1 PEDRO 4:12-19
1 PEDRO 4:12-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Queridos hermanos, no os extrañéis del fuego de la prueba que estáis soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alegraos de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa vuestra alegría cuando se revele la gloria de Cristo. Dichosos vosotros, si os insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Que ninguno tenga que sufrir por asesino, ladrón o delincuente, ni siquiera por entrometido. Pero, si alguien sufre por ser cristiano, que no se avergüence, sino que alabe a Dios por llevar el nombre de Cristo. Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y, si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios! «Si el justo a duras penas se salva, ¿qué será del impío y del pecador?» Así pues, los que sufrís según la voluntad de Dios, entregaos a vuestro fiel creador y seguid practicando el bien.
1 PEDRO 4:12-19 Reina Valera 2020 (RV2020)
Amados, no os sorprendáis de la tremenda prueba de fuego que os ha sobrevenido, como si fuera algo insólito. Al contrario, alegraos de participar en los sufrimientos de Cristo, para que cuando su gloria se revele también os gocéis en triunfo. Dichosos si sois insultados por el nombre de Cristo, eso quiere decir que el Espíritu de gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros. Ciertamente, por lo que respecta a ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como asesino, ladrón o malhechor, o por ser codicioso de los bienes ajenos. Pero si alguno padece por ser cristiano, que no se avergüence, sino que glorifique a Dios por ello. Ya es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y si el justo con dificultad se salva, ¿qué pasará con el malvado y el pecador? De modo que los que sufren según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador y hagan el bien.
1 PEDRO 4:12-19 La Palabra (versión española) (BLP)
Queridos, no os asombre como algo inesperado la tremenda prueba desatada contra vosotros. Alegraos, más bien, de compartir los sufrimientos de Cristo, para que el día de su gloriosa manifestación también vosotros saltéis de júbilo. Dichosos si sois ultrajados por seguir a Cristo; eso quiere decir que el Espíritu glorioso de Dios alienta en vosotros. Que ninguno de vosotros tenga que sufrir por asesino, ladrón, malhechor o entrometido. Pero si es por ser cristiano, que no se avergüence, sino que alabe a Dios por llevar ese nombre. Porque ha llegado el tiempo del juicio, que ha de comenzar por el mismo pueblo de Dios. Y si comienza por nosotros, ¿qué pueden esperar los que se niegan a aceptar el evangelio de Dios? Pues si el bueno a duras penas se salva, ¿qué suerte correrán el impío y el pecador? Así que, incluso los que sufren en conformidad con la voluntad divina, deben confiarse a la fidelidad del Creador, sin dejar de hacer el bien.
1 PEDRO 4:12-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Queridos hermanos, no os extrañéis de veros sometidos al fuego de la prueba, como si fuera algo extraordinario. Al contrario, alegraos de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también os llenéis de alegría cuando su gloria se manifieste. Dichosos vosotros, si alguien os insulta por causa de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios está continuamente sobre vosotros. Si alguno de vosotros sufre, que no sea por asesino, ladrón o criminal, ni por meterse en asuntos ajenos. Pero si sufre por ser cristiano, no debe avergonzarse, sino alabar a Dios por ello. Ya ha llegado el tiempo en que el juicio ha de comenzar por la propia familia de Dios. Y si el juicio está comenzando así, por nosotros, ¿cómo será el fin de quienes no obedecen al mensaje de Dios? Y si el justo con dificultad se salva, ¿qué pasará con el malvado y el pecador? De manera que los que sufren según la voluntad de Dios, deben seguir haciendo el bien y deben poner su alma en manos del Dios que los creó, pues él es fiel.