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1 CORINTIOS 5:1-12

1 CORINTIOS 5:1-12 Reina Valera 2020 (RV2020)

Es cierto que se oye que entre vosotros hay un caso de inmoralidad sexual. Y tal es el caso de inmoralidad sexual que ni siquiera se nombra entre los gentiles. Se trata de que uno de vosotros convive con la mujer de su padre. Y vosotros os sentís orgullosos de esto, en lugar de lamentarlo y expulsar de entre vosotros al que ha cometido tal acción. Yo, aunque en realidad estoy físicamente ausente, estoy presente en espíritu, y, como si hubiera estado presente, ya he juzgado al que ha hecho tal cosa. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y yo, presente en espíritu, y en el poder de nuestro Señor Jesucristo, que ese individuo sea entregado a Satanás para que su naturaleza pecaminosa sea destruida, con el fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. No es bueno vuestro orgullo. ¿No sabéis que con un poquito de levadura fermenta toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, así como sois, sin levadura. Porque nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. Por carta os he escrito que no os juntéis con los inmorales. No me refiero a que os apartéis del todo de los inmorales de este mundo, o de los avaros, o de los ladrones, o de los idólatras, pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. Más bien os escribí para que no os juntéis con ninguno que, por más que se llame hermano, sea inmoral, avaro, idólatra, maldiciente, borracho o ladrón; con ese ni siquiera comáis; porque ¿con qué derecho podría yo juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?

1 CORINTIOS 5:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)

Por todas partes se comenta que uno de vosotros vive con su madrastra como si fuera su mujer. Un caso así de lujuria, ni siquiera entre los no cristianos suele darse. Y vosotros seguís tan orondos, cuando deberíais vestir luto y no admitir en vuestra compañía a quien así está comportándose. Por mi parte, aunque estoy corporalmente ausente, me considero presente en espíritu y como tal he tomado ya una decisión contra el que así se ha comportado. Reunido, pues, en espíritu con vosotros, en el nombre y con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, he decidido dejar a ese individuo a merced de Satanás, a ver si queda destruida su condición pecadora y él, animado por el Espíritu, se salva en el día del Señor. ¡La cosa no es como para que os sintáis orgullosos! ¿No sabéis que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Eliminad todo resto de vieja levadura y sed masa nueva ya que sois panes pascuales, pues Cristo, que es nuestra víctima pascual, ya ha sido sacrificado. Así que hagamos fiesta; pero no a base de la vieja levadura —me refiero a la maldad y a la perversidad—, sino con los panes pascuales de la sinceridad y de la verdad. Os dije por carta que no tuvieseis trato con gente lujuriosa. Es claro que no hablaba en plural, de todos los lujuriosos de este mundo, como tampoco de todos los avaros, ladrones o idólatras, pues en tal caso tendríais que vivir en otro mundo. Lo que realmente quería deciros en la carta es que no tengáis trato con quien presume de cristiano y es lujurioso, avaro, idólatra, calumniador, borracho o ladrón. Con alguien así, ¡ni sentarse a la mesa! No me corresponde a mí juzgar a quienes no forman parte de la Iglesia. Pero juzgar a quienes forman parte de ella, sí es cosa vuestra.

1 CORINTIOS 5:1-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Se oye decir que uno de vosotros tiene como mujer a su propia madrastra. Este es un caso tan grave de inmoralidad, que ni siquiera se da entre los paganos. ¡Y estáis tan llenos de orgullo, cuando deberíais estar llenos de tristeza! El hombre que vive en semejante situación debe ser expulsado de entre vosotros. En cuanto a mí, aunque en el cuerpo no estoy presente entre vosotros, lo estoy en el espíritu; y, como si estuviera presente, en nombre de nuestro Señor Jesucristo he pronunciado ya mi sentencia sobre el que así actúa. Cuando os reunáis, yo estaré con vosotros en espíritu, y también el poder del Señor Jesús estará con todos. Entonces ese hombre deberá ser entregado a Satanás, para que se destruya lo que es puramente humano y el espíritu se salve cuando venga el Señor. No tenéis motivos para sentiros orgullosos. Ya conocéis el dicho: “Un poco de levadura hace fermentar toda la masa.” Así que echad fuera esa vieja levadura que os corrompe, para que seáis como el pan hecho de masa nueva, como el pan sin levadura que se come en la Pascua y el que en realidad sois vosotros. Porque Cristo, que es el Cordero de nuestra Pascua, fue muerto en sacrificio por nosotros. Así que celebremos nuestra Pascua con la sinceridad y la verdad que son el pan sin levadura, y no con la vieja levadura de la maldad y la perversidad. En mi otra carta os decía que no debéis tener trato con quienes cometen inmoralidades sexuales. Con esto no quería decir que os apartarais por completo de todos los que en este mundo son inmorales, avaros, ladrones o idólatras, pues para eso tendríais que saliros del mundo. Lo que quise decir es que no debéis tener trato con ninguno que, llamándose hermano, sea inmoral, avaro, idólatra, chismoso, borracho o ladrón. Con gente así, ni siquiera os sentéis a comer. No me toca a mí juzgar a los de fuera; Dios será quien los juzgue. Pero vosotros debéis juzgar a los de dentro. Por eso, quitad a ese pecador de en medio de vosotros.

1 CORINTIOS 5:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Es ya de dominio público que hay entre vosotros un caso de inmoralidad sexual que ni siquiera entre los paganos se tolera, a saber, que uno de vosotros tiene por mujer a la esposa de su padre. ¡Y de esto os sentís orgullosos! ¿No deberíais, más bien, haber lamentado lo sucedido y haber expulsado de entre vosotros al que hizo tal cosa? Yo, por mi parte, aunque no estoy físicamente entre vosotros, sí estoy presente en espíritu, y ya he juzgado, como si estuviera presente, al que cometió este pecado. Cuando os reunáis en el nombre de nuestro Señor Jesús y con su poder, y yo os acompañe en espíritu, entregad a este hombre a Satanás para destrucción de su naturaleza pecaminosa a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor. Hacéis mal en jactaros. ¿No os dais cuenta de que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Deshaceos de la vieja levadura para que seáis masa nueva, panes sin levadura, como lo sois en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado. Así que celebremos nuestra Pascua no con la vieja levadura, que es la malicia y la perversidad, sino con pan sin levadura, que es la sinceridad y la verdad. Por carta ya os he dicho que no os relacionéis con personas inmorales. Por supuesto, no me refería a la gente inmoral de este mundo, ni a los avaros, estafadores o idólatras. En tal caso, tendríais que salir de este mundo. Pero en esta carta quiero aclararos que no debéis relacionaros con nadie que, llamándose hermano, sea inmoral o avaro, idólatra, calumniador, borracho o estafador. Con tal persona ni siquiera debéis juntaros para comer. ¿Acaso me toca a mí juzgar a los de afuera? ¿No sois vosotros los que debéis juzgar a los de adentro?