1 REYES 11:1-8
1 REYES 11:1-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras, de Moab, de Amón, de Edom, de Sidón, y de las heteas, gentes de las cuales el Señor había dicho a los hijos de Israel: «No os uniréis a ellas, ni ellas se unirán a vosotros, porque ciertamente harán que vuestros corazones se inclinen tras sus dioses». A estas, pues, se juntó Salomón por amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas, y todas ellas le hicieron extraviarse. Cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres le inclinaron el corazón tras dioses ajenos, de manera que no era ya perfecto para con el Señor, su Dios, como el corazón de su padre David. Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos del Señor, pues no siguió cumplidamente al Señor como su padre David. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. Lo mismo hizo para todas sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
1 REYES 11:1-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras, de Moab, de Amón, de Edom, de Sidón, y de las heteas, gentes de las cuales el Señor había dicho a los hijos de Israel: «No os uniréis a ellas, ni ellas se unirán a vosotros, porque ciertamente harán que vuestros corazones se inclinen tras sus dioses». A estas, pues, se juntó Salomón por amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas, y todas ellas le hicieron extraviarse. Cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres le inclinaron el corazón tras dioses ajenos, de manera que no era ya perfecto para con el Señor, su Dios, como el corazón de su padre David. Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos del Señor, pues no siguió cumplidamente al Señor como su padre David. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. Lo mismo hizo para todas sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
1 REYES 11:1-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Además de la hija del faraón, el rey Salomón se enamoró de muchas mujeres extranjeras: moabitas, amonitas, edomitas, fenicias e hititas, mujeres de las naciones acerca de las cuales el Señor había prevenido a los israelitas: «No os unáis a ellas ni ellas a vosotros, porque seguramente desviarán vuestro corazón tras sus dioses». Pero Salomón, con sus amores, se unió a ellas y tuvo setecientas esposas de sangre real y trescientas concubinas, que desviaron su corazón. Cuando Salomón llegó a viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses y ya no perteneció íntegramente al Señor, como el corazón de su padre David. Salomón siguió a Astarté, diosa de los sidonios, y a Milcón, abominable ídolo de los amonitas. Ofendió con su conducta al Señor y no siguió fielmente al Señor, como lo había seguido su padre David. Entonces construyó en el monte que hay frente a Jerusalén un santuario a Quemós, abominable ídolo de Moab, y otro a Milcón, abominable ídolo de los amonitas. Y lo mismo hizo para todas sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
1 REYES 11:1-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Además de la hija del faraón, el rey Salomón amó a muchas mujeres extranjeras: moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas; es decir, mujeres de las naciones con las que el Señor había prohibido a los israelitas establecer relaciones matrimoniales, porque seguramente harían que sus corazones se desviaran hacia sus dioses. Pero Salomón, enamorado, se unió con ellas. Tuvo setecientas esposas de rango real y trescientas concubinas, las cuales desviaron su corazón. Cuando Salomón ya era anciano, sus mujeres hicieron que su corazón se desviara hacia otros dioses, pues no se había entregado por completo al Señor su Dios, como lo había hecho David, su padre. Salomón rindió culto a Astarté, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo repugnante de los amonitas. Así pues, los hechos de Salomón fueron malos a los ojos del Señor, pues no siguió fielmente al Señor, como lo había hecho David, su padre. Por aquel tiempo construyó Salomón, en el monte que está al oriente de Jerusalén, un santuario a Quemós, ídolo repugnante de Moab, y a Moloc, ídolo repugnante de los amonitas. Lo mismo hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales ofrecían incienso y sacrificios a sus dioses.
1 REYES 11:1-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Ahora bien, además de casarse con la hija del faraón, el rey Salomón tuvo amoríos con muchas mujeres moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas, todas ellas mujeres extranjeras que procedían de naciones de las cuales el SEÑOR había dicho a los israelitas: «No os unáis a ellas, ni ellas a vosotros, porque ciertamente desviarán vuestro corazón para que sigáis a otros dioses». Con tales mujeres se unió Salomón y tuvo amoríos. Tuvo setecientas esposas que eran princesas, y trescientas concubinas; todas estas mujeres hicieron que se pervirtiera su corazón. En efecto, cuando Salomón llegó a viejo, sus mujeres le pervirtieron el corazón de modo que él siguió a otros dioses, y no siempre fue fiel al SEÑOR su Dios como lo había sido su padre David. Por el contrario, Salomón siguió a Astarté, diosa de los sidonios, y a Moloc, el detestable dios de los amonitas. Así que Salomón hizo lo que ofende al SEÑOR y no permaneció fiel a él como su padre David. Fue en esa época cuando, en una montaña al este de Jerusalén, Salomón edificó un altar pagano para Quemós, el detestable dios de Moab, y otro para Moloc, el despreciable dios de los amonitas. Lo mismo hizo en favor de sus mujeres extranjeras, para que estas pudieran quemar incienso y ofrecer sacrificios a sus dioses.