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1 CRÓNICAS 22:1-9

1 CRÓNICAS 22:1-9 Reina Valera 2020 (RV2020)

Y dijo David: —Aquí estará la casa de Dios el Señor, y aquí el altar del holocausto para Israel. Después mandó David que se reuniera a los extranjeros que había en la tierra de Israel, y señaló de entre ellos canteros que labraran piedras para edificar la casa de Dios. Asimismo, preparó David mucho hierro para los clavos de las puertas y para las junturas; y también una incalculable cantidad de bronce, y madera de cedro sin cuenta, pues los sidonios y tirios habían traído a David abundante madera de cedro. David se decía: —Salomón, mi hijo, es muchacho y de tierna edad, y la Casa que se ha de edificar al Señor ha de ser magnífica por su excelencia, para renombre y honra suya en todas las tierras; ahora, pues, yo haré los preparativos necesarios. E hizo David grandes preparativos antes de su muerte. Llamó entonces David a Salomón, su hijo, y le mandó que edificara Casa al Señor, Dios de Israel. Y dijo David a Salomón: —Hijo mío, en mi corazón tuve el propósito de edificar un templo dedicado al nombre del Señor, mi Dios. Pero recibí palabra del Señor, que decía: «Tú has derramado mucha sangre y has hecho grandes guerras; no edificarás Casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí. Mira que te nacerá un hijo, el cual será hombre de paz, pues yo le haré estar en paz con todos los enemigos que lo rodean; por tanto, su nombre será Salomón, y en sus días concederé paz y reposo a Israel.

1 CRÓNICAS 22:1-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Entonces dijo David: «Aquí se levantará el templo de Dios el SEÑOR, y también el altar donde Israel ofrecerá el holocausto». Luego David ordenó que se reuniera a los extranjeros que vivían en territorio israelita. De entre ellos nombró canteros que labraran piedras para la construcción del templo de Dios. Además, David juntó mucho hierro para los clavos y las bisagras de las puertas, y bronce en abundancia. También amontonó mucha madera de cedro, pues los habitantes de Sidón y de Tiro le habían traído madera de cedro en abundancia. «Mi hijo Salomón —pensaba David— es muy joven e inexperto, y el templo que hay que construir para el SEÑOR debe ser el más grande y famoso de toda la tierra; por eso se lo dejaré todo listo». Así que, antes de morir, David lo dejó todo listo. Luego llamó a su hijo Salomón y le encargó construir el templo para el SEÑOR, Dios de Israel. David le dijo a Salomón: «Hijo mío, yo tenía la intención de construir un templo para honrar al SEÑOR mi Dios. Pero el SEÑOR me dijo: “Ante mis propios ojos has derramado mucha sangre y has hecho muchas guerras en la tierra; por eso no serás tú quien me construya un templo. Pero tendrás un hijo que será un hombre pacífico; yo haré que los países vecinos que sean sus enemigos lo dejen en paz; por eso se llamará Salomón. Durante su reinado, yo le daré a Israel paz y tranquilidad.