1 CORINTIOS 13:11-13
1 CORINTIOS 13:11-13 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; al hacerme adulto, dije adiós a las cosas de niño. Ahora vemos confusamente, como por medio de un espejo; entonces veremos cara a cara. Ahora conozco solo de forma limitada; entonces conoceré del todo, como Dios mismo me conoce. Tres cosas hay que ahora permanecen: la fe, la esperanza, el amor. De todas ellas, la más grande es el amor.
1 CORINTIOS 13:11-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando me hice un hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos de forma borrosa, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. Ahora permanecen estas tres cosas: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante es el amor.
1 CORINTIOS 13:11-13 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; al hacerme adulto, dije adiós a las cosas de niño. Ahora vemos confusamente, como por medio de un espejo; entonces veremos cara a cara. Ahora conozco solo de forma limitada; entonces conoceré del todo, como Dios mismo me conoce. Tres cosas hay que ahora permanecen: la fe, la esperanza, el amor. De todas ellas, la más grande es el amor.
1 CORINTIOS 13:11-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre dejé atrás lo que era propio de un niño. Ahora vemos de manera borrosa, como en un espejo; pero un día lo veremos todo como es en realidad. Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día lo conoceré todo del mismo modo que Dios me conoce a mí. Hay tres cosas que permanecen: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante es el amor.
1 CORINTIOS 13:11-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño. Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.