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1 REYES 7:1-39

1 REYES 7:1-39 La Palabra (versión española) (BLP)

Salomón también construyó su propio palacio y lo terminó en trece años. Construyó igualmente el edificio denominado Bosque del Líbano, que tenía cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto, y estaba sostenido por tres filas de columnas de cedro en las que descansaban vigas también de cedro. Puso un artesonado de cedro sobre las vigas que se apoyaban en las columnas: en total había cuarenta y cinco columnas, en tres series de quince columnas cada una. Había tres filas de ventanas con celosías, ordenadas de tres en tres y unas frente a otras. Todas las puertas y montantes eran cuadrangulares y las ventanas estaban colocadas unas frente a otras, de tres en tres. Hizo también el patio de las columnas, de veinticinco metros de largo por quince de ancho, y delante un pórtico con columnas y un saliente frontal. Hizo el salón del trono o sala de audiencias, donde administraba justicia, y lo revistió de cedro desde el suelo hasta el techo. Su residencia personal estaba en un atrio distinto del salón, aunque tenía idéntica estructura. E hizo finalmente una residencia parecida a aquel salón para la hija del faraón con la que se había casado. Todas estas construcciones, desde los cimientos hasta las cornisas y desde la fachada al patio principal, eran de piedra de primera calidad, talladas a medida y serradas por sus caras interior y exterior. Los cimientos eran también de piedra de primera calidad, grandes piedras de cinco y cuatro metros. Sobre ellos había piedras de primera calidad talladas a medida y recubiertas de madera de cedro. Alrededor del patio principal había tres hileras de piedra tallada y una de vigas de cedro, al igual que el patio interior del Templo y el salón del palacio. El rey Salomón mandó traer de Tiro a Jirán, hijo de una viuda de la tribu de Neftalí y de padre tirio. Era un experto broncista, dotado de habilidad, conocimientos y técnica para toda clase de trabajos en bronce. Se presentó al rey Salomón y realizó todos sus encargos. Hizo dos columnas de bronce que medían nueve metros de altura y seis de perímetro cada una, y dos capiteles de bronce fundido, de dos metros y medio de altura cada uno, para colocarlos encima de las columnas. Luego hizo trenzados de red, en forma de cadena, para adornar los capiteles de las columnas, siete en cada capitel. Hizo también dos hileras de granadas alrededor de cada trenzado, para cubrir los capiteles de las columnas. Los capiteles que había sobre las columnas tenían forma de lirio y medían dos metros. Sobre los capiteles de las columnas, en la parte más ancha a lo largo del trenzado, había doscientas granadas en dos hileras. Finalmente erigió las columnas en el atrio del Templo: a la columna de la derecha la llamó Firmeza y a la columna de la izquierda la llamó Fuerza. La parte superior de las columnas tenía forma de lirio. Con ello quedó terminada la obra de las columnas. Hizo también un gran recipiente de metal fundido, en forma circular, con cinco metros de diámetro, dos metros y medio de altura y quince de circunferencia. Debajo del borde, alrededor de todo el recipiente, había dos orlas con bajorrelieves de frutos, a razón de veinte por metro, que habían sido fundidas con el recipiente. Este descansaba sobre doce toros, de los que tres miraban al norte, tres al oeste, tres al sur y tres al este. El recipiente descansaba sobre los toros, que tenían los cuartos traseros hacia dentro. Su grosor era de un palmo y el borde imitaba el cáliz de un lirio. Tenía una capacidad de unos cuatrocientos cincuenta hectólitros. Hizo también diez soportes de bronce, de dos metros de largo, dos de ancho y uno y medio de alto cada uno de ellos. Los soportes tenían unos paneles sujetos a un armazón, decorados con leones, toros y querubines. Y en el armazón, por encima y por debajo de los leones y los toros, había guirnaldas colgantes. Cada soporte tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes también de bronce. Sobre sus cuatro ángulos había unos pies de fundición que soportaban la pila, por debajo de las guirnaldas. En la parte superior del soporte había una cavidad interna de medio metro de altura. La cavidad era redonda y medía setenta y cinco centímetros de diámetro. En sus bordes tenía también guirnaldas y sus paneles no eran redondos, sino cuadrados. Las cuatro ruedas estaban bajo los paneles, con los ejes unidos al armazón del soporte, y medían setenta y cinco centímetros de diámetro. Las ruedas eran como las de los carros; sus ejes, llantas, radios y cubos eran de fundición. Había cuatro apoyos en los ángulos de cada soporte, formando con él una sola pieza. En la parte superior del soporte había una cavidad redonda de veinticinco centímetros de altura que formaba una sola pieza con los ejes y paneles. Sobre las planchas de los ejes y sobre los paneles grabó querubines, leones y palmeras, según el espacio disponible, con guirnaldas alrededor. Así fue como hizo los diez soportes, con la misma fundición, la misma medida y la misma forma para todos. E hizo también diez pilas de bronce, cada una de las cuales tenía una capacidad de unos novecientos litros y medía dos metros; y puso una pila sobre cada uno de los diez soportes. Luego puso cinco soportes al lado derecho del edificio y otros cinco al lado izquierdo; y colocó el gran depósito en el lado derecho, hacia el sureste del edificio.

