1 JUAN 3:13-17
1 JUAN 3:13-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os odia. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano está en la muerte. Todo aquel que odia a su hermano es homicida, y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. Nosotros hemos conocido lo que es el amor en que Cristo entregó su vida por nosotros; así también nosotros debemos entregar nuestra vida por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y le cierra el corazón, ¿cómo puede habitar el amor de Dios en él?
1 JUAN 3:13-17 La Palabra (versión española) (BLP)
No os extrañéis, hermanos, si el mundo os aborrece. Sabemos que por amar a nuestros hermanos hemos pasado de la muerte a la vida, mientras que quien no ama sigue muerto. Odiar al hermano es como darle muerte, y debéis saber que ningún asesino tiene dentro de sí vida eterna. Nosotros hemos conocido lo que es el amor en que Cristo dio su vida por nosotros; demos también nosotros la vida por los hermanos. Pero si alguien nada en la abundancia y, viendo que su hermano está necesitado, le cierra el corazón, ¿tendrá valor para decir que ama a Dios?
1 JUAN 3:13-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Hermanos míos, no os extrañéis si los que son del mundo os odian. Nosotros hemos pasado de la muerte a la vida, y lo sabemos porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama, aún está muerto. Todo el que odia a su hermano es un asesino, y vosotros sabéis que ningún asesino puede tener vida eterna en sí mismo. Conocemos qué es el amor porque Jesucristo dio su vida por nosotros; así también, nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. Si uno es rico y ve que su hermano necesita ayuda, pero no se la da, ¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón?
1 JUAN 3:13-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Hermanos, no os extrañéis si el mundo os odia. Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. Todo el que odia a su hermano es un asesino, y sabéis que en ningún asesino permanece la vida eterna. En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos. Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?