1 CORINTIOS 1:26-29
1 CORINTIOS 1:26-29 Reina Valera 2020 (RV2020)
Hermanos, fijaos en vosotros mismos que fuisteis llamados, y veréis que no hay muchos sabios según los criterios humanos, ni muchos poderosos, ni muchos nobles. Al contrario, Dios escogió lo que el mundo considera locura para avergonzar a los sabios; y Dios escogió a los que el mundo tiene por débiles para avergonzar a los fuertes; y Dios escogió lo despreciable del mundo y lo menospreciado; y lo que no es, para anular lo que es, para que nadie se jacte en su presencia.
1 CORINTIOS 1:26-29 La Palabra (versión española) (BLP)
Basta, hermanos, con que os fijéis en cómo se ha realizado vuestra elección: no abundan entre vosotros los que el mundo considera sabios, poderosos o aristócratas. Al contrario, Dios ha escogido lo que el mundo tiene por necio, para poner en ridículo a los que se creen sabios; ha escogido lo que el mundo tiene por débil, para poner en ridículo a los que se creen fuertes; ha escogido lo sin importancia según el mundo, lo despreciable, lo que nada cuenta, para anular a quienes piensan que son algo. De este modo, ningún mortal podrá alardear de algo ante Dios
1 CORINTIOS 1:26-29 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Hermanos, fijaos en que Dios os ha llamado a pesar de que entre vosotros hay pocos sabios según los criterios humanos, y pocos poderosos o pertenecientes a familias importantes. Y es que, para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo. Así nadie podrá presumir delante de Dios.
1 CORINTIOS 1:26-29 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Hermanos, considerad vuestro propio llamamiento: No sois muchos de vosotros sabios, según criterios meramente humanos; ni sois muchos poderosos, ni muchos de noble cuna. Pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos. También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse.