1 REYES 8:56-61
1 REYES 8:56-61 La Palabra (versión española) (BLP)
—Bendito sea el Señor que ha concedido el descanso a su pueblo Israel, tal como había prometido. No ha fallado ni una sola de todas las promesas que hizo por medio de su siervo Moisés. Que el Señor, nuestro Dios, esté a nuestro lado, como estuvo al lado de nuestros antepasados; que no nos deje ni nos abandone. Que oriente nuestros corazones hacia él, para que sigamos todos sus caminos y cumplamos todos los mandamientos, preceptos y decretos que dio a nuestros antepasados. Que el Señor, nuestro Dios, tenga presentes noche y día estas súplicas que he dirigido al Señor y que haga justicia a su siervo y a su pueblo Israel, según las necesidades de cada día, para que todos los pueblos de la tierra reconozcan que el Señor es Dios y que no hay otro. Y que vuestro corazón pertenezca íntegramente al Señor, nuestro Dios, cumpliendo sus preceptos y guardando sus mandamientos, como en este día.
1 REYES 8:56-61 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“¡Bendito sea el Señor, que ha concedido la paz a su pueblo Israel, según todo lo que ha prometido! Pues no ha dejado de cumplir ninguna de las buenas promesas que hizo por medio de su siervo Moisés. “Y ahora, que el Señor nuestro Dios esté con nosotros como estuvo con nuestros antepasados. Que no nos abandone ni nos deje, sino que incline nuestro corazón hacia él para que en todo hagamos su voluntad y cumplamos los mandamientos, leyes y decretos que mandó cumplir a nuestros antepasados. Que estas cosas que he pedido al Señor nuestro Dios las tenga él siempre presentes, día y noche, para que haga justicia a su siervo y a su pueblo Israel, según sea necesario, y para que todas las naciones de la tierra conozcan que el Señor es Dios y que no hay otro. Por lo tanto, sed sinceros con el Señor nuestro Dios, cumplid sus leyes y obedeced sus mandamientos, como en este día.”
1 REYES 8:56-61 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
«¡Bendito sea el SEÑOR, que conforme a sus promesas ha dado descanso a su pueblo Israel! No ha dejado de cumplir ni una sola de las gratas promesas que hizo por medio de su siervo Moisés. Que el SEÑOR nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros antepasados; que nunca nos deje ni nos abandone. Que incline nuestro corazón hacia él, para que sigamos todos sus caminos y cumplamos los mandamientos, decretos y leyes que les dio a nuestros antepasados. Y que día y noche el SEÑOR tenga presente todo lo que le he suplicado, para que defienda la causa de este su siervo y la de su pueblo Israel, según la necesidad de cada día. Así todos los pueblos de la tierra sabrán que el SEÑOR es Dios, y que no hay otro. Y ahora, dedicaos por completo al SEÑOR nuestro Dios; vivid según sus decretos y cumplid sus mandamientos, como ya lo hacéis».