesto al ejército bajo juramento, y ha dicho que quien hoy coma alguna cosa será maldito. Por eso la gente está muy agotada. Jonatán respondió: –Mi padre ha causado un perjuicio a la nación. Mira qué reanimado estoy después de haber probado un poco de esta miel, y más lo estaría la gente si hubiera comido hoy de lo que le quitó al enemigo. ¡Y qué grande habría sido la derrota de los filisteos!
1 SAMUEL 14:24-30 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Los israelitas desfallecían de hambre, pues Saúl había puesto al ejército bajo este juramento: «¡Maldito el que coma algo antes del anochecer, antes de que pueda vengarme de mis enemigos!» Así que aquel día ninguno de los soldados había probado bocado. Al llegar todos a un bosque, notaron que había miel en el suelo. Cuando el ejército entró en el bosque, vieron que la miel corría como agua, pero por miedo al juramento nadie se atrevió a probarla. Sin embargo, Jonatán, que no había oído a su padre poner al ejército bajo juramento, alargó la vara que llevaba en la mano, hundió la punta en un panal de miel, y se la llevó a la boca. En seguida se le iluminó el rostro. Pero uno de los soldados le advirtió: ―Tu padre puso al ejército bajo un juramento solemne, diciendo: “¡Maldito el que coma algo hoy!” Y por eso los soldados desfallecen. ―Mi padre le ha causado un gran daño al país —respondió Jonatán—. Mirad cómo me volvió el color al rostro cuando probé un poco de esta miel. ¡Imaginaos si todo el ejército hubiera comido del botín que se le arrebató al enemigo! ¡Cuánto mayor habría sido el estrago causado a los filisteos!