1 CORINTIOS 6:16-18
1 CORINTIOS 6:16-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Sabéis, en efecto, que unirse a una prostituta es hacerse con ella como un solo cuerpo. La misma Escritura lo dice: Los dos formarán un solo ser. En cambio, el que se une al Señor, formará con él un solo ser en la esfera del Espíritu. Huid de la lujuria. Cualquier otro pecado que la persona cometa queda fuera del cuerpo, pero el pecado de la lujuria ofende al propio cuerpo.
1 CORINTIOS 6:16-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Pues la Escritura dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la inmoralidad sexual. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; pero el que comete inmoralidad sexual, peca contra su propio cuerpo.
1 CORINTIOS 6:16-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Sabéis, en efecto, que unirse a una prostituta es hacerse con ella como un solo cuerpo. La misma Escritura lo dice: Los dos formarán un solo ser. En cambio, el que se une al Señor, formará con él un solo ser en la esfera del Espíritu. Huid de la lujuria. Cualquier otro pecado que la persona cometa queda fuera del cuerpo, pero el pecado de la lujuria ofende al propio cuerpo.
1 CORINTIOS 6:16-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
¿No sabéis que cuando un hombre se une con una prostituta, los dos se hacen un solo cuerpo? Porque la Escritura dice: “Los dos serán como una sola persona.” Pero cuando alguien se une al Señor, se hace espiritualmente uno con él. Huid, pues, de la inmoralidad sexual. Ningún otro pecado afecta al cuerpo de la persona que lo comete, pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo.
1 CORINTIOS 6:16-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¿No sabéis que el que se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues la Escritura dice: «Los dos llegarán a ser un solo cuerpo». Pero el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu. Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo.