1 SAMUEL 12:15-23
1 SAMUEL 12:15-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero si no escucháis la voz del Señor, si os rebeláis contra sus mandatos, la mano del Señor estará contra vosotros como estuvo contra vuestros padres. Esperad aún ahora y mirad este gran prodigio que el Señor hará ante vuestros ojos. ¿No es ahora la cosecha del trigo? Yo clamaré al Señor, y él dará truenos y lluvias, para que conozcáis y veáis cuán grande es la maldad que habéis cometido ante los ojos del Señor al pedir para vosotros un rey. Luego clamó Samuel al Señor, y el Señor dio truenos y lluvias en aquel día; y todo el pueblo sintió un gran temor del Señor y de Samuel. Entonces dijo todo el pueblo a Samuel: —Ruega por tus siervos al Señor, tu Dios, para que no muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido este mal de pedir un rey para nosotros. Pero Samuel dijo al pueblo: —No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso, no dejéis de seguir al Señor, sino servidle con todo vuestro corazón. No os apartéis de él para seguir vanidades que no sirven para nada ni libran, porque son vanidades. Pues el Señor no desamparará a su pueblo, por su gran nombre; porque el Señor ha querido haceros pueblo suyo. Así que, lejos de mí pecar contra el Señor y dejar de rogar por vosotros; antes os instruiré en el camino bueno y recto.
1 SAMUEL 12:15-23 La Palabra (versión española) (BLP)
Pero si no escucháis la palabra del Señor y desobedecéis sus mandatos, el Señor os castigará a vosotros como castigó a vuestros antepasados. Y ahora permaneced aquí y contemplaréis el gran prodigio que Dios va a realizar delante de vosotros. ¿No estamos en época de siega? Pues voy a invocar al Señor y él hará tronar y llover, para que reconozcáis el gran pecado que habéis cometido ante al Señor al pedir un rey. Samuel invocó al Señor y el Señor envió aquel día truenos y lluvia. Todo el pueblo sintió pánico del Señor y de Samuel. Y dijeron a Samuel: —Intercede por tus siervos ante el Señor tu Dios, para que no perezcamos, ya que hemos añadido a todos nuestros pecados el delito de pedirnos un rey. Samuel respondió al pueblo: —No temáis. Es cierto que habéis cometido ese delito, pero ahora no os apartéis del Señor y servidle de todo corazón. No os apartéis para seguir a nulidades que no pueden ayudaros ni salvaros, porque son inútiles. El Señor no abandonará a su pueblo por el honor de su nombre, pues el Señor ha decidido convertiros en su pueblo. Por mi parte, Dios me libre de pecar contra el Señor, dejando de interceder por vosotros. Yo os enseñaré el camino bueno y recto.
1 SAMUEL 12:15-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Porque si no le obedecéis, sino que rechazáis sus mandatos, él os castigará a vosotros y a vuestro rey. “Así que no os mováis de donde estáis, y veréis la grandiosa señal que el Señor va a realizar ante vuestros ojos. Ahora que es el tiempo de la siega del trigo, no llueve, ¿verdad? Pues yo clamaré al Señor y él mandará truenos y lluvia, para que reconozcáis y comprendáis que, tal como lo ve el Señor, habéis hecho muy mal en pedir un rey.” En seguida Samuel clamó al Señor, y al instante él mandó truenos y lluvia; entonces todo el pueblo se llenó de miedo del Señor y de Samuel. Por eso, todos dijeron a Samuel: –Ruega al Señor tu Dios por estos siervos tuyos, para que no muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido el de pedir un rey. Samuel les contestó: –No tengáis miedo. Es cierto que habéis hecho muy mal; pero ahora no os apartéis del Señor, sino rendidle culto de todo corazón. No sigáis a dioses falsos, que no pueden ayudar ni salvar, porque son falsos. Pues el Señor, haciendo honor a su nombre, no os abandonará, porque quiere que seáis su pueblo. En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra él dejando de rogar por vosotros. Antes bien, os enseñaré a comportaros de manera buena y recta.
1 SAMUEL 12:15-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En cambio, si le desobedecéis y no acatáis sus mandatos, él descargará su mano sobre vosotros como la descargó contra vuestros antepasados. »Y ahora, prestadme atención y observad con vuestros propios ojos algo grandioso que el SEÑOR va a hacer. Ahora no es tiempo de lluvias, sino de cosecha. Sin embargo, voy a invocar al SEÑOR, y él enviará truenos y lluvia; así os daréis cuenta de la gran maldad que habéis cometido ante el SEÑOR al pedir un rey». Samuel invocó al SEÑOR, y ese mismo día el SEÑOR mandó truenos y lluvia. Todo el pueblo sintió un gran temor ante el SEÑOR y ante Samuel, y le dijeron a Samuel: ―Ora al SEÑOR tu Dios por nosotros, tus siervos, para que no nos quite la vida. A todos nuestros pecados hemos añadido la maldad de pedirle un rey. ―No temáis —replicó Samuel—. Aunque vosotros habéis cometido una gran maldad, no os apartéis del SEÑOR; más bien, servidle de todo corazón. No os alejéis de él por seguir a ídolos inútiles, que no os pueden ayudar ni rescatar, pues no sirven para nada. Por amor a su gran nombre, el SEÑOR no rechazará a su pueblo; de hecho, él se ha dignado a haceros a vosotros su propio pueblo. En cuanto a mí, que el SEÑOR me libre de pecar contra él dejando de orar por vosotros. Yo seguiré enseñándoos el camino bueno y recto.