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1 CRÓNICAS 17:1-15

1 CRÓNICAS 17:1-15 Reina Valera 2020 (RV2020)

Cuando ya estaba David instalado en su casa, dijo al profeta Natán: —Mira, yo habito en casa de cedro, mientras el arca del pacto del Señor está bajo cortinas. Y Natán dijo a David: —Haz todo lo que esté en tu corazón, porque Dios está contigo. Pero aquella misma noche vino palabra de Dios a Natán: —Ve y di a David mi siervo: «Así ha dicho el Señor: Tú no me edificarás casa para que yo habite. Pues no he habitado en casa alguna desde el día en que saqué a los hijos de Israel hasta el día de hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo. Por dondequiera que anduve con los israelitas, nunca dije a ninguno de sus jueces, a los que mandé que apacentaran a mi pueblo: ¿Por qué no me edificáis una casa de cedro?». Por tanto, ahora dirás a mi siervo David: «Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi pueblo Israel. He estado contigo en todo cuanto has andado, he cortado a todos tus enemigos de delante de ti, y te haré un nombre grande, como el nombre de los grandes de la tierra. Asimismo, he dispuesto lugar para mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite en él y no sea más removido, ni los malhechores lo opriman, como antes, como en el tiempo cuando puse jueces sobre mi pueblo Israel; sino que humillaré a todos tus enemigos. Te hago saber, además, que el Señor te edificará casa. Cuando se cumplan los días para que te reúnas con tus padres, levantaré a uno de tus descendientes, uno de tus hijos, y afirmaré su reino. Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente. Seré para él como un padre, y él será para mí un hijo; no apartaré de él mi misericordia, como hice con aquel que fue antes de ti, sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono será firme para siempre». Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, habló Natán a David.

1 CRÓNICAS 17:1-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Cuando ya David estaba instalado en su palacio, dijo a Natán, el profeta: –Mira, yo vivo en un palacio de cedro, mientras que el arca del pacto del Señor está bajo simples cortinas. Natán le contestó: –Pues haz todo lo que te has propuesto, porque cuentas con el apoyo de Dios. Pero aquella misma noche, Dios se dirigió a Natán y le dijo: “Ve y habla con David, mi siervo, y comunícale que yo, el Señor, he dicho: ‘No serás tú quien me construya un templo para que habite en él. Desde el día en que saqué a Israel, hasta el presente, nunca he habitado en templos, sino que he estado viviendo de una tienda de campaña en otra y de un lugar en otro. En todo el tiempo que anduve con ellos, jamás pedí a ninguno de sus caudillos –a quienes puse para que gobernaran a mi pueblo– que me construyera un templo de madera de cedro.’ Por lo tanto, dile a mi siervo David que yo, el Señor todopoderoso, le digo: ‘Yo te saqué del redil y te quité de andar tras el rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel; te he acompañado por dondequiera que has ido, he acabado con todos los enemigos que se te enfrentaron y te he dado fama, como la que tienen los hombres importantes de este mundo. Además he preparado un lugar para mi pueblo Israel, y allí los he instalado para que vivan en un sitio propio, donde nadie los moleste ni los malhechores los opriman como al principio, cuando puse caudillos que gobernaran a mi pueblo Israel. Yo humillaré a todos tus enemigos. Y te hago saber que te daré descendientes, y que cuando tu vida llegue a su fin y mueras, yo estableceré a uno de tus descendientes y lo confirmaré en el reino. Él me construirá un templo, y yo afirmaré su trono para siempre. Yo seré un padre para él y él será un hijo para mí. No le retiraré mi bondad como hice con tu predecesor, sino que lo confirmaré para siempre en mi casa y en mi reino. Y su trono quedará establecido para siempre.’ ” Natán contó todo esto a David, exactamente como lo había visto y oído.

