1 REYES 1:50-53
1 REYES 1:50-53 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero Adonías, temiendo a Salomón, se levantó y fue a refugiarse al amparo del altar. Luego avisaron a Salomón: —Adonías tiene miedo del rey Salomón, pues se ha asido de los cuernos del altar y ha dicho: «Júreme hoy el rey Salomón que no matará a espada a su siervo». Y Salomón dijo: —Si él es hombre de bien, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; pero si se halla mal en él, morirá. El rey Salomón mandó que lo trajeron del altar; vino él y se inclinó ante el rey Salomón. Salomón le dijo: —Vete a tu casa.
1 REYES 1:50-53 La Palabra (versión española) (BLP)
Adonías, temiendo a Salomón, se levantó y fue a refugiarse al amparo del altar. Alguien informó a Salomón: —Adonías, por miedo al rey Salomón, se ha refugiado al amparo del altar, pidiendo al rey que le jure hoy mismo que no va a matar a su siervo. Salomón respondió: —Si actúa como un hombre de bien, no se le tocará ni un pelo; pero, si se le descubre en falta, morirá. Entonces el rey Salomón mandó que lo sacaran del altar. Luego él llegó a rendirle homenaje. Pero Salomón le dijo: —¡Vete a tu casa!
1 REYES 1:50-53 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Adonías, por su parte, por miedo a Salomón, se levantó y se dirigió al santuario, donde buscó refugio agarrándose a los cuernos del altar. Alguien fue a decirle a Salomón: –Adonías se ha refugiado en el altar por miedo a Su Majestad, y pide que Su Majestad le jure ahora mismo que no lo matará. Salomón respondió: –Si se porta como un hombre de bien, no caerá al suelo ni un pelo de su cabeza; pero si se descubre alguna maldad en él, morirá. En seguida Salomón mandó que lo retiraran del altar. Luego Adonías fue y se inclinó ante el rey Salomón, y este le ordenó que se fuera a su casa.
1 REYES 1:50-53 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Adonías, por temor a Salomón, se refugió en el santuario, en donde se agarró de los cuernos del altar. No faltó quien fuera a decirle a Salomón: ―Adonías tiene miedo del rey Salomón y está agarrado de los cuernos del altar. Ha dicho: “¡Quiero que hoy mismo jure el rey Salomón que no condenará a muerte a este su siervo!” Salomón respondió: ―Si demuestra que es un hombre de honor, no perderá ni un cabello de su cabeza; pero, si se le sorprende en alguna maldad, será condenado a muerte. Acto seguido, el rey Salomón mandó que lo trajeran. Cuando Adonías llegó, se inclinó ante el rey Salomón, y este le ordenó que se fuera a su casa.