1 JUAN 5:10-20
1 JUAN 5:10-20 La Palabra (versión española) (BLP)
Por eso, si creemos en el Hijo de Dios, es que hemos aceptado el testimonio de Dios. Pero quien no se fía de Dios ni presta crédito al testimonio que él ha dado en favor de su Hijo, está acusando a Dios de mentiroso. Y lo que se testifica es que Dios nos ha dado la vida eterna y que esa vida está en su Hijo. Quien vive unido al Hijo, tiene la vida; quien no vive unido al Hijo de Dios, no tiene la vida. A vosotros, los que creéis en el Hijo de Dios, os he escrito todo esto para haceros saber que poseéis la vida eterna. Tenemos plena confianza en que, si algo pedimos a Dios tal y como él quiere, nos atenderá. Y si estamos seguros de que Dios siempre nos atiende, lo estamos también de conseguir lo que le pedimos. Hay hermanos que cometen pecados que no llevan a la muerte. Debemos orar por ellos para que Dios les dé la vida. Pero solo si se trata de pecados que no llevan a la muerte. En cambio, no mando rogar por quien comete el pecado que lleva a la muerte. Cierto que toda mala conducta es pecado, pero hay pecados que no llevan a la muerte. En cuanto a nosotros, sabemos que todos los que han nacido de Dios no siguen pecando, pues el Hijo de Dios los protege y los mantiene lejos del alcance del maligno. Sabemos también que somos de Dios, mientras que el mundo entero está sometido al maligno. Sabemos, en fin, que el Hijo de Dios ha venido y ha iluminado nuestras mentes para que conozcamos al Verdadero. Y nosotros estamos unidos al Verdadero y a su Hijo Jesucristo, que es Dios verdadero y vida eterna.
1 JUAN 5:10-20 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El que cree en el Hijo de Dios lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios le deja por mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna y que esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo de Dios tiene también la vida, pero el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Os escribo esto a vosotros que creéis en el Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna. Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido. Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, debe orar, y Dios dará vida al hermano. Esto si se trata de un pecado que no lleva a la muerte. Hay pecado que lleva a la muerte y por ese pecado no digo que se deba orar. Toda maldad es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte. Sabemos que el que tiene a Dios como Padre no sigue pecando, porque el Hijo de Dios cuida de él y el maligno no le toca. Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno. Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.
1 JUAN 5:10-20 Reina Valera 2020 (RV2020)
El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio de Dios en sí mismo; el que no cree a Dios, ha hecho a Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. Y esta es la confianza que tenemos en Dios, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él oye todas nuestras peticiones, también sabemos que recibiremos lo que le hayamos pedido. Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado, que no sea de muerte, debe pedir a Dios por él, y Dios le dará vida; esto lo digo para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. Toda maldad es pecado, pero hay pecado que no es de muerte. Sabemos bien que todo aquel que ha nacido de Dios no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios lo protege, y el maligno no lo toca. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.
1 JUAN 5:10-20 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El que cree en el Hijo de Dios acepta este testimonio. El que no cree en Dios lo hace pasar por mentiroso, por no haber creído el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Os escribo estas cosas a vosotros, que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna. Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido. Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte, ore por él y Dios le dará vida. Me refiero a quien comete un pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que sí lleva a la muerte, y en ese caso no digo que se ore por él. Toda maldad es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte. Sabemos que el que ha nacido de Dios no está en pecado: Jesucristo, que nació de Dios, lo protege, y el maligno no llega a tocarlo. Sabemos que somos hijos de Dios, y que el mundo entero está bajo el control del maligno. También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.