Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

1 REYES 21:20-29

1 REYES 21:20-29 Reina Valera 2020 (RV2020)

Acab dijo a Elías: —¿Me has hallado, enemigo mío? —Te he encontrado —respondió él—, porque te has prestado a hacer lo malo delante del Señor. Yo voy a traer el mal sobre ti, barreré tu posteridad y exterminaré hasta el último hombre de la casa de Acab, tanto el siervo como el libre en Israel. Pondré tu casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat y como la casa de Baasa hijo de Ahías, por la rebelión con que provocaste mi ira y por haber hecho pecar a Israel. De Jezabel también ha hablado el Señor: «Los perros comerán a Jezabel en el muro de Jezreel». Al que de la familia de Acab muera en la ciudad, los perros lo comerán, y al que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo. (A la verdad, ninguno fue como Acab, quien se prestó a hacer lo malo ante los ojos del Señor porque Jezabel, su mujer, lo incitaba. Se comportó de manera abominable, pues fue tras los ídolos, conforme a todo lo que hicieron los amorreos, a los cuales expulsó el Señor de delante de los hijos de Israel). Sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, ciñó su carne con ropas ásperas, ayunó, durmió sobre las ropas ásperas y anduvo humillado. Llegó entonces la palabra del Señor a Elías, el tisbita: —¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues por haberse humillado delante de mí, no traeré el mal mientras él viva; en tiempos de su hijo traeré el mal sobre su casa.

1 REYES 21:20-29 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Acab le respondió a Elías: ―¡Mi enemigo! ¿Así que me has encontrado? ―Sí —contestó Elías—, te he encontrado porque te has vendido para hacer lo que ofende al SEÑOR, quien ahora te dice: “Voy a enviarte una desgracia. Acabaré contigo, y de tus descendientes en Israel exterminaré hasta el último varón, esclavo o libre. Haré con tu familia lo mismo que hice con la de Jeroboán hijo de Nabat y con la de Basá hijo de Ahías, porque has provocado mi ira y has hecho que Israel peque”. Y en cuanto a Jezabel, el SEÑOR dice: “Los perros se la comerán junto al muro de Jezrel”. También a los familiares de Acab que mueran en la ciudad se los comerán los perros, y a los que mueran en el campo se los comerán las aves del cielo. Nunca hubo nadie como Acab que, animado por Jezabel su esposa, se prestara para hacer lo que ofende al SEÑOR. Su conducta fue repugnante, pues siguió a los ídolos, como habían hecho los amorreos, a quienes el SEÑOR expulsó de la presencia de Israel. Cuando Acab escuchó estas palabras, se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y ayunó. Dormía vestido así y andaba deprimido. Entonces la palabra del SEÑOR vino a Elías el tisbita y le dio este mensaje: «¿Has notado cómo Acab se ha humillado ante mí? Por cuanto se ha humillado, no enviaré esta desgracia mientras él viva, sino que la enviaré a su familia durante el reinado de su hijo».