1 REYES 15:11-19
1 REYES 15:11-19 Reina Valera 2020 (RV2020)
Asa hizo lo recto ante los ojos del Señor, como David, su padre, porque expulsó del país a los sodomitas y quitó todos los ídolos que sus antepasados habían hecho. También privó a su madre Maaca de ser reina madre, porque había hecho un ídolo de Asera. Asa deshizo, además, el ídolo de su madre y lo quemó junto al torrente de Cedrón. Sin embargo, los lugares altos no desaparecieron. Con todo, el corazón de Asa fue perfecto para con el Señor toda su vida. También puso en la casa del Señor lo que su padre había dedicado, y lo que él dedicó: oro, plata y alhajas. Hubo guerra continua entre Asa y Baasa, rey de Israel. Baasa, rey de Israel, subió contra Judá y fortificó Ramá, para evitar que se comunicaran con Asa, rey de Judá. Asa tomó toda la plata y el oro que había quedado en los tesoros de la casa del Señor y en los tesoros de la casa real, se los entregó a sus siervos y los envió a Ben-adad hijo de Tabrimón hijo de Hezión, rey de Siria, el cual residía en Damasco, con este mensaje: —Haya alianza entre nosotros, como entre mi padre y el tuyo. Aquí te envío un presente de plata y de oro. Ve y rompe tu pacto con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí.
1 REYES 15:11-19 La Palabra (versión española) (BLP)
Asá agradó al Señor con su conducta, como su antepasado David. Abolió la prostitución sagrada en el país y retiró todos los ídolos fabricados por sus antepasados. Incluso destituyó de su título real a su abuela Maacá por haber dedicado una imagen abominable a Astarté; Asá destruyó la imagen y la quemó en el torrente Cedrón. No desaparecieron los santuarios locales de los montes, pero Asá fue totalmente fiel al Señor durante toda su vida. Llevó al Templo del Señor las ofrendas de su padre y las suyas propias: oro, plata y otros objetos. Asá y Basá, el rey de Israel, estuvieron permanentemente en guerra. Basá, el rey de Israel, atacó a Judá y fortificó Ramá, para cortar las comunicaciones a Asá, el rey de Judá. Asá cogió todo el oro y la plata que quedaban en los tesoros del Templo del Señor y del palacio real y se los envió por medio de sus servidores a Benadad, hijo de Tabrimón y nieto de Jezyón, rey de Aram, que residía en Damasco, con este mensaje: —Hagamos un pacto tú y yo, como lo hicieron nuestros padres. Te envío plata y oro como regalo. Rompe tu pacto con Basá, para que deje de atacarme.
1 REYES 15:11-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Los hechos de Asá fueron buenos a los ojos del Señor, como los de su antepasado David. Echó fuera del país a los hombres que practicaban la prostitución como un culto, y quitó todos los ídolos que sus antepasados habían hecho. También quitó la categoría de reina madre a Maacá, su abuela, porque había mandado hacer una imagen de Asera. Asá destruyó aquella imagen y la quemó en el arroyo Cedrón. Y aunque no se quitaron los santuarios en lugares altos, Asá fue siempre fiel al Señor y puso en el templo del Señor todo el oro y la plata que, tanto él como su padre, habían dedicado al Señor. Hubo guerra continuamente entre Asá y Baasá, rey de Israel. Y cuando Baasá fue a atacar a Judá, fortificó Ramá para cortarle toda comunicación al rey de Judá. Entonces Asá tomó todo el oro y la plata que aún había en los tesoros del templo del Señor y del palacio real, y por medio de sus funcionarios lo envió a Ben-hadad, rey de Siria, que era hijo de Tabrimón y nieto de Hezión, y que tenía su residencia en Damasco. También le envió este mensaje: “Hagamos tú y yo un pacto, como hicieron nuestros padres. Aquí te envío oro y plata como regalo. Rompe el pacto que tienes con Baasá, rey de Israel, y así me dejará en paz.”
1 REYES 15:11-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Asá hizo lo que agrada al SEÑOR, como lo había hecho su antepasado David. Expulsó del país a los que practicaban la prostitución sagrada y acabó con todos los ídolos que sus antepasados habían fabricado. Hasta destituyó a su abuela Macá de su puesto como reina madre, porque ella se había hecho una escandalosa imagen de la diosa Aserá. Asá derribó la imagen y la quemó en el arroyo de Cedrón. Aunque no quitó los santuarios paganos, Asá se mantuvo siempre fiel al SEÑOR. Además, llevó al templo del SEÑOR el oro, la plata y los utensilios que él y su padre habían consagrado. Durante los reinados de Asá y Basá, rey de Israel, hubo guerra entre ellos. Basá, rey de Israel, atacó a Judá y fortificó Ramá para aislar totalmente a Asá, rey de Judá. Entonces Asá tomó todo el oro y la plata que había quedado en los tesoros del templo del SEÑOR y de su propio palacio, y les encargó a sus funcionarios que se los llevaran a Ben Adad, hijo de Tabrimón y nieto de Hezión, rey de Siria, que estaba gobernando en Damasco. Y le envió este mensaje: «Hagamos tú y yo un tratado como el que antes hicieron tu padre y el mío. Aquí te envío un presente de oro y plata. Anula tu tratado con Basá, rey de Israel, para que se marche de aquí».