1 CRÓNICAS 17:1-15 La Palabra (versión española) (BLP)

Una vez que David se hubo instalado en su casa dijo al profeta Natán: —Mira, yo estoy viviendo en una casa de cedro, mientras que el Arca de la alianza del Señor está bajo una lona. Natán le respondió: —Haz lo que estás pensando, que Dios está contigo. Pero aquella misma noche Natán recibió este mensaje del Señor: —Di a mi siervo David: «Esto dice el Señor: No serás tú quien me construya a mí una casa para vivir en ella. Yo nunca he vivido en una casa desde el día en que hice subir a Israel hasta hoy, sino que he estado de tienda en tienda y de santuario en santuario. Y en todo el tiempo en que estuve viajando de un sitio a otro con todo Israel, a ninguno de los jueces que elegí para pastorear a mi pueblo le hablé de construirme una casa de cedro». Ahora, pues, dile a mi siervo David: «Esto dice el Señor del universo: Yo te saqué de los pastos y de cuidar rebaños para ser el jefe de mi pueblo, Israel; te he acompañado en todas tus andanzas, te he quitado de la vista a tus enemigos y pienso hacerte tan famoso como los más famosos de la tierra. Asignaré un lugar a mi pueblo, Israel, y lo asentaré en él para que lo habite sin sobresaltos y sin que los malvados vuelvan a humillarlo, como al principio cuando nombré jueces en mi pueblo, Israel; también someteré a todos tus enemigos. Además, te anuncio que el Señor te edificará una dinastía. Y cuando tu vida se acabe para irte con tus antepasados, mantendré después de ti a tu descendencia, a uno de tus hijos, y consolidaré su reino. Él me construirá una casa y yo consolidaré su trono para siempre. Yo seré su padre y él será mi hijo, y no le retiraré mi fidelidad, como se la retiré a tu predecesor. Lo estableceré en mi casa y en mi reino eternamente y su trono quedará consolidado para siempre». Natán comunicó a David todas estas palabras y visiones.

1 CRÓNICAS 17:1-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Una vez instalado en su palacio, David le dijo al profeta Natán: ―¡Aquí me tienes, habitando un palacio de cedro, mientras que el arca del pacto del SEÑOR se encuentra bajo una simple tienda de campaña! ―Bien —respondió Natán—. Haz lo que tu corazón te dicte, pues Dios está contigo. Pero aquella misma noche la palabra de Dios vino a Natán y le dijo: «Ve y dile a mi siervo David que así dice el SEÑOR: “No serás tú quien me construya una casa para que yo la habite. Desde el día en que liberé a Israel hasta el día de hoy, no he habitado en casa alguna, sino que he ido de campamento en campamento y de santuario en santuario. Todo el tiempo que anduve con Israel, cuando mandé a sus jueces que pastorearan a mi pueblo, ¿acaso le reclamé a alguno de ellos el no haberme construido una casa de cedro?” »Pues bien, dile a mi siervo David que así dice el SEÑOR Todopoderoso: “Yo te saqué del redil para que, en vez de cuidar ovejas, gobernaras a mi pueblo Israel. Yo he estado contigo por dondequiera que has ido, y he aniquilado a todos tus enemigos. Y ahora voy a hacerte tan famoso como los más grandes de la tierra. También voy a designar un lugar para mi pueblo Israel, y allí lo plantaré para que pueda vivir sin sobresaltos. Sus malvados enemigos no volverán a oprimirlo como han hecho desde el principio, desde los días en que nombré jueces sobre mi pueblo Israel. Yo derrotaré a todos tus enemigos. Te anuncio, además, que yo, el SEÑOR, te edificaré una casa. Cuando tu vida llegue a su fin y vayas a reunirte con tus antepasados, yo pondré en el trono a uno de tus descendientes, a uno de tus hijos, y afirmaré su reino. Será él quien construya una casa en mi honor, y yo afirmaré su trono para siempre. Yo seré su padre, y él será mi hijo. Jamás le negaré mi amor, como se lo negué a quien reinó antes que tú. Al contrario, para siempre lo estableceré en mi casa y en mi reino, y su trono será firme para siempre”». Natán le comunicó todo esto a David, tal como lo había recibido por revelación.