1 CRÓNICAS 17:16-22
1 CRÓNICAS 17:16-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces entró el rey David a la presencia del Señor, y dijo: —Señor Dios, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que me hayas traído hasta este lugar? Y aun esto, Dios, te ha parecido poco, pues has hablado del porvenir de la casa de tu siervo, y me has mirado como a un hombre excelente, Señor Dios. ¿Qué más puede decir David del honor que has dado a tu siervo, si tú conoces a tu siervo? Señor, por amor de tu siervo y según tu corazón, has hecho toda esta gran obra, con lo que todas tus grandezas han quedado notorias. Señor, no hay nadie semejante a ti, ni hay Dios fuera de ti, según todas las cosas que hemos oído con nuestros oídos. ¿Y qué pueblo hay en la tierra como tu pueblo Israel, al cual su Dios fue a rescatar, a fin de engrandecer su nombre por medio de prodigios y maravillas, y arrojó a las naciones de delante de tu pueblo, al que tú rescataste de Egipto? Tú has constituido a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, Señor, has venido a ser su Dios.
1 CRÓNICAS 17:16-22 La Palabra (versión española) (BLP)
Entonces el rey David entró a presentarse ante el Señor y dijo: —¿Quién soy yo, Dios, Señor, y qué es mi familia para que me hayas hecho llegar hasta aquí? Y por si te pareciera poco, oh Dios, te has referido a la dinastía de tu siervo para el futuro y me has tratado como a una persona importante, Dios, Señor. ¿Qué más podría yo añadirte en relación con el honor de que has revestido a tu siervo, si tú me conoces de sobra? Señor, por amor a tu siervo y según tu voluntad has realizado toda esta gran obra, para dar a conocer todas tus maravillas. Señor, no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, por todo lo que ha llegado a nuestros oídos. ¿Qué otra nación hay en la tierra que sea como tu pueblo, Israel, a quien Dios haya ido a rescatar para convertirlo en su pueblo y hacerte famoso con grandes hazañas y prodigios y expulsando a las naciones ante tu pueblo, al que rescataste de Egipto? Has hecho a tu pueblo, Israel, pueblo tuyo para siempre y tú, Señor, te has convertido en su Dios.
1 CRÓNICAS 17:16-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Entonces el rey David entró para hablar delante del Señor, y dijo: “Señor y Dios, ¿quién soy yo y qué es mi familia para que me hayas hecho llegar hasta aquí? ¡Y tan poca cosa te ha parecido esto, Señor y Dios, que hasta has hablado del porvenir de la dinastía de tu siervo, y me has mirado como a un hombre de posición elevada! ¿Qué más te puedo decir del honor que has hecho a tu siervo, si tú conoces a este siervo tuyo? Señor, todas estas maravillas las has hecho en atención a tu siervo, según lo quisiste y para darlas a conocer. Señor, no hay nadie como tú ni existe otro dios fuera de ti, según todo lo que nosotros mismos hemos oído. En cuanto a Israel, tu pueblo, ¡no hay otro como él, pues es nación única en la tierra! Tú, oh Dios, lo liberaste para que fuera tu pueblo, y te hiciste famoso realizando cosas grandes y maravillosas. Tú arrojaste de delante de tu pueblo, al que rescataste de Egipto, a las demás naciones, porque tú has tomado a Israel por pueblo tuyo para siempre, y tú, Señor, serás su Dios.
1 CRÓNICAS 17:16-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego el rey David se presentó ante el SEÑOR y le dijo: «SEÑOR y Dios, ¿quién soy yo, y qué es mi familia, para que me hayas hecho llegar tan lejos? Como si esto fuera poco, has hecho promesas a este tu siervo en cuanto al futuro de su dinastía. ¡Me has tratado como si fuera yo un hombre muy importante, SEÑOR y Dios! ¿Qué más podría yo decir del honor que me has dado, si tú conoces a tu siervo? SEÑOR, tú has hecho todas estas grandes maravillas, por amor a tu siervo y según tu voluntad, y las has dado a conocer. SEÑOR, nosotros mismos hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios. ¿Y qué nación se puede comparar con tu pueblo Israel? Es la única nación en la tierra que tú has redimido, para hacerla tu propio pueblo y para dar a conocer tu nombre. Hiciste prodigios y maravillas cuando al paso de tu pueblo, al cual redimiste de Egipto, expulsaste a las naciones y a sus dioses. Adoptaste a Israel para que fuera tu pueblo para siempre, y para que tú, SEÑOR, fueras su Dios.