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1 REYES 7:1-39 Reina Valera 2020 (RV2020)

Después edificó Salomón su propia casa en trece años, y la terminó toda. Asimismo edificó la casa del Bosque del Líbano, que tenía cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto, y estaba sostenido por cuatro filas de columnas de cedro en las que descansaban vigas también de cedro. Había una cubierta de tablas de cedro sobre las vigas que se apoyaban en cuarenta y cinco columnas; cada hilera tenía quince columnas. Y había tres hileras de ventanas, una frente a la otra en tres hileras. Todas las puertas y los marcos tenían forma cuadrangular, y unas ventanas estaban frente a las otras en tres hileras. También hizo un pórtico de columnas, que tenía veinticinco metros de largo por quince de ancho. Este pórtico estaba delante de las primeras, con sus columnas y maderos correspondientes. Hizo asimismo el pórtico del trono donde administraría justicia, el pórtico del juicio, y lo recubrió de cedro del suelo al techo. La casa donde él vivía, en otro atrio dentro del pórtico, fue construida de forma similar. Edificó también Salomón para la hija de Faraón, a la que había hecho su mujer, una casa de hechura semejante a la del pórtico. Todas aquellas obras eran de piedras selectas, cortadas y ajustadas con sierras según las medidas, así por dentro como por fuera, desde el cimiento hasta los remates, y asimismo por fuera hasta el gran atrio. El cimiento era de piedras seleccionadas, piedras grandes, piedras de cinco y cuatro metros. De allí hacia arriba era también de piedras costosas, labradas conforme a sus medidas, y madera de cedro. Alrededor del gran atrio había tres hileras de piedras labradas, y una hilera de vigas de cedro, igual que en el atrio interior de la casa del Señor y el vestíbulo de la Casa. El rey Salomón mandó a buscar de Tiro a Hiram, hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba el bronce, era de Tiro. Hiram estaba lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia para toda labor en bronce. Este, pues, se presentó ante el rey Salomón e hizo todas sus obras. Vació dos columnas de bronce, cada una medía nueve metros de altura y seis de perímetro. Hizo también dos capiteles de fundición de bronce, para que fueran puestos en la parte superior de las columnas. La altura de cada capitel era de dos metros y medio cada uno. Había trenzas a manera de redes y unos cordones a manera de cadenas, para los capiteles que se pondrían en la parte superior de las columnas; siete para cada capitel. Hizo también dos hileras de granadas alrededor de la red, para recubrir con ellas los capiteles que estaban la parte superior de las columnas; de la misma forma hizo en el otro capitel. Los capiteles que estaban sobre las columnas en el pórtico tenían forma de lirios y medían dos metros. Los capiteles de las dos columnas tenían también doscientas granadas en dos hileras alrededor de cada capitel, encima de su globo, el cual estaba rodeado por la red. Erigió estas columnas en el pórtico del templo. Cuando alzó la columna del lado derecho, le puso por nombre Jaquín, y cuando alzó la columna del lado izquierdo, la llamó Boaz. Colocó en las cabezas de las columnas un tallado en forma de lirios, y así se acabó la obra de las columnas. Hizo fundir asimismo un mar de cinco metros de diámetro, perfectamente redondo. Tenía dos metros y medio de altura y a su alrededor un cordón de quince metros. Rodeaban aquel mar por debajo de su borde, todo alrededor, unas bolas como calabazas, diez por cada medio metro, que ceñían el mar en dos filas, las cuales habían sido fundidas junto con el mar. Descansaba sobre doce bueyes, tres miraban al norte, tres miraban al occidente, tres miraban al sur, y tres miraban al oriente. Sobre ellos se apoyaba el mar, y estaban sus patas traseras hacia dentro. El grosor del mar era de siete centímetros, y su borde estaba labrado como el borde de un cáliz o de una flor de lis; en él cabían unos cuarenta mil litros. Hizo también diez basas de bronce, cada una de ellas tenía dos metros de largo, dos de ancho y uno y medio de alto. Las basas estaban hechas de esta manera: tenían unos tableros enmarcados entre molduras, y sobre aquellos tableros que estaban entre molduras había figuras de leones, de bueyes y de querubines. Sobre las molduras de la basa, tanto encima como debajo de los leones y de los bueyes, había unas añadiduras de bajo relieve. Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes de bronce, y en sus cuatro esquinas había repisas de fundición que sobresalían de los festones, para venir a quedar debajo de la fuente. La boca de la fuente tenía un cerco redondo que sobresalía medio metro, que sumado a la altura de su pedestal llegaba a setenta y cinco centímetros de altura. Sobre la boca había también entalladuras con sus tableros, los cuales eran cuadrados, no redondos. Las cuatro ruedas estaban debajo de los tableros, y los ejes de las ruedas nacían en la misma basa. La altura de cada rueda era de setenta y cinco centímetros de diámetro. La forma de las ruedas era como la de las ruedas de un carro; sus ejes, sus rayos, sus cubos y sus cinchos, todo era de fundición. Asimismo, las cuatro repisas de las cuatro esquinas de cada basa; las repisas eran parte de la misma basa. En lo alto de la basa había una pieza redonda de veinticinco centímetros de altura, y encima de la basa sus molduras y tableros, los cuales salían de ella misma. Grabó en las tablas de las molduras, y en los tableros, entalladuras de querubines, de leones y de palmeras, proporcionalmente al espacio de cada una, y otros adornos alrededor. De esta forma hizo diez basas, fundidas de una misma manera, de una misma medida y de una misma entalladura. Hizo también diez fuentes de bronce. Cada una de las cuales tenía una capacidad de unos novecientos litros y medía dos metros. Y colocó una fuente sobre cada una de las diez basas. Puso cinco basas a la mano derecha de la Casa y las otras cinco a la mano izquierda, y el mar al lado derecho de la Casa, hacia el sudeste.

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1 REYES 7:1-39 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Salomón construyó su propio palacio y lo terminó completamente en trece años. También edificó el palacio llamado “Bosque del Líbano”, el cual tenía cuarenta y cinco metros de largo, veintidós y medio de ancho y trece y medio de alto, y estaba sostenido por cuatro hileras de columnas de cedro sobre las que descansaban vigas de cedro. Estas vigas eran cuarenta y cinco, distribuidas en tres series de quince cada una, y se apoyaban sobre las columnas. Sobre las vigas había un artesonado de cedro. Había tres filas de ventanas ordenadas de tres en tres, las unas frente a las otras. Todas las puertas y ventanas eran cuadradas y estaban las unas frente a las otras, en tres hileras. También hizo la Sala de las Columnas, que tenía veintidós metros y medio de largo por trece metros y medio de ancho. Y frente a esta, otra sala con columnas y techo. Hizo además la Sala del Tribunal (o Sala de Justicia) para celebrar allí los juicios, y la cubrió de arriba abajo con madera de cedro. El palacio donde vivía Salomón tenía un atrio en la parte de atrás, y una sala de igual construcción. Y el palacio que construyó para la hija del faraón que tomó por esposa, tenía una sala semejante. Todas estas construcciones, desde los cimientos hasta las cornisas y desde la fachada hasta el patio mayor, eran de piedras costosas, labradas y cortadas a la medida con sierras, lo mismo por fuera que por dentro. Los cimientos eran también de piedras costosas y grandes, unas de cuatro metros y medio, y otras de tres metros y sesenta centímetros. La parte superior era también de piedras costosas, labradas a la medida, y de madera de cedro. Y alrededor del atrio grande había tres hileras de piedras y una hilera de vigas de cedro, lo mismo que en el atrio interior y en el vestíbulo del templo del Señor. El rey Salomón mandó traer de Tiro a Hiram, que era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí y de un nativo de Tiro