1 PEDRO 5:1-7
1 PEDRO 5:1-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
Yo, que soy un anciano de la iglesia, testigo de los padecimientos de Cristo y partícipe de la gloria que será revelada, ruego a los ancianos que están entre vosotros: apacentad la manada del Cristo que se os ha confiado, y cuidad de ella, no a la fuerza, sino voluntariamente; no buscando una ganancia deshonesta, sino con deseo de servir. Y no como si fuerais dueños de los que están a vuestro cuidado; al contrario, sed ejemplos de la manada. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. Igualmente, jóvenes, someteos a los ancianos. Todos debéis ser sumisos unos a otros. Revestíos de humildad, porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes . Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo. Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1 PEDRO 5:1-7 La Palabra (versión española) (BLP)
Esto es lo que pido a vuestros dirigentes yo, que comparto con ellos la tarea y soy testigo de la pasión de Cristo y partícipe de la gloria que está a punto de revelarse: apacentad el rebaño de Dios confiado a vuestro cargo; velad sobre él, no a la fuerza o por una rastrera ganancia, sino gustosamente y con generosidad, como Dios quiere; no como dictadores sobre quienes estén a vuestro cargo, sino como modelos del rebaño. Y el día en que se manifieste el Pastor supremo recibiréis el premio imperecedero de la gloria. En cuanto a vosotros, jóvenes, respetad a vuestros mayores. Que la sencillez presida vuestras mutuas relaciones, pues Dios hace frente a los orgullosos y concede, en cambio, su favor a los humildes. Así que someteos al poder de Dios, para que él os encumbre en el momento oportuno. Confiadle todas vuestras preocupaciones, ya que él se preocupa de vosotros.
1 PEDRO 5:1-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Quiero aconsejar ahora a los ancianos de vuestras congregaciones, yo que soy anciano como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo, y que, lo mismo que ellos, voy a tener parte en la gloria que ha de manifestarse. Cuidad de las ovejas de Dios que os han sido confiadas; hacedlo de buena voluntad, como Dios quiere, y no como a la fuerza o por ambición de dinero. Realizad vuestro trabajo de buena gana, no comportándoos como si fuerais dueños de quienes están a vuestro cuidado, sino procurando ser un ejemplo para ellos. Así, cuando aparezca el Pastor principal, recibiréis la corona de la gloria, una corona que jamás se marchitará. De la misma manera, vosotros, jóvenes, someteos a la autoridad de los ancianos. Todos debéis someteros unos a otros con humildad, porque: “Dios se opone a los orgullosos, pero ayuda con su bondad a los humildes.” Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os enaltezca a su debido tiempo. Dejad todas vuestras preocupaciones a Dios, porque él se preocupa de vosotros.
1 PEDRO 5:1-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
A los ancianos que están entre vosotros, yo, que soy anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe con ellos de la gloria que se ha de revelar, os ruego esto: cuidad como pastores el rebaño de Dios que está a vuestro cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con afán de servir, como Dios quiere. No seáis tiranos con los que están a vuestro cuidado, sino sed ejemplos para el rebaño. Así, cuando aparezca el Pastor supremo, recibiréis la inmarcesible corona de gloria. Así mismo, jóvenes, someteos a los ancianos. Revestíos todos de humildad en vuestro trato mutuo, porque «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes». Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo. Depositad en él toda ansiedad, porque él cuida de vosotros.