experto en trabajar el bronce. Hiram era muy hábil e inteligente, y conocía la técnica para realizar cualquier trabajo en bronce, así que se presentó ante el rey Salomón y realizó todos sus trabajos. Fundió dos columnas de bronce, que medían ocho metros de alto y cinco metros y medio de circunferencia. Hizo también dos capiteles de bronce para colocarlos en la parte superior de las columnas. La altura de cada capitel era de dos metros y veinticinco centímetros. Además hizo dos rejillas, trenzadas en forma de cadenas, para los capiteles que había en la parte superior de las columnas: una rejilla para cada capitel. Hizo también dos hileras de granadas alrededor de cada rejilla, para cubrir los capiteles de las columnas. Hizo lo mismo con ambos capiteles. Los capiteles que había sobre las columnas del vestíbulo medían casi dos metros y tenían forma de lirio. Alrededor y en lo alto de cada capitel, en su parte más ancha, en forma de globo, junto a la rejilla, había doscientas granadas en dos hileras. Hiram puso estas columnas en el vestíbulo del templo; y cuando las hubo puesto en su lugar, a la columna de la derecha la llamó Jaquín y a la columna de la izquierda la llamó Bóaz. La parte superior de las columnas tenía forma de lirio. Así quedó terminado el trabajo de las columnas. Hiram hizo después una enorme pila de bronce, para el agua. Era redonda, y medía cuatro metros y medio de un borde al otro. Su altura era de dos metros y veinticinco centímetros, y su circunferencia, de trece metros y medio. Por debajo del borde, alrededor de la pila, hizo dos enredaderas con frutos, en número de diez por cada cuarenta y cinco centímetros, formando una sola pieza con la pila. Esta descansaba sobre doce toros de bronce, de los cuales tres miraban al norte, tres al sur, tres al este y tres al oeste. Sus patas traseras estaban hacia dentro, y la pila descansaba sobre ellos. Las paredes de la pila tenían ocho centímetros de grueso; su borde imitaba el cáliz de un lirio, y cabían en ella cuarenta y cuatro mil litros de agua. También hizo diez bases de bronce, cada una de un metro y ochenta centímetros de largo, otro tanto de ancho y un metro y treinta y cinco centímetros de alto. Las bases estaban hechas de este modo: tenían unos entrepaños sujetos por un marco, y sobre los entrepaños enmarcados había figuras de leones, de toros y de seres alados. Por encima y por debajo de los toros y de los leones había adornos de guirnaldas. Cada base tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes también de bronce. En las cuatro esquinas de la base, por debajo de la pila, había unas repisas de bronce que a cada lado tenían guirnaldas. La boca de la pila quedaba dentro de un cerco que sobresalía hacia arriba cuarenta y cinco centímetros. La boca era redonda, y lo que le servía de soporte tenía sesenta y ocho centímetros de alto. También sobre la boca había grabados, cuyos marcos no eran redondos, sino cuadrados. Las cuatro ruedas estaban debajo de los entrepaños, y los ejes de las ruedas sujetos a la base. La altura de cada rueda era de sesenta y ocho centímetros, y tenían la misma forma que las ruedas de los carros. Los ejes, aros, radios y cubos de las ruedas eran todos de bronce. Las cuatro repisas que había en las cuatro esquinas de cada base formaban con esta una sola pieza. La parte superior terminaba en un borde circular de veintidós centímetros y medio de altura, y los entrepaños y molduras que había en lo alto de la base formaban con esta una sola pieza. Hiram grabó seres alados, leones y palmeras sobre los entrepaños y las molduras, según lo permitía el espacio de cada uno, y guirnaldas alrededor. Así fue como hizo las diez bases, todas fundidas iguales y con la misma forma y medida. Hizo también diez pilas de bronce. Cada una medía un metro y ochenta centímetros, con capacidad para ochocientos ochenta litros, y cada una fue puesta sobre una de las diez bases: cinco bases al lado derecho del templo y cinco al lado izquierdo. La pila grande fue colocada al lado derecho del edificio, hacia el sudeste.

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1 REYES 7:1-39 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Salomón también terminó la construcción de su propio palacio, pero el proyecto le llevó trece años. Construyó el palacio «Bosque del Líbano», el cual medía cuarenta y cinco metros de largo por veintidós metros y medio de ancho y trece metros y medio de alto. Cuatro hileras de columnas de cedro sostenían las vigas, las cuales también eran de cedro. Encima de las columnas había cuarenta y cinco celdas, quince en cada piso; y sobre las celdas había un techo de cedro. Las ventanas estaban colocadas en tres filas, de tres en tres y unas frente a las otras. Todas las entradas tenían un marco rectangular y estaban colocadas de tres en tres, unas frente a las otras. Salomón también hizo un vestíbulo de columnas que medía veintidós metros y medio de largo por trece metros y medio de ancho. Al frente había otro vestíbulo con columnas, y un alero. Construyó además una sala para su trono, es decir, el tribunal donde impartía justicia. Esta sala la recubrió de cedro de arriba abajo. Su residencia personal estaba en un atrio aparte y tenía un modelo parecido. A la hija del faraón, con la cual se había casado, Salomón le construyó también un palacio semejante. Desde los cimientos hasta las cornisas, y desde la parte exterior hasta el gran atrio, todo se hizo con bloques de piedra de buena calidad, cortados a la medida y aserrados por ambos lados. Para echar los cimientos se usaron piedras grandes y de buena calidad; unas medían más de cuatro metros, y otras, más de tres. Para la parte superior se usaron también piedras selectas, cortadas a medida, y vigas de cedro. El muro que rodeaba el gran atrio tenía tres hileras de piedra labrada por cada hilera de vigas de cedro, lo mismo que el atrio interior y el vestíbulo del templo del SEÑOR. El rey Salomón mandó traer de Tiro a Hiram, que era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí y de un nativo de Tiro que era artesano en bronce. Hiram era sumamente hábil e inteligente, experto en toda clase de trabajo en bronce, así que se presentó ante el rey Salomón y realizó todo el trabajo que se le asignó. Hiram fundió dos columnas de bronce, cada una de ocho metros de alto y cinco metros y medio de circunferencia, medidas a cordel. Las columnas que hizo remataban en dos capiteles de bronce fundido que medían dos metros y veinticinco centímetros de alto. Una red de cadenas trenzadas adornaba los capiteles en la parte superior de las columnas, y en cada capitel había siete trenzas. El capitel de cada columna lo cubrió con dos hileras de granadas entrelazadas con las cadenas. Estos capiteles en que remataban las columnas del vestíbulo tenían forma de azucenas y medían un metro con ochenta centímetros. La parte más alta y más ancha de los capiteles de ambas columnas estaba rodeada por doscientas granadas, dispuestas en hileras junto a la red de cadenas. Cuando Hiram levantó las columnas en el vestíbulo de la nave central, llamó Jaquín a la columna de la derecha, y Boaz a la de la izquierda. El trabajo de las columnas quedó terminado cuando se colocaron en la parte superior las figuras en forma de azucenas. Hizo también una fuente circular de metal fundido, que medía cuatro metros y medio de diámetro y dos metros con veinticinco centímetros de alto. Su circunferencia, medida a cordel, era de trece metros y medio. Debajo del borde hizo dos hileras de figuras de calabazas, diez por cada medio metro, las cuales estaban fundidas en una sola pieza con la fuente. La fuente descansaba sobre doce bueyes, que tenían sus cuartos traseros hacia adentro. Tres bueyes miraban al norte, tres al oeste, tres al sur y tres al este. El grosor de la fuente era de ocho centímetros, y su borde, en forma de copa, se asemejaba a un capullo de azucena. Tenía una capacidad de cuarenta y cuatro mil litros. También hizo diez bases de bronce, cada una de las cuales medía un metro con ochenta centímetros de largo y un metro con ochenta centímetros de ancho, por un metro y treinta y cinco centímetros de alto. Estaban revestidas con paneles entre los bordes, y en los paneles había figuras de leones, bueyes y querubines, mientras que en los bordes, por encima y por debajo de los leones y los bueyes, había guirnaldas repujadas. Cada base tenía cuatro ruedas de bronce con ejes también de bronce, y por debajo de su pila se apoyaba sobre cuatro soportes fundidos que tenían guirnaldas en cada lado. La boca de la pila estaba dentro de una corona, y sobresalía cuarenta y cinco centímetros; era redonda, y con su pedestal medía sesenta y siete centímetros. Alrededor de la boca había entalladuras, pero sus paneles eran cuadrados, no redondos. Las cuatro ruedas estaban debajo de los paneles, y los ejes de las ruedas estaban unidos a la base. Cada rueda medía sesenta y siete centímetros de diámetro y estaba hecha de metal fundido, como las ruedas de los carros, con sus ejes, aros, rayos y cubos. Cada base tenía cuatro soportes unidos a ella, uno en cada esquina. En la parte superior de la base había un marco redondo de veintidós centímetros. Los soportes y paneles formaban una misma pieza con la parte superior de la base. Sobre las superficies de los soportes y sobre los paneles, Hiram grabó querubines, leones y palmeras, con guirnaldas alrededor, según el espacio disponible. De ese modo hizo las diez bases, las cuales fueron fundidas en los mismos moldes y eran idénticas en forma y tamaño. Hiram hizo también diez lavamanos de bronce, uno para cada base. Cada uno de ellos medía un metro con ochenta centímetros y tenía capacidad para ochocientos ochenta litros. Colocó cinco de las bases al lado derecho del templo y cinco al lado izquierdo. La fuente de metal la colocó en la esquina del lado derecho, al sureste del templo